Eliseo Reclus: geógrafo y anarquista

“La Geografía es la Historia en el Espacio, lo mismo que la Historia es la Geografía en el Tiempo.”

Reclus, El hombre y la tierra.

Fugitivo de la teología, agricultor fracasado, teórico del anarquismo, brillante exponente de la geografía comparada y uno de los mayores viajeros de su tiempo a pesar de lo contradictorio de su apellido (reclus en francés significa recluido, recluso). Elíseo Reclus es una figura apasionante. Nace en Francia, en Sainte-Fay-La Grande, Gironda, el 15 de marzo de 1830, segundo de una familia de catorce hijos de un pastor protestante, cuya madre descendía en línea directa de Enrique I de Inglaterra. Los hermanos de Eliseo alcanzaron también gran notoriedad: Elías, el mayor, mitólogo y etnólogo, profesor de religiones comparadas en la Universidad Nueva de Bruselas; Onésimo, geógrafo experto en Africa; Pablo, notable cirujano, profesor de la Escuela de Medicina de París; Armando, oficial de la Marina francesa, explorador de la zona del Darién y uno de los padres del proyecto del Canal de Panamá.

En el prólogo de la Novísima geografía universal, de Onésimo y Eliseo Reclus, Vicente Blasco Ibáñez, también autor de la traducción, afirma: “En 1842, cuando Eliseo tenía doce años, abandonó la casa paterna con su hermano mayor Elías para ganarse el pan y conocer el mundo, dirigiéndose a Alemania, donde encontraron en Nemwied (provincias renanas) un puesto en el colegio dirigido por los hermanos moravos”. La estadía en ese establecimiento, más bien lánguida, les permite familiarizarse con el alemán y otros idiomas. Los Reclus conocen en ese internado al futuro novelista británico George Meredith. Cuando Eliseo regresa a Francia en 1847, se matricula, por indicación de su padre, en la Facultad de Teología de Montauban. En 1848 estalla la revolución en París, acontecimiento que cambia la orientación intelectual de Eliseo, que a sus lecturas habituales añade ahora las de Saint-Simon, Fourier, Augusto Comte. Elías y Eliseo se escapan del colegio con otros compañeros, recorriendo las provincias francesas del Mediterráneo, donde se mezclan en agitaciones populares de un marcado carácter socialista. Entonces el padre, que no pierde las esperanzas de contar con otro pastor en la familia, decide enviar a Eliseo a estudiar teología a la Universidad de Berlín. Pero ya es tarde. Ha de resignarse a la evidencia de la transformación de su hijo, que desdeña ahora la teología “y se inclina al viento de los ideales modernos”. Eliseo cambia las Escrituras por las clases de Kari Ritter, catedrático de geografía de la Universidad de Berlín, autor de La geografía en sus relaciones con la naturaleza y la historia del hombre, obra inconclusa en diez tomos, publicada entre 1822 y 1859, uno de los trabajos fundamentales de la geografía comparada que, en cierta manera, sería complementado más tarde por la Geografía universal de Eliseo Reclus, al incluir estudios de Europa, América y Oceanía.

En 1851 Eliseo y Elías vuelven a Francia, a Orthez, a la casa paterna. En diciembre de ese año se produce el golpe de Estado de Luis Napoleón, presidente de la República, quien ocupa el trono imperial como Napoleón III. La muerte de la joven República suscita olas de protesta y un levantamiento armado en la capital y en las provincias. Mientras Víctor Hugo encabeza la insurrección en París, en Orthez, Elías y Eliseo Reclus fracasan en su intento de tomarse el ayuntamiento. El gobierno ordena la deportación de los insurrectos. El 1 de enero de 1852, los dos abandonan Francia. Se instalan en Londres, donde aspiran a desempeñarse como maestros. No lo consiguen, y marchan a Irlanda donde subsisten como peones agrícolas.

A los 22 años, personaje escapado de algún relato de Conrad o Melville, Eliseo Reclus se embarca como ayudante de cocina del John Howell, velero de tres mástiles que zarpa de Valentía con destino a Nueva Orleans. En Estados Unidos, consigue empleo de preceptor en casa de los Fortier, propietarios de extensas plantaciones. Entonces descubre la tragedia de la esclavitud. Su capacidad de análisis y su indignación compasiva le permiten escribir “La esclavitud en los Estados Unidos”, serie de artículos publicados por la Revista de dos Mundos en 1860, cuando se inicia la guerra de Secesión. Impelido por su deseo de conocer nuevas tierras, recorre varios países de América Latina y en 1855 llega a la Nueva Granada. En el prefacio a Viaje a la Sierra Nevada de Santa Marta (París, 1861) dice: “En 1855 un proyecto de explotación agrícola y el amor a los viajes me llevaron a la Nueva Granada. Después de una permanencia de dos años volví sin haber realizado mis planes de colonización y de exploración geográfica; sin embargo, y a pesar del mal resultado, nunca me felicitaré lo bastante por haber recorrido ese admirable país, uno de los menos conocidos de América del Sur, ese continente así mismo poco conocido”. En noviembre de 1869 aparece en Bogotá la traducción de este libro realizada por Gregorio Obregón y publicada en la Imprenta de Foción Mantilla.

