Simón Bolívar y sus Primeros Años

Caracas, Cuna de Grandes Venezolanos

Para finales del siglo XVIII Caracas era una ciudad tranquila y fresca, habitada por unas cuarenta mil personas. Por sus largas calles circulaban carruajes, caballos y burros de carga. Las casas de una sola plata con altas ventanas y puertas, albergaban hermoso jardines en su interior. El único reloj público se hallaba en el campanario de la Catedral.

La ciudad estaba cruzada por un río cristalino: el Guaire; sus márgenes estaban repletas de sauces; por sus aguas se podía navegar en pequeñas canoas o balsas. al norte, el Ávila comunicaba a los caraqueños con los comerciantes y visitantes procedentes de La Guaira. Desde la montaña muchos visitantes pudieron apreciar el hermoso valle, y en sus posadas conocieron la situación política y económica de la provincia.

La vida cotidiana se desarrollaba entre las tertulias, las oraciones, los paseos a las haciendas vecinas, las visitas a la iglesia y a las esporádicas funciones teatrales. Los santos, las fiestas , los ritos , las leyendas y los aparecidos formaban parte de las tradiciones de la ciudad.

Durante los últimos años del siglo XVIII esta apacible ciudad vio nacer a Francisco de Miranda, el Precursor, Simón Rodríguez, insigne educador; Andrés Bello, humanista; Simón Bolívar, Libertador de América y Luis Cáceres de Arismendi, heroína de la Independencia. Caracas también fue el centro del movimiento del 19 de abril de 1810, con el que se inició la gesta emancipadora.

Bolívar, Hijo de Mantuanos

Los Bolívar y los Palacios fueron considerados en la Caracas colonial como una de las familias mas antiguas, distinguidas e influyentes. Juan Vicente Bolívar poseía una inmensa fortuna en haciendas, trapiches, ganado, esclavos y casas. También se desempeñó como Procurador General de Caracas, contador de la Real Hacienda y coronel de las Milicias Regladas de Blancos de los valles de Aragua. Administraba sus plantaciones de caña dulce, cacao, trigo y añil en San Mateo, Suata y Macaira; también las ricas minas de cobre ubicadas en Aroa y los dos hatos ubicados en los llanos de Aragua y Guárico.

Otros bienes que tenian fueron una tienda de mercería y varias casas arrendadas en La Guaira. Juan Vicente aportó al matrimonio una cuantiosa suma de dinero.

Los Blanco eran de los abolengo y poseían fortuna. María de la Concepción Palacios y Blanco era hija de Francisco Blanco Infante y Herrera, quien descendía del Capitán Francisco Infante, uno de los fundadores de Caracas junto con Diego de Losada.

La Familia Bolívar Palacios

Juan Vicente y María de la Concepción

María de la Concepción Palacios y Blanco, descendiente de reconocidas familias, nació en Caracas en 1758 y se casó a los 15 años con Juan Vicente Bolívar y Ponte. De modales refinados y educada, se dedicó al cuidado de sus hijos con la ayuda de sus esclavas. Enviudó a la edad de 28 años y desde entonces se encargó de administrar y consolidar la cuantiosa fortuna familiar. Contrató servicios para la construcción de una casa campestre: la cuadra Bolívar, ubicada en las afueras de Caracas. Este lugar se convirtió en sitio de recreo de sus hijos y de reunión de la alta sociedad caraqueña. Murió en 1792; sus hijos quedaron bajo la tutela de Feliciano Palacios, quien falleció en 1793.

Juan Vicente Bolívar nació en la victoria el 15 de octubre de 1726. Ejerció los cargos de procurador general de Caracas (1747), teniente de gobernador (1759) y administrador de la Real Hacienda (1765). Dejó una cuantiosa herencia conformada principalmente por bienes inmuebles y haciendas de cacao.

Los Hermanos de Bolívar

Simón Bolívar era el menor de los seis hijos: María Antonieta, Juana Nepomucena, Juan Vicente, María del carmen ( quien falleció horas después de nacer ) y Juan Agustín Bolívar.

