Traidores (Parte III)

“El mundo necesita traidores para funcionar”

PARTE I: https://historiahoy.com.ar/136914-traidores-parte-i/

PARTE II: https://historiahoy.com.ar/137026-traidores-parte-ii/

Robert Ford traicionó a Jesse James. Luego de luchar junto al ejército confederado y rendirse ante la Unión, los hermanos Jesse y Frank James se unieron a un grupo de forajidos que adquirió notoriedad por la audacia de sus asaltos a trenes. Los miembros de la banda fueron muriendo o retirándose hasta que quedaron los James y algunos pocos, entre ellos Charlie Ford, hermano de Robert. Es en esas circunstancias que Robert logró unirse a la banda, y ambos se fueron a vivir a la casa de los James. En la convivencia y mientras planean el siguiente golpe, Robert comienza a sentir admiración por Jesse y se vuelve su confidente y protegido. Pero Robert tenía un acuerdo con el gobernador Thomas Critteden, que había hecho de la captura de los hermanos James su máxima prioridad y le había prometido un indulto total y una recompensa de 10.000 dólares a cambio de que entregara o matara a Jesse James, por entonces el criminal más buscado de todo el país.

     Mientras planean un asalto al banco Platte City, Jesse se entera, leyendo en el diario la confesión de Dick Liddil, un miembro de la banda anterior de Robert Ford que había sido apresado, que éstos habían participado en el asesinato de su primo; eso hizo que Jesse comenzara a sospechar de los Ford. Según el mismo Robert Ford, Jesse se había dado cuenta de que estaban allí para traicionarlo. Sin embargo, en lugar de matar o encarar a los Ford, Jesse se sacó el cinto con sus pistolas, cruzó la sala de estar de su casa dejando sus armas en un sofá, al alcance de Robert, y se puso, de espaldas, a desempolvar un viejo cuadro colgado. Robert Ford sacó su arma, le disparó a Jesse por la espalda apuntando a su nuca e inmediatamente huyó con su hermano. Después del asesinato, los Ford reclamaron la recompensa al gobernador Crittenden y se entregaron a las autoridades. Fueron acusados de asesinato en primer grado, se declararon culpables y fueron condenados a muerte en la horca, pero dos horas después el gobernador Crittenden les otorgó el indulto total. Crittenden cumplió su palabra, los Ford cobraron su dinero y todos a casa. Menos Jesse James, claro.

Frank Sheeran traicionó a Jimmy Hoffa. Después de haber participado en la Segunda Guerra Mundial, Frank Sheeran (alias “el irlandés”) trabajó como camionero. Eso le permitió relacionarse con la mafia y conocer a a Jimmy Hoffa, el famoso líder sindical de los camioneros. A partir de ese momento su vida osciló entre la relación con jefes de la mafia y sindicalistas pesados, que es lo mismo que decir que se manejó en un ámbito ilegal y delictivo. La mafia y los sindicatos (en especial de los camioneros de Hoffa) estaban entrelazados, y en circunstancias aún poco claras, cuando se había ganado por completo la confianza de Hoffa, Sheeran lo traicionó. Las circunstancias de la muerte de Hoffa aún no están confirmadas oficialmente, pero las versiones más confiables indican que Sheeran lo habría asesinado (en una emboscada a la que llevó con engaños a Hoffa) o al menos habría tenido una participación directa en su desaparición.

-John Sculley traicionó a Steve Jobs. Jobs había pasado meses tratando de convencer a John Sculley de que se convirtiera en CEO de Apple, hasta que finalmente logró convencerlo y lo contrató. Luego de muchos desacuerdos, Jobs fue despedido de la empresa que él mismo había fundado, por la mesa directiva y a instancias de Sculley. Las cosas luego no fueron bien y la empresa volvió a llamar a Jobs, que volvió a Apple.

Mark Zuckerberg traicionó a sus socios. Mark Zukerberg y Eduardo Saverin crearon Facebook cuando eran estudiantes en Harvard. Se repartieron las responsabilidades y la cosa iba viento en popa hasta que Zukerberg hizo una maniobra comercial y financiera desleal y redujo el porcentaje societario de Saverin de un 34% a un 0.3%. Saverin demandó a Facebook y a Zuckerberg,  ganó el litigio y obtuvo un 7% de la propiedad. Zuckerberg también se sacó de encima a Andrew McCollum, Dustin Moskovitz y Chris Hughes, los otros tres miembros fundadores, a quienes  endulzó un poco con una buena cantidad de dinero, muy lejana a lo que hubieran podido ganar permaneciendo como socios en Facebook.

