Ruth Crawford: la modernista ultramoderna

Ruth Crawford Seeger nació el 3 de julio de 1901 en Ohio bajo el nombre de Ruth Porter Crawford y murió en Maryland el 18 de noviembre de 1953. Fue una compositora y etnomusicóloga estadounidense reconocida tanto por su originalidad y autenticidad artística, como por su labor historiográfica y educacional.

Era hija de un ministro metodista itinerante y de una pianista frustrada que le dio su primera lección de piano el día de su sexto cumpleaños a modo de regalo. Se crió en Florida y estudió con su madre hasta que se trasladó a Chicago para concurrir al American Conservatory of Music a tomar clases de piano con Heniot Levy y Louise Robynde, y de composición y teoría musical con Adolf Weidig, quien, en 1924, la convenció de dar a conocer sus primeros Preludios para piano y de estudiar de forma particular con el afamado pianista y teósofo Diane Lavoi-Herz.

En 1926, mientras trabajaba como profesora de música de los hijos del poeta Carl Sandburg (el mentor del despertar de su curiosidad hacia los folksongs americanos), Ruth compuso su “Sonata para violín y piano”, en la que ya se manifestaba su estilo ultramoderno, y gracias a la cual, en 1930, ganó una beca de la fundación Guggenheim (convirtiéndose en la primera mujer en recibir ese premio) que le permitió pasar una fructífera temporada en Europa, donde entró en contacto con los compositores más relevantes de la época, tales como Bela Bartók, Arnold Schonberg y Alban Berg, y consiguió que su propia música fuera conocida fuera de su país.

A su vuelta a los Estados Unidos, rodeada de una pobreza desesperante devenida del “Martes Negro” de Wall Street, Crawford escribió en una carta a Dane Rudhyan: “Se volvió casi inmoral encerrarse en la cómoda habitación de uno y componer música para el propio deleite”. Hacer arte solo por razones estéticas se había convertido en un absurdo para ella, motivo que la llevó a crear composiciones clásicas a las que incorporó transcripciones de canciones folclóricas, con las que buscaba transversalizar ideas políticas entre las clases sociales estadounidenses.

Para esa misma época, Ruth conoció y tomó clases con quien luego sería su marido, el compositor, musicólogo y teórico, Charles Seeger, cuyas ideas musicales tuvieron un mayúsculo influjo tanto en sus composiciones como en su posterior dedicación exclusiva al folclore. El matrimonio se consumó en 1932 y procreó cuatro descendientes (dos de ellos, Peggy y Mike Seeger, dedicados a la música folk).

Entre partos y labores domésticas, Crawford, mostrando un progresivo nacionalismo, compuso “Nineteen American Folk Tunes” para piano, y su autodenominada “fantasía americana para orquesta” “Rissolty Rossolty” . También trabajó como editora musical para el Lomax Our  Singing Country, donde seleccionaba cientos de canciones tradicionales para su publicación y divulgación.

En 1948 publicósu propia colección de libros de canciones tradicionales para niños, “American Folk Songs for Children”, pensada didácticamente para cursos elementales, y que se utilizó ampliamente en las escuelas para fomentar sentimientos de pertenencia y herencia nacional. En la presentación escribió: “Se puede concienciar a la gente de que muchas de las canciones sobre su vida cotidiana … son canciones de mérito. Esto les da un nuevo sentido de dignidad y orgullo por su herencia cultural … La canción popular surge de la realidad. Es esa cruda realidad y autenticidad lo que le da vitalidad y fuerza a la canción popular “.

En 1952 regresó a la composición seria con “Suite para quinteto de viento” , pero un cáncer se apoderó de toda ella y murió al año siguiente de haber finalizado la que sería su última obra y de haber enriquecido sustancialmente la tradición estadounidense de la música clásica.

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