Antes de la Partición de la India, la Resolución de Lahore inicialmente definió dos Estados separados de mayoría musulmana en dos regiones, al noroeste y al este de la India británica. Dicha resolución se produjo en marzo de 1940 y su texto decía que “las regiones demarcadas deben constituirse, con los reajustes territoriales que sean necesarios, para que las áreas en las que los musulmanes son numéricamente mayoritarios, como en las zonas noroccidental y oriental de la India (británica), se agrupen para constituir “Estados independientes” en los que las unidades constituyentes deberían ser autónomas y soberanas.”
En 1946, el primer ministro Huseyn Shaheed Suhraward hizo una propuesta para un Estado independiente en la región oriental (“Bengala unida”), pero las autoridades coloniales británicas no lo aceptaron. Luego de la Partición de la India, en 1947 nace Pakistán, país que queda dividido en dos regiones, la oriental (Pakistán Oriental) y la occidental (Pakistán Occidental), separadas por 1.600 km de territorio en el medio de ambas (la India, ni más ni menos). Esto no respetaba lo que decía la resolución, ya que no fueron dos Estados independientes, sino que convergieron en un solo Estado que abarcaba ambas regiones: Pakistán.
Desde la independencia de Pakistán, Pakistán Oriental no había tenido acceso al gobierno y había sido sometido tanto económica como militarmente por Pakistán Occidental, claramente dominante. La capital de Pakistán, Islamabad, estaba ubicada en el oeste y tenía mayoría étnica punjabí. El este, en cambio, estaba habitado por la etnia bengalí. El único vínculo entre ambas regiones era el Islam.
En 1970 el partido nacionalista Awami, de Pakistán Oriental, obtuvo una mayoría aplastante en las elecciones parlamentarias. El líder de dicho partido, Sheikh Mujibur Rahman, debería haber sido primer ministro, pero Agha Muhammad Yahya (Yahya Khan), general y político que era presidente de Pakistán, disolvió la Asamblea Nacional, arrestó a Mujibur y envió soldados punjabíes al este para reprimir a los que llamó “disidentes” (que en vista del resultado de las elecciones eran mayoría). Esto se llamó “Operación Reflector”, que fue pergeñada para suprimir el movimiento nacionalista bengalí, y cuya consecuencia fue el estallido de la guerra civil. Nada nuevo, digamos.
Los soldados punjabíes de Yahya mataron a más de un millón de bengalíes (hay historiadores que dicen que hasta tres millones), y diez millones más huyeron hacia India, donde el gobierno de Indira Gandhi los alojó en campos de refugiados. India comenzó a ayudar activamente a los separatistas bengalíes y apoyó al ejército de resistencia de Bangladesh conocido como Mukti Bahini.
En abril de 1971, el partido Awami, ahora dirigido por Zia-ur Rahman, proclamó el nacimiento del Bangladesh independiente en lo que antes era Pakistán Oriental, declarándose a sí mismo como “Estado soberano de Bangladesh” y estableciendo un gobierno en el exilio en Calcuta, India. Esto hizo que las relaciones entre India y Pakistán, que siempre habían sido difíciles (por no decir malísimas), se dañaran definitivamente; en ese contexto, Yahya bombardeó ocho bases aéreas indias.
Pakistán tenía ahora dos enemigos: los separatistas bengalíes y la India. Gandhi envió a su ejército a defender Bangladesh; Pakistán fue apoyado por EEUU, ya que lo consideraba importante desde el punto de vista estratégico como parte de la red de contención en torno a la URSS (la India se declaraba como un país “no alineado”, pero EEUU lo consideraba cercano y afín a la URSS). El apoyo norteamericano, sin embargo, fue más simbólico y declamatorio que efectivo, y Pakistán fue derrotado por la India.
Mujibur Rahman se convirtió entonces en el primer ministro del nuevo país: Bangladesh (el anterior Pakistán Oriental). Estableció su capital en Dacca y debió afrontar una realidad que mostraba a un país en ruinas, no sólo por la guerra sino por muchos años de gobierno extranjero (pakistaní, y antes, británico). Fue el comienzo de un largo y tortuoso camino.