El 1 de julio de 1857 Eliseo Reclus le escribe a su madre: “Salgo hoy a bordo del navio Providence con destino a El Havre. Como curiosidad merecedora de serte referida, diré que no tengo mucho, aparte de mi propia persona”. Ya en Francia, publica ese año La historia del suelo de Europa, su primera obra. Para ganarse la vida redacta estudios geográficos para Revista de dos Mundos, Boletín de Geografía y Revista Germánica, y colabora con las guías de viaje publicadas por la Librería Hachette, que pretendía así competir con Baedeker. Estos trabajos lo obligan a desplazarse por Alemania, Suiza, Italia, Inglaterra, España y Sicilia. Citemos algunos de ellos: Guía de Saboya. Excursiones por el Delfinado, Guía de los viajeros en Londres, Los Alpes Marítimos. También traduce al francés parte de la obra de su maestro Karl Ritter. Eliseo, que a veces trabaja en colaboración con su hermano Onésimo, empieza a ser reconocido. Y no sólo en Francia. Por aquella época el Times ya lo considera “uno de los grandes geógrafos de nuestro tiempo”.

Sin embargo, “contra lo que pudiera parecer, el geógrafo no había enterrado al anarquista”. En los Manuscritos de Montauban (denominados así por su sobrino), Eliseo Reclus había escrito: “La anarquía es la más alta expresión del orden. Para que el socialismo llegue a su perfecta expresión, es preciso que salvaguarde al mismo tiempo los derechos del individuo y los derechos colectivos. El hombre no es un accidente sino un ser libre, necesario y activo, que, ciertamente, se une con sus semejantes pero no se confunde con ellos”. En 1867 se afilia a la Internacional de Trabajadores.

La casa de la calle Feuillantines Nº 71 en París, donde viven Elías, Elíseo y Clarisse, su compañera, es centro de reunión semanal de anarquistas y emigrados rusos, polacos, españoles. En 1868 aparece el estudio de Eliseo sobre los continentes, que constituye el primer volumen de La Tierra, y luego sus libros Historia de una arroyo e Historia de una montaña, ejemplos clásicos de geografía viviente. En Francia y en el extranjero, se afianza su fama como geógrafo. Clarisse, hija de senegalesa y de un capitán de la Marina Mercante de Sainte-Fay, muere el 28 de febrero de 1869.

La guerra Franco-Prusiana estalla en 1870 y Eliseo, unido ahora a Fanny Lherminez, ingresa a la Guardia Móvil o Batallones de Marcha. Al saber que se está organizando un cuerpo de globos dirigido por Nadar, fotógrafo amigo suyo, Eliseo envía una carta solicitando ingreso: “Creo que podría ser útil. A la cualidad de ser más pesado que el aire, uno la de ser geógrafo y un poco meteorólogo. Además, tengo voluntad”. Nadar y Reclus crean el servicio de palomas mensajeras que tanto alivia el sitio de París. Cuando termina el enfrentamiento con Prusia es proclamada La Comuna en París, lo que significa la guerra civil. Reclus aboga por la conciliación en un artículo escrito para El Grito del Pueblo, diario de Jules Vallés. En una salida de las tropas “federadas”, a las cuales se había unido como voluntario, es hecho prisionero por las tropas de Versalles en la explanada de Chatillon.

Detenido, soporta meses de incertidumbre, hasta que el 15 de noviembre de 1871 es sometido a un consejo de guerra en Saint-Germain, que lo condena a deportación perpetua. Tanto en Brest como en Quelern, prisiones a las que es sucesivamente trasladado, hace gala de admirable entereza. Corrige en las mazmorras las pruebas del segundo volumen de La Tierra y organiza cursos de geografía e inglés para los presos que van a ser deportados a Nueva Caledonia. Elías, que durante La Comuna dirige la Biblioteca Nacional, luego de la derrota debe huir para salvar la vida.

Gracias a la intervención de algunos europeos notables pertenecientes al mundo de la ciencia y de las letras, la sentencia de deportación- perpetua es conmutada por diez años de destierro. Entre ellos se encuentra Charles Darwin. Reclus permanece en Suiza desde 1872 hasta 1890. Fanny Lherminez muere en Lugano en 1874 y Eliseo, que soporta mal la soledad, se une a la botánica y entomologista Ermance Trignant-Beaumont. Los de Suiza son años de intenso trabajo y en su nueva esposa encuentra una colaboradora invaluable. En 1872 firma con la casa Hachette un contrato para la redacción y publicación de la Nueva geografía universal: 19 tomos de 800 a 900 páginas cada uno, mil grabados y cuatro mil mapas, obra que se editaría primero en fascículos de 16 páginas. Reclus emplea veinte años en concluirla. Por su trabajo recibe 600 francos mensuales, más dos céntimos por cada fascículo vendido.

En 1877, Reclus conoce a Pedro Kropotkin. El anarquista ruso era también geógrafo y sus trabajos científicos despiertan todavía hoy gran interés. En Alrededor de una vida, el príncipe ruso trazó el retrato moral de Eliseo: “Era el prototipo del verdadero puritano por su manera de vivir y, desde el punto de vista intelectual, el filósofo o enciclopedista francés característico del siglo XVIII; el anarquista para quien el anarquismo no es más que el compendio de su vasto y profundo conocimiento de las manifestaciones de la vida humana bajo todos los climas y en todas las épocas de la civilización, y cuyo estilo, de una belleza apasionante, conmueve el alma y la conciencia”.

Eliseo Reclus muere en Thouront, Bélgica, el 4 de julio de 1905. Se había trasladado a ese país por invitación de la Universidad de Bruselas para dictar un curso de geografía. Diferencias insalvables con las directivas motivaron que el curso no se realizara allí sino en la Universidad Nueva (conocida también como Instituto de Altos Estudios y Universidad Libre), fundada por el propio Reclus y por Guillermo de Greet, para dictar en ella sus clases.

Texto extraído del sitio: https://www.banrepcultural.org/biblioteca-virtual/credencial-historia/numero-35/eliseo-reclus-geografo-y-anarquista

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