Leslie Howard había nacido en Londres hacia 1893. Se alistó como voluntario durante la Primera Guerra Mundial, pero fue dado de baja por problemas de salud. Casi por casualidad comenzó su brillante carrera teatral, destacándose por su elegancia y talento interpretativo. Hombre multifacético, era también director y productor. Fue justamente Howard quien descubre a Humphrey Bogart y lo lanza al estrellato. Entre ellos existió una estrecha amistad que duró hasta el final de sus días.
Casado con Ruth Evelyn Martin, tuvo dos hijos. Uno de ellos, Ronald, se destacaría interpretando a Sherlock Holmes. Sin embargo, Leslie mantuvo una apasionada relación con la actriz española Conchita Montenegro, quien tendría un rol insospechado en la muerte del actor.
Con la excusa de brindar una conferencia sobre Hamlet, viajó a Madrid. En realidad, cumplía una misión encomendada por el mismísimo William Churchill: tener una entrevista con Franco para asegurarse que España no entrase a la guerra. La fachada era perfecta; el actor shakesperiano que viajaba a ver a su amante y ésta, a través de quien sería su esposo, Giménez-Arnau, consiguió una entrevista con Franco, para interesarlo en una superproducción sobre Cristóbal Colón. Hasta se llegó a comentar que el caudillo podría interpretar el papel del descubridor de América (algo difícil de imaginar).
Al parecer el mensaje fue más conciso, Churchill estaba dispuesto a reconocer el régimen franquista a cambio de su abstención de participar en el conflicto armado. Si esa fue la misión, Leslie Howard la cumplió a la perfección.
Durante su retorno a Inglaterra, el avión de línea donde viajaba fue atacado por cazas de la Luftwaffe sobre las costas de la Coruña. El cuerpo de Howard se perdió en el océano.
¿Porqué los aviones alemanes atacarían a un avión comercial de una aerolínea holandesa? ¿Fue por casualidad? Algunos sostienen que el mal tiempo había desviado a esta flotilla de cazas alemanes y que se habrían equivocado de blanco. Otras versiones dicen que un espía nazi habría confundido a un amigo de Howard que viajaba con él, con el primer ministro británico, por entonces en Casa Blanca reunido con Roosevelt.
Al enterarse Churchill de la muerte de Howard, escribió “La brutalidad de los alemanes solo puede ser comparada con la estupidez de sus agentes“. Para Churchill, Howard era una de las facetas más preclaras de la propaganda británica contra el régimen nazi.
Al morir Leslie Howard tenía 50 años. Fue un intérprete brillante, una estrella de Hollywood y un gran patriota.