-Ray Kroc traicionó a los hermanos McDonald. Ray Kroc era vendedor de batidoras, y cuando los hermanos Richard (Dick) y Maurice (Mac) McDonald le encargaron ocho batidoras para su local, se sintió intrigado, ya que era un momento de crisis económica. Entonces fue a conocer el local de los hermanos y enseguida se dio cuenta de que esa idea de servicio iba a ser un éxito (en realidad ya lo era, a nivel local). Tuvo una visión a futuro casi inmediatamente y les propuso a los hermanos McDonald, que ya vendían franquicias localmente, crear McDonald’s en todo el territorio de EE.UU. Dick y Mac estuvieron de acuerdo pero le dijeron que ellos no querían encargase de esa tarea, y así Kroc comenzó a trabajar en la empresa cumpliendo la función de extender la marca. Kroc contrata a Harry Sonneborne como gerente de finanzas de McDonald’s, y ese mismo año Kroc funda “McDonald’s Systems, Inc.”.

     La empresa ganó fama en pocos años y se expandió por todo el país. Pero cuando Kroc quería más: el contrato firmado no le generaba los ingresos que esperaba y exigió renegociar su parte de los beneficios con los McDonald. A los hermanos los abrumaba la ambición de Kroc, que consideraban desmesurada, y su empuje comercial, mientras que el sueño de ellos dos era el de ganar un millón de dólares y jubilarse. Los ahora socios discutieron y empezaron a distanciarse, y Harry Sonnerbone le sugirió a Kroc cómo hacer un mejor negocio: si adquiría los terrenos donde posteriormente se construirían los nuevos restaurantes, podría vender no sólo el modelo de negocio sino alquilar también el espacio.

     Kroc decidió quedarse el negocio en exclusiva. Para eso se redactó un nuevo acuerdo que estipulaba que Kroc les pagaría unos 2,7 millones de dólares a Mac y Dick por la compra de la marca además de entregarles un 0,5% de todos los beneficios que generara. Kroc aceptó inicialmente, pero decidió realizar una serie de maniobras comerciales tendientes a evitar el pago del porcentaje de beneficios, para quedarse con el 100% de los mismos. Así, trucos de Kroc e ingenuidad de los hermanos mediante, Kroc se quedó con el nombre “McDonald’s”, obligó a los hermanos a cambiar el nombre de su local original en San Bernardino, y abrió un nuevo local a tan solo unos metros de la hamburguesería original, lo que provocó la pérdida de clientes de la misma y su cierre, ya que el nombre pertenecía ahora a Kroc. Los hermanos McDonald ya no podían usar su propio apellido para sus hamburgueserías, mientras Ray Kroc hizo crecer el negocio hasta transformarlo en la cadena de hamburgueserías más grande del mundo.

-Bernie Ecclestone traicionó a Carlos Reutemann. Ecclestone confesó, más de 40 años después, que había “hecho maniobras” para perjudicar a Carlos Reutemann en la carrera decisiva (la última del campeonato) de 1981 en Las Vegas, en la que Reutemann (que llegaba como líder del campeonato a esa última carrera) se jugaba el título de campeón del mundo. Admitió haber hecho “maniobras financieras” con los masajistas (sobornos, en buen criollo) que terminaron beneficiando a Nelson Piquet, del equipo Brabham (propiedad de Ecclestone), quien finalmente fue el campeón. Todo muy poco claro, eso sí. “Ganamos el campeonato de 1981 y fue el final para Carlos, que dejó de correr poco después”, dijo Ecclestone sin que se le moviera un pelo.


     Algunas traiciones famosas en la literatura…

Yago traicionó a Otelo. En este dramón de Shakespeare, Yago odia Otelo y envidia el amor que su esposa Desdémona siente por él. Yago lleva adelante un plan para engañar a Otelo, haciéndole creer que su mujer le es infiel con su lugarteniente Casio. A consecuencia de las mentiras de Yago, Otelo comienza a sospechar que Desdémona le es infiel. Como suele ocurrir en estos casos, Otelo termina matando a su esposa por celos asfixiándola mientras dormía, pero luego del crimen se entera de que su esposa le era fiel y se suicida, tras haber sido engañado por Yago.

