La vida de los detectives

Desde la antigua novela policial europea, clásica, pulcra y casi “científica” en cuanto a la resolución de enigmas, hasta la novela negra, en la que la resolución del enigma o el crimen no es necesariamente el atractivo principal de la trama, los investigadores (privados o policiales) tienen sus propias historias personales, sus propios problemas, sus traumas, sus dolores, sus vicios, sus manías. Tienen como denominador común, eso sí, ser inteligentes, brillantes en algunos casos.

La impronta personal de cada uno de ellos suele enriquecer la historia de cada novela, y su importancia queda demostrada en el hecho de que los grandes autores de novelas policíacas o negras recurren a su presencia en más (mucho más) de una oportunidad, creando así “series” de historias en las que el mismo detective (que con cada novela va ganando más adeptos) debe resolver cada caso indescifrable que se le presenta.

Sherlock Holmes es el epítome del pensamiento inductivo-deductivo, del reconocimiento de los detalles y del pensamiento lateral. Creado por Arthur Conan Doyle en 1887, es el investigador sagaz y brillante por excelencia, a lo que añade valentía, arrogancia y sarcasmo. Vive solo en un departamento alquilado en Baker St, Londres; su piso es una mezcla de biblioteca y laboratorio, fuma en pipa, toca el violín, es aficionado a la cocaína y a la música. Conan Doyle escribió 4 novelas y 56 relatos de Sherlock Holmes, cuyas aventuras e intrigas son relatadas por su inseparable compañero, el dr. John Watson. Holmes despliega en cada caso en el que es requerido (ya sea contratado por algún particular o por pedido de Sctoland Yard, a quienes de algún modo subestima) una capacidad de razonamiento absolutamente asombrosa e impecable. Su resolución aséptica e indiscutible de los misterios son una marca registrada que se mantiene a lo largo de la literatura como sinónimo de infalible.

El padre Brown es una creación del célebre Gilbert K. Chesterton que aparece a lo largo de 50 relatos cortos (el primero de ellos, de 1910) agrupados en 5 volúmenes. De aspecto similar al del propio autor (esto es, entrado en kilos y parsimonioso), con un paraguas como acompañante, resuelve misterios apelando al razonamiento inductivo; además, según decía, escuchar permanentemente pecados en confesión le otorga un gran conocimiento sobre la maldad humana. No desdeña explicaciones sobrenaturales (religioso, al fin) pero normalmente resuelve los casos por la vía más sencilla y obvia.

Hércules Poirot fue creado por Agatha Christie en 1920, interviniendo en 41 de sus historias. Se trata de un detective privado ex miembro de la policía belga. Gordo, de baja estatura, con un bigote de extremos levantados, es un dandy, elegante, educado, metódico y ordenado, con una ligera cojera al caminar, con gusto por las mujeres exóticas, que a veces habla de sí mismo en tercera persona y que resuelve los casos teatralmente.

Miss Jane Marple es otro personaje de Agatha Christie, creado en 1930, que aparece en 13 de sus historias. Es una anciana solterona encantadora, de temperameno positivo y optimista, que vive en la campiña inglesa. Curiosa, observadora y con gran capacidad de deducción, suele decir que “la gente es igual en todas partes”, lo que la lleva a desarrollar patrones que le permiten descubrir los misterios.

El comisario Jules Maigret es un personaje creado por el escritor francés Georges Simenon en 1929, protagonista de 78 novelas y 28 cuentos. Ex estudiante de medicina, casado con Louise, de quien elogia su comida, con quien vive en un departamento pequeño en París; tiene aspecto severo, fuma en pipa, toma cerveza y calvados. Sereno, de hábitos sencillos, es el típico sabueso policial, y más de una vez ejerce algún grado de tolerancia ante algún criminal si la motivación del crimen encierra algún componente humanitario.

Sam Spade es el detective creado por Dashiell Hammett, uno de los padres de la novela negra, en 1929. Es el prototipo del hombre duro, áspero, con el que no se bromea. Alto, joven, de compelxión fuerte y manos grandes, fuma cigarrillos armados por él mismo, es violento y le gustan todas las variedades de bebidas y de mujeres, con las que tiene un trato ambivalente entre el desdén y la sobreprotección. Tiene una ética intachable sobre lo que es correcto y lo que no, es frío y realista. No anda con vueltas, no hay que provocarlo mucho para recibir una trompada y tiene una gran profesionalidad. Las 5 novelas en las que aparece están relatadas en primera persona.

Philp Marlowe fue creado por Raymond Chandler en 1934. Chandler tenía como modelo a Hammett, y Marlowe, un investigador privado de Los Angeles que no se lleva muy bien con los policías, es protagonista de 12 historias. Tiene algunos parecidos con Spade: es un duro, es bebedor (prefiere el whisky), valiente y sus historias son relatadas en primera persona. Pero a diferencia del anterior es un hombre maduro que no utiliza la violencia, es idealista, su habilidad dialéctica es notable, le gusta la poesía, juega al ajedrez y tiene posturas filosóficas en las que predomina el pesimismo y el escepticismo. No tiene familia ni dinero y si bien le gustan las mujeres tiene la prudencia de desconfiar de ellas.

Pepe Carvalho es un personaje creado por Manuel Vázquez Montalbán, cuya primera aparición fue en 1972. Protagonista de 18 novelas y 30 relatos, es un hijo de inmigrantes gallegos, que militó como comunista cuando era estudiante, su mujer lo abandonó y se llevó a su hija, trabajó en la CIA y su presente se ubica en Barcelona. Investiga todo tipo de delitos, vive en una casa alquilada, es desprolijo para vestirse y tiene la costumbre de quemar sus libros en la chimenea. Mantiene una relación intermitente con Charo, prostituta, que también lo abandonará. Es escéptico y cree en la relatividad de la ética: cada uno piensa de acuerdo a lo que le conviene para justificar sus actos. Dice no creer en el sistema pero ayuda a eliminar de él a los delincuentes. Es emocional, poco analítico. Es un excelente cocinero y un verdadero gourmet, la comida es muy importante para él.