Maria Antonieta, la primogénita, nació en Caracas el 1 de noviembre de 1777. En sus dos matrimonios tuvo 11 hijos. Aunque respet´p y admiró al Libertador, siempre fue partidaria de la causa realista. Murió en Caracas el 7 de octubre de 1842 poco antes de que llegaran a Caracas los restos del Libertador.

La segunda hija de los Bolívar Palacios, Juana Nepomucena, nació en Caracas el 16 de mayo de 1779. Se casó con su tio Dionisio Palacios y Blanco. Uno de sus hijos, Guillermo, murió en la Guerra de Independencia al igual que su padre.

Juan Vicente nació el 30 de mayo de 1781. A los 12 años se hizo cadete y en 1804 era capitán. Tuvo tres hijos; uno de ellos, Fernando sirvió de secretario del Libertador.

A los hermanos Bolívar y Palacios se agregó Juan Agustín Bolívar ( hijo de Juan Vicente Bolívar y Ponte quien había sido concebido antes de su matrimonio). Aunque su padre no lo reconoció, le destinó 400 pesos en su testamento. Juan Agustín dejó larga descendencia en Maracaibo.

Infancia de Bolívar

El 24 de Julio de 1783 nace en Caracas el Libertador de América: Simón Bolívar, no tuvo una infancia feliz ni una educación sistemática. Sus primeros años de vida transcurrieron entre sucesos que marcaron su destino. A temprana edad quedó huérfano. Apenas murió su madre María de la Concepción en 1972, sus hermanas se casaron, mientras que Juan Vicente y él quedaron bajo la tutela de Juan Félix Palacios y Blanco y Feliciano Palacios, respectivamente. Desde ese momento comenzó a residir en la casa de su abuelo. Pero al fallecer éste. en 1793, se nombró a Esteban Palacios (tío materno) como su tutor, quien al momento de la decisión se encontraba en España gestionando su ingreso en la Compañía de Reales Guardias de Corps. De tal modo que la Audiencia decidió designar a su otro tío, Carlos Palacios, quien era el alférez mayor de la ciudad. La asignación de un tutor respondió fundamentalmente a la necesidad de administrar los cuantiosos bienes que había heredado el joven.

Bajo la custodia de Carlos, recibió mayor atención y cuidado de los esclavos debido a las consecuentes ausencias de su tío. Durante una larga temporada sus salidas se redujeron a la escuela pública, algunas caminatas con su maestro Simón Rodríguez, y a las visitas a la Cuadra Bolívar.

En julio de 1795 el niño aprovechó que el tío estaba ausente y tomó la decisión de irse a vivir con María Antonia. Ésta apoyó la decisión y acudió a la Real Audiencia, en la que alegó que en ausencia de su tutor el niño debía ser cuidado por sus parientes mas inmediatos y que además éste se resistía a volver a su antiguo domicilio.

Las autoridades dictaminaron que debía permanecer en casa de su hermana. La medida fue apelada por Carlos, insistía en que se le inculcaba a su pupilo ideas poco adecuadas para su edad.Se inició un reñido juicio. El Jurado decidió a favor de Carlos pero Simón se resistió y declaró ante los magistrados: ”Ustedes pueden hacer con mis bienes lo que quieran, pero con mi persona no. Si los esclavos tienen libertad para elegir amos, a mi no me la pueden negar para vivir en la casa que me agrade”. Finalmente en agosto del mismo año acordaron llevar al joven a la casa de Simón Rodríguez, donde vivían familiares, criados y cinco alumnos internos. María Antonia solicitó que fuera trasladado al Colegio Seminario que se encontraba en Caracas.

Simón estuvo en casa de Simón Rodríguez apenas unos días. De allí tambien se fugó. Al día siguiente regresó en compañía de el sacerdote Juan Antonio de la Virgen Viana. La Real Audiencia dictó una resolución mediante la cual hizo comprometer al joven a comportarse de manera adecuada, respetar al maestro, asistir puntualmente a clases y cumplir con sus obligaciones. En octubre, después de varios meses de litigio, Simón expresó su deseo de volver con su tío Carlos. Al parecer esta decisión fue tomada para evitar ser enviado al Seminario.