Los padres traicionaron a Hänsel y Gretel. En este cuento “infantil” (ja), un leñador y su esposa vivían en una humilde cabaña con sus dos hijos, Hänsel y Gretel. El cuento dice que eran tan pobres que ya no podían alimentar a sus hijos. Viendo que los niños pasaban hambre, el matrimonio tomó una espantosa decisión: los llevarían a dar un paseo por el bosque profundo y allí los abandonarían, con la esperanza de que alguien de buen corazón y mejor situación los encontrara y puediera hacerse cargo de ellos. Para colmo, los chicos escucharon esa conversación, así que sabían la que se les venía. Luego de un día de caminata por el bosque, durante la noche se quedaron dormidos y ese fue el momento aprovechado por sus padres para abandonarlos. El cuento sigue y tiene otras implicaciones, pero basta con relatar esta parte para comprobar una de las peores traiciones posibles: la de los padres hacia sus hijos.

Fernando Mondego y el Barón Danglars traicionaron a Edmundo Dantès. En la archifamosa novela “El conde de Montecristo”, de Alexandre Dumas, Edmundo Dantès está a punto de ser ascendido a capitán en la flota marina mercante donde trabaja, y está por casarse con Mercedes Herrera. Pero una trama de traiciones no sólo le impide concretar sus sueños sino que lo envía a prisión y a un sufrimiento extremo siendo inocente.

   Danglars, empleado de la misma compañía naviera que Dantès, envidia la inminente promoción de Edmundo. Y Fernando Mondego, amigo de Edmundo (con amigos así, quién necesita enemigos…) también ama a Mercedes. Entonces Danglars y Fernando planean una trama en la que Edmundo es acusado de ser agente de Napoleón, algo totalmente falso. Basaron su plan en el hecho de que Dantès, siguiendo la última voluntad del capitán de su barco, ya fallecido, había hecho una escala en la isla de Elba, donde se encontraba preso Napoleón, quien le dio una carta dirigida a un hombre en París del cual solo le dice el nombre: “Noirtier”. En concreto, Danglars y Mondego redactan una carta anónima acusando a Dantès de agente bonapartista, y así Edmundo es arrestado el día de su boda y llevado ante el procurador Villefort, quien inicialmente cree en la buena reputación de Dantès y no cree en la veracidad de la denuncia, pero al enterarse de quién era el destinatario de la carta (el tal Noirtier) Villefort cae en cuenta de que se trata de su propio padre. Para no verse involucrado en una operación para traer a Napoleón de vuelta a Francia, lo que implicaría el fin de su carrera judicial, decide arrestar a Dantès y encarcelarlo en el castillo de If.  La buena noticia es que Edmundo Dantès se vengó de todos, eh.

Macbeth traicionó al rey Duncan y a su amigo Banquo. En esta obra de Shakespeare, Macbeth, que regresa victorioso de una batalla lleno de gloria y acompañado por su amigo Banquo, se encuentra con tres brujas que le predicen que primero será nombrado duque de Crawdor, que luego obtendrá el trono, es decir, el poder supremo, y que los descendientes de Banquo reinarán después de Macbeth. Poco después, el verdadero duque de Cawdor es acusado de traición y, como dijeron las brujas, su título se le otorga a Macbeth. Lady Macbeth le sugiere a su marido que no espere, que se apresure a cumplir con la otra predicción y que tome el poder con sus propias manos. Pero para ello hace falta asesinar al rey Duncan. Macbeth duda en hacerlo, pero entonces se anuncia la visita del rey, que llega para rendir homenaje al heroísmo de Macbeth, quien cree ver en esa visita una señal del destino. Así que asesina al rey Duncan, al que ha invitado a pasar la noche, mientras este duerme. Las acusaciones del crimen recaen sobre el hijo de Duncan, que ha huido, y así Macbeth ocupa el trono de Duncan. Pero Macbeth se siente atormentado por la predicción hecha a su amigo acerca de que sus descendientes serían los sucesores de Macbeth en el trono. Entonces Banquo también es asesinado, mientras su hijo logra huir. La historia sigue, pero las traiciones ya han sido consumadas.

Tartufo traicionó a Orgón. En esta obra de Moliére, Tartufo va acumulando su poder, se convierte en el confidente y preferido del pusilánime Orgón, seduce a su esposa, se transforma en el prometido de su hija y engaña y estafa a Orgón hasta el punto de quedarse con todo. Una traición lenta, paso a paso, maquiavélicamente pensada y ejecutada.