Kurt Wallander es el investigador creado por el escritor sueco Henning Mankell. Apareció por primera vez en 1991 y es el personaje central en 13 novelas. Es detective de la policía sueca en Ystad, un pueblo pequeño cercano a Malmö. Fallecida su madre, tiene una relación conflictiva con su padre, un pintor neurótico que pinta siempre el mismo cuadro en su casa alejada. Es divorciado y tiene una hija distante que lo culpa por la separación. Lleno de remordimientos y angustias, Wallander es un tipo alto y de mediana edad, de vida desordenada, que come bollería y comida chatarra en su auto o su oficina. Crítico de la política, del sistema judicial y de los procedimientos policiales en su país, su persistencia y capacidad para atar cabos es brillante.

Harry Bosch es el investigador de una serie de 24 novelas del escritor Michael Connelly. Su verdadero nombre, Hieronymus, se lo puso su madre, una prostituta de Los Angeles, en honor a El Bosco, el pintor. Recién conoció a su padre (un abogado) poco antes de su muerte. Vivió en orfanatos, mientras estaba en ellos fallece su madre asesinada, se alista en la Armada y va a Vietnam, donde es rastreador de túneles en el frente. Esa experiencia le genera un trauma que no logra superar. Entra al departamento de policía de LA y luego es trasladado a la división homicidios de Hollywood. Con el tiempo renuncia a la policía, lugar en el que no se llevaba bien con la mayoría, exceptuando sus compañeros de investigación. Es separado y tiene una hija universitaria con la que se lleva bien. Es pesimista, triste, obsesivo y honesto; carga con una especie de cansancio existencial, lo harta el sistema policial y judicial, y no mide riesgos para hacer lo que corresponde. “Todo el mundo importa”, dice.

El comisario Salvo Montalbano es la creación del italiano Andrea Camilleri. Desde 1994 aparece en 29 novelas y otros muchos relatos cortos agrupados en 5 libros. Trabaja en la policía estatal en ciudad ficticia de Vigata, en Sicilia. Es bastante tranquilo, ordenado y amante de la buena mesa. Montalbano tiene una relación amorosa con altibajos y a distancia con Livia, que vive en Génova. No es muy ortodoxo para resolver casos y eso le genera problemas con su jefe. Es un gran lector y sus novelas favoritas son las de Manuel Vázquez Montalbán (el creador de Pepe Carvalho, razón por la cual Camilieri le puso ese apellido al personaje).

Kostas Jaritos es un comisario griego creado por Petros Márkaris en 1995. Su serie comprende 14 novelas, relatadas en primera persona. Habiendo trabajado antes en la policía en épocas de dictadura militar, Jaritos investiga homicidios y hechos de corrupción; es un crítico del Estado, del que opina que “sólo sirve para cobrar impuestos”. Tiene una memoria prodigiosa, fuma bastante y le encantan el ouzo y los tomates rellenos que le prepara su mujer, Adrianí, esposa de toda la vida, que es insufrible, hipocondríaca, está todo el día viendo televisión y con la que discute por cualquier cosa todo el tiempo. Tienen una hija y un yerno cardiólogo. Consulta permanentemente diccionarios y enciclopedias y trata de pasar bastante tiempo fuera de su casa, cosa que enfurece a su mujer.

Harry Hole, inspector de la policía de Oslo creado por el noruego Jo Nesbø en 1997 y protagonista de 12 novelas desde entonces, es un imponente vikingo de aspecto intimidante de más de 1,90m, rubio de ojos claros y pelo cortísimo, de aspecto desprolijo, jeans, campera y zapatillas o botas. Hole tiene un padre depresivo y una hermana con síndrome de Down a quien adora. Le teme a la oscuridad y es solitario, antisocial, brutal, sincero, impredecible, y es inteligente e ingenuo a la vez. Un combo variado, como se ve. Al tipo le cuesta aceptar consignas y resuelve las cosas a su modo.

Charlie Parker, del irlandés John Connolly, fue creado en 1999 y aparece en 20 novelas, la mayoría relatadas en primera persona. Le dicen Bird (como al gran músico de jazz cuyo nombre comparte), y en la primera novela encuentra en su casa asesinadas y masacradas a su esposa y a su hija de 3 años. Lleno de rabia y dolor, es expulsado de la policía y se transforma en un lobo solitario en busca de su redención, ya que la culpa por sus pérdidas lo atormenta. Es violento, agresivo y empatiza con los débiles y los marginados.

Camille Verhoeven, creado por Pierre Lemaitre, es comandante de la brigada criminal de París, y su serie comprende 5 novelas. Mide algo menos de un metro y medio de estatura debido a que su madre, artista, era una fumadora compulsiva durante todo su embarazo. Tiene 40 años, es calvo, estudió derecho en la Sorbonne y es un concentrado de furia en envase pequeño. Es reflexivo y colérico a la vez, de silencios largos, sensible, valiente y defiende y admira a sus compañeros. Brillante para unir pistas y sacar conclusiones, maneja la dialéctica con maestría y su nivel intelectual es elevado.

Hay muchos más, por supuesto. Muchos personajes que tienen “una vida” más allá de su trabajo como investigadores, a través del cual los conocemos. Crear historias y personajes como estos nos permite vivir otras vidas. Y sin sacar la mirada de las hojas del libro. Así de simple.

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