Científica gracias al tenis
Sally Ride nació en Encino, Los Ángeles, el 26 de mayo de 1951. Era hija de Carlo Joyce Anderson y Dale Burdell Ride, una familia de origen noruego. Sally estudió como cualquier otra chica de su edad en el Valle de San Fernando. Además de su temprana pasión por la ciencia, Sally destacó desde pequeña por su afición al tenis, deporte que le hizo conseguir una beca para estudiar secundaria.
Sus estudios universitarios fueron excepcionales. En Swarthmore College se graduó en inglés y en la Universidad de Stanford en física. Ahí no terminaron los estudios de Sally, pues siguió cursando distintos másters en física y se introdujo en la investigación en astrofísica.
Un anuncio que cambiaría su vida
Sally era una jovencita de poco más de 25 años con un currículum académico brillante a sus espaldas cuando se topó con la oportunidad de su vida. La NASA había publicado un anuncio en un periódico demandando personas para su programa espacial. Sally se apuntó a dicho anuncio junto con casi nueve mil candidatos. Ella fue una de las elegidas. Así, en 1978, Sally ingresaba en la NASA e iniciaba una exitosa carrera en el mundo de la aviación espacial.
Sally formó parte de la misión STS-7 del transbordador espacial Challenger como una de sus tripulantes. Un año después realizaba su segundo vuelo espacial llegando a estar más de 343 horas en el espacio.
La joven astronauta se preparaba para su tercer viaje espacial cuando sucedió en trágico accidente del Challenger el 28 de enero de 1986. Sally se volcó de lleno en la investigación de dicho accidente.
De vuelta a la Tierra
Sally no volvería a viajar al espacio. Un año después del accidente del Challenger inició su etapa profesional dedicada básicamente a la investigación y la docencia. Sally entró a formar parte del Centro Internacional para la Seguridad y el Control de Armamentos de la Universidad de Stanford mientras daba clases de física en la Universidad de California. Sally fue también directora del Instituto Espacial de California.
En su faceta como docente, Sally se dedicó a motivar a los jóvenes, sobre todo a las chicas, para que se dedicaran al estudio de las ciencias. Para ello, además de dar clases, realizó varios libros didácticos relacionados con el espacio. En 2001 se creó la compañía Sally Ride Science dedicada a la divulgación de la aeronáutica.
En julio de 2012 un cáncer terminaba con su vida a los 61 años. Desde La Jolla, su residencia de San Diego, Sally Ride realizaba su último y definitivo viaje a las estrellas.
Este artículo se publicó originalmente en el blog Mujeres en la Historia de Sandra Ferrer Valero el 30 de julio de 2012.