     Finalmente…

Bonus: las traiciones en “El Padrino”. Esta extraordinaria obra de Mario Puzo, llevada al cine por Francis Ford Coppola, es un muestrario de traiciones y venganzas del más variado nivel de complejidad. Pero quedémonos con las traiciones, por ahora.

Tessio traicionó a Michael Corleone. “El que te pida una reunión para aclarar las cosas… ese es el traidor”, le dice Don Corleone a su hijo Michael. Y resultó que es Tessio quin le avisa a Michael que Sollozzo quiere una reunión para firmar la paz. Comprendiendo que Michael ha averiguado sobre su traición, Tessio le pide a Tom Hagen, el consigliere de la familia, que le diga a Michael que su traición no fue motivada por nada personal; “son solo negocios”, dice. Tessio es ejecutado con un disparo en la nuca por Nick Geraci.

Sollozzo traicionó a Michael Corleone. Y resultó ser Sollozzo, no Barzini, quien planeaba matar a MIchael. Michael hará su ingreso en las grandes ligas mafiosas matándolo a él y al jefe de policía McCluskey en un restaurante.

Carlo traicionó a Sonny Corleone. Carlo, esposo de Connie Corleone y por lo tanto cuñado de Michael, había sido el informante necesario para que masacraran a Sonny, con quien tenía un encono personal. Enterado de esto, Michael lo encara, le dice que lo sabe todo, lo excluye de los planes de la familia y lo deja en manos de Clemenza, quien hará justicia al estilo Corleone. Carlo trata de explicar lo inexplicable, pero Michael es implacable: “no insultes mi inteligencia”, le dice mientras se sienta en el sillón; “retírate de mi vista”, sentencia después. Carlo es ahorcado un rato después.

Hyman Roth traicionó a Michael Corleone. Hyman Roth, que es dueño de varios hoteles y casinos en Cuba, decide matar a Michael Corleone porque lo ve como un peligroso rival para sus negocios y porque ha mandado a matar a un aliado suyo, Moe Greene. Manda a unos sicarios a matar a Michael, pero fallan y mueren acribillados. Enterado de que ha sido Roth quien encargó su muerte, Michael visita a Roth en su casa en Miami y le dice que cree que el que dio la orden de su asesinato fue Frank Pentangeli, desviando así la atención de Roth. Pero Michael ha decidido no perdonar a Roth, que es asesinado en el aeropuerto por un hombre de confianza de Michael, Rocco Lampone, quien es acribillado luego por la policía.

Fredo traicionó a Michael Corleone. Relegado en los planes familiares, Fredo, hermano mayor de Michael, ha sido parte necesaria de un atentado contra Michael en su propia casa. Enterado de esto (Michael siempre termina enterándose de todo), Michael invita a Fredo a un paseo de pesca en bote. El último paseo de Fredo, claro.

Don Altobello traicionó a Michael Corleone. Don Altobello, el viejo mafioso pícaro y astuto que se fue de la reunión de las Cinco Familias “oportunamente antes” del atentado a balazos que terminó matando a casi todos los jefes y que luego envió un sicario a matar a Michael a la salida del teatro, termina envenenado en plena función al comer unos “cannoli” envenenados que le había obsequiado Connie. De parte de Michael, claro.

     Todos los que traicionaron a Michael Corleone lo pagaron con su vida. Habitualmente eso no ocurre; es más, hay un dicho que dice: “el que sobrevive es el traidor”.

     Hay muchas, muchísimas traiciones a lo largo de la historia, como a lo largo de la vida de cada uno. La traición es una trampa transformada en comida cotidiana que nos acompaña, la notemos o no. El silencio y la mentira son los mejores cómplices de esta estafa moral que, por repetida, a veces hasta se naturaliza como algo normal.

      Traicionan los amigos, traiciona la pareja, traiciona el político que mientras sonríe sabe que no cumplirá lo que promete (sobran ejemplos locales que no hace falta detallar), traiciona el comerciante que ofrece algo diferente a lo que termina vendiendo, traiciona el que pide un dinero que no devuelve, traiciona el que muerde la mano del que le da de comer. De tamaño pequeño, mediano o grande, las traiciones invaden todas las relaciones humanas.

     Y así seguirá ocurriendo, por los siglos de los siglos.

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