Hoy se cumplen 107 años de la inauguración del Monumento que recuerda en el Cerro de la Gloria la gesta sanmartiniana en el mítico Cruce de Los Andes, una de las obras más importantes en su género desde el punto de vista artístico, histórico y arquitectónico, cuya autoría pertenece al escultor uruguayo Juan Manuel Ferrari.
La base del monumento está realizada con piedras que sugieren un pico escarpado. Al frente y separado de ese cuerpo se alza la figura del general José de San Martín, con los brazos cruzados sobre el pecho, la mirada hacia el infinito y el capote que denota el viento sobre la montaña, montado sobre su caballo con las cuatro patas apoyadas, símbolo de que murió en la vejez y no en batalla.
En la obra se destacan tres frisos por lado de 15 metros de largo por tres de alto y hasta un metro de profundidad, que representan la gesta libertadora: la fundición de armas con Fray Luis Beltrán; las damas de la sociedad donando sus joyas; la partida del Ejército Libertador de Chile y Perú con mulares cargados, bueyes, caballos; un encuentro de San Martín con baqueanos y, sobre los lados, los escudos argentino, peruano y chileno.
Detrás de San Martín hay granaderos a caballo a cada uno de sus flancos y en el cuerpo central un grupo de soldados ataca al enemigo, un cóndor andino por levantar vuelo alude a la inspiración de la hazaña libertadora y, coronando la obra, una esbelta figura de mujer con cadenas rotas en sus manos simboliza la Libertad.
La fantástica obra, de 22 metros de alto desde su base, demandó para su ejecución 14 toneladas de bronce.
Ferrari visitó Mendoza para definir el lugar en donde erigir el monumento y al encontrarse con el Cerro del Pilar -como se llamaba antes de rebautizarlo de la Gloria- exclamó: “Este es mi montículo, ni mandado a hacer”.
Una Ley Nacional dictada en el año 1888 dispuso la “creación en la ciudad de Mendoza de un monumento conmemorativo de la Campaña del Ejército de los Andes”.
Sin embargo, la iniciativa nunca se pudo poner en práctica hasta que 21 años después, a través de otra norma sancionada por el Congreso Nacional en febrero de 1909 y conocida como “Ley de Conmemoración del Centenario de Mayo”, dispuso en uno de sus artículos: “levantar en la ciudad de Mendoza un monumento al Ejército de Los Andes” y nombró una comisión para que se realice.
Dos años antes de su inauguración, en enero de 1912, se colocó en el lugar la `piedra fundamental´, dejando de lado las internas ydiscusiones que pretendían un espacio más urbano, como la PlazaIndependencia o la Alameda.
En enero de 1913 el gobernador Rufino Ortega -que se comprometió y tuvo una participación muy activa con la obra- le cambió por decreto el nombre al emplazamiento que tendría el conjunto escultórico, que desde entonces se llama “Cerro de la Gloria”.