La nodriza y la niñera de Simón Bolívar

Hipólita Bolívar

Hipólita nació en 1763 en San Mateo. Como la mayoría de los esclavos, llevaba el apellido de la familia a la que servía. en 1782 se casó con uno de la familia en la hacienda de Santo Domingo de Macaira, en Caucagua. Tuvo un hijo en 1783. Juan Vicente Bolívar le solicitó que se trasladara a Caracas para ayudar en la crianza de los niños.

La negra Hipólita sustituyó a Inés Mancebo de Miyares, quien amamantaba a Simón debiado al delicado estado de salud en el que se encontraba María de la Concepción. Entre la negra y Simón existió gran afinidad. A lo largo de su vida bolívar profesó un inmenso cariño y agradecimiento por su nodriza. El 10 de julio de 1825, desde la lejana ciudad peruana de Cuzco le escribió a su hermana María Antonia: ” Te mando una carta de mi madre Hipólita para que le des todo lo que ella quiere; para que hagas por ella como si fuera tu madre, su leche ha alimentado mi vida, y no he conocido otro padre que ella”

Hipólita murió en Caracas el 25 de junio de 1835. Sus restos reposan en la cripta que inauguraron los Bolívar en la Catedral de Caracas en 1690.

Matea Bolívar

Matea fue aya o niñera de Simón. Nació en San José de Tiznados, Guárico, el 21 de septiembre de 1773. Creció entre Caracas y San Mateo y se formó para los oficios domésticos. Apenas 10 años mayor que Simón, lo atendió y compartió sus juegos y le contó algunos cuentos y leyendas.

La negra Matea murió en Caracas el 29 de marzo de 1886. Sus restos fueron trasladados a la cripta de los Bolívar el 31 de julio de 1975.

Las Herencias del Libertador

Bolívar recibió cinco herencias, la primera fue otorgada por Juan Féliz Jerez Aristiguieta en 1788. Esta cuantiosa fortuna incluyó la casa de Gradillas, las haciendas de cacao valoradas en 112 732 pesos, algunos objetos y enseres (como ollas de cobre y floreros de porcelana china), platería y cristalería. También heredó de sus padres, abuelo materno y su hermano Juan Vicente las minas de cobre en Aroa, la casa y trapiche de San Mateo, la Cuadra Bolívar y la hacienda El Trapiche.

Mucho se ha escrito sobre el destino y uso de la fortuna de Bolívar. Algunos señalan que este hombre murió en la mayor de las pobrezas, pues la revolución que encabezó lo fueron arruinando poco a poco. Ciertamente fue vestido al momento de su muerte con una camisa prestada, pero ello se debió a que los baúles que contenían su ropa se habían quedado en Cartagena.

La fortuna acumulada de Bolívar incluyó también cajas de oro y plata. Fue uno de los hombres mas ricos de su época.

La Casa Natal del Libertador

La casa donde nació el Libertador Simón Bolívar está situada en el viejo casco urbano de Caracas, entre las esquinas llamadas de San Jacinto y Los Traposos, en una manzana inmediata a la plaza mayor que hoy lleva el nombre del héroe, y que fue, por mucho tiempo, centro histórico de la ciudad. Fue construida en el siglo XII, gracias al matrimonio de Don Juan Vicente Bolívar Villegas con Doña María Petronila de Ponte y Marín Narváez, quien la hubo por herencia de su madre, Doña Josefina Marín de Narváez, casada con Don Pedro de Ponte Andrade Jaspe de Montenegro. En esta casa nació el Libertador Simón Bolívar el 24 de julio de 1783.

La casa permaneció en poder de la familia Bolívar hasta el año 1806, cuando fue vendida a don Juancho de la Madriz, rico pariente del Libertador Bolívar . Los descendientes de la familia Madriz vivieron en ella hasta 1876, año en que fue comprada por Antonio Guzmán Blanco, quien fuera Presidente de Venezuela en la segunda mitad del sigo XIX. Desde que la casa fue adquirida por Guzmán Blanco se la dividió en dos locales por una pared construida a todo lo largo del edificio, y se la alquiló a particulares. Esta situación hizo que en varias oportunidades se intentasen colectas populares para adquirir la Casa del héroe, lo que se logró finalmente el 11 de octubre de 1912, cuando la Nación adquirió el inmueble a los sucesores de Guzmán Blanco, por la cantidad de 111 362 bolívares con 70 céntimos. En esta compra tuvo participación decisiva la Sociedad Patriótica que formaron un grupo de intelectuales y otras figuras representativas.

Las Primeras Escuelas de Simón Bolívar

Simón Bolívar fue uno de los hombres más cultos de su época. Sus viajes, lecturas y contacto con personas de la Ilustración formaron su bagaje cultural. Tuvo la notable influencia de Andrés Bello, Simón Rodríguez, Alejandro Humboldt, Aimé Bonplant y Francisco Javier Ustáriz, entre otros personajes.

A finales del siglo XVIII en Caracas había una sola escuela pública. Las otras eran privadas, como el Convento de San Francisco o la que Simón Rodríguez mantenía en su casa. Todos los alumnos que asistían a estas escuelas pertenecían a la clase alta de la sociedad. La Escuela Pública de Primeras Letras y Latinidad, estuvo dirigida, entre otros, por Guillermo Pelgrón y Simón Rodríguez. Se impartían conocimientos de gramática latina, lectura, escritura, catecismo político, doctrina cristiana, rudimento de aritmética y de geografía, cortesía y urbanidad.

Tanto la madre como el abuelo de Simón Bolívar se hicieron responsables de que éste tuviera profesores en su propio hogar durante los primeros años de su niñez. Entre los maestros se contaban Francisco A. Carrasco y Fernando Vides, quienes le enseñaron escritura y aritmética; el padre José Negrete, historia y religión y Guillermo Pelgrón nociones del latín. Francisco de Paula Ravé quien se hizo llamar padre Andújar, tenía amplios conocimientos en diversas materias: matema´tica, botánica, historia natural, física experimental, agricultura, dibujo. Transmitió mucho de estos saberes a Simón mientras estuvo en la Academia de Matemáticas que instaló en una de las habitaciones de la casa de Carlos Palacios, lugar donde vivía Simón. Luego de la muerte de sus padres Simón fue inscrito en la Escuela Pública, donde las clases fueron más formales. Allí Bolívar tuvo como maestro a Simón Rodríguez quien tenía a su cargo 114 alumnos además de él, quienes fueron a los que se destacaron años después como líderes de la Independencia de Venezuela.

Simón Rodríguez

Simón Rodríguez se distinguió como educador, escritor y filósofo. Nació en Caracas el 28 de octubre de 1771. De origen humilde, trabajó en diversos oficios para su subsistencia. Obtuvo el título de maestro el 23 de mayo de 1791 y desde entonces se dedicó a la enseñanza durante toda su vida.

En 1792 se estableció el primer contacto entre Bolívar y Rodríguez. Cinco años duró esta relación; los encuentros eran prácticamente a diario, primero iba a la casa natal del niño Simón y luego en la escuela pública. Según las opiniones de Bolívar, Rodríguez era un maestro que enseñaba divirtiendo, y que además, distinto a lo tradicional, utilizaba para su labor el campo frente a la naturaleza.

El maestro Simón Rodríguez murió en la aldea peruana de Amotape, el 28 de febrero de 1854, ”pobre y sin hogar”. Sus restos que reposaban en el Panteón de los Héroes en Lima desde 1924, fueron trasladados a Caracas (Venezuela) y depositados en el Panteón Nacional el 28 de febrero de 1954, en ocasión del centenario de su muerte.

Texto publicado originalmente en el sitio http://sicobiografia.blogspot.com/

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