Paul Ehrlich

Paul Ehrlich nació en Strehlen, Silesia (hoy Strzelin, Polonia) un 14 de marzo de 1854. Su padre era Ismar Ehrlich y su madre Rosa Weigert, cuyo sobrino fue el bacteriólogo Karl Weigert.

Estudios

Estudió en el Gymnasium de Breslau, ciudad donde también comenzó los estudios de medicina. Los continuó en las universidades de Estrasburgo, Friburgo y Leipzig, donde acabó sus estudios, doctorándose en 1878 con una tesis sobre la teoría y práctica de la tinción histológica. Entre sus maestros se pueden mencionar a Rudolf Heidenhain (1834-1897), Julio Cohnheim (1839-1884), Carl Weigert (1845-1904) y el botánico Ferdinand Cohn (1828-1898). También se sintió muy influido por el anatomista Wilhelm von Waldeyer-Hartz, con el que realizó multitud de preparaciones histológicas.

Muerte

La Primera gran guerra le dejó muy afectado; se interrumpió la actividad científica, se cortaron las relaciones con otros científicos, etc. En diciembre de 1914 tuvo un derrame cerebral leve del que se recuperó. Sin embargo, el 20 de agosto de 1915, tuvo un segundo derrame que le causó la muerte.

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Investigaciones e innovaciones

A él se debe la demostración de la existencia de la barrera hematoencefálica al tintar con anilia la sangre de un ratón y demostrar que esta sustancia no tintaba el cerebro. Se doctoró en 1878 con una tesis sobre el análisis de colorantes histológicos (Die Praxis und die Theorie del zur de Beiträge histologischen Färbung). En concreto se fijó en los colorantes azoicos, descubiertos por Wiliam Henry Perkin en 1853. Entonces ya se sabía que, según la afinidad de los tejidos por determinados colorantes, se podía estudiar su estructura. A mediados del siglo XIX ya eran habituales los estudios histológicos, pero el número de colorantes disponibles era limitado.

Trabajo en la clínica Frerichs como asistente. Pronto se percató de su talento y le dejó trabajar libremente. Aplicó sus técnicas a la hematología. Hizo preparaciones secas de sangre y las coloreó con diferentes tintes. Pudo comprobar que la morfología de la sangre era más rica de lo que se suponía. Unas células tenían afinidad por los colorantes básicos, otras por los ácidos y otras por los neutros. Este hecho tuvo una rápida aplicación a la clínica, ya que se aprendió a diferenciar mejor las distintas enfermedades de la sangre.

Una de sus mayores innovaciones consistió en el uso de diferentes tintes (azules de metileno y de indofenol), como tintes selectivos para diferentes tipos de células. En este sentido, fue el primero en investigar las vías del sistema nervioso, inyectando azules de metileno en las venas de conejos vivos, obteniendo extraordinarios resultados experimentales al tratar con un derivado azoico a animales que sufrían la enfermedad del sueño. En 1904 curó un ratón infectado de tripanosomiasis, inyectándole en la corriente sanguínea el colorante hoy conocido como rojo trípano.

Contribuciones a la Medicina

Su principal contribución a la medicina fue la teoría de la inmunidad de cadena lateral, que establecía la base química para la especificidad de la respuesta inmunológica y que explica cómo los receptores de la parte externa de las células se combinan con toxinas para producir cuerpos inmunes capaces de combatir la enfermedad. Su teoría era que las células tienen en su superficie moléculas receptoras específicas (cadenas laterales) que sólo se unen a determinados grupos químicos de las moléculas de toxina; si las células sobreviven a esta unión, se produce un excedente de cadenas laterales, algunas de las cuales son liberadas a la sangre en forma de antitoxinas circulantes (lo que hoy llamamos anticuerpo).

También hizo importantes aportaciones en el campo de la quimioterapia, que incluyen el descubrimiento -en 1901- del 606 (por ser fruto de 606 experimentos), la que él mismo llamó bala mágica o salvarsán (arsfenamina), una preparación de arsénico orgánico empleada en el tratamiento de la sífilis y de la fiebre recurrente, y del neosalvarsán (neoarsfenamina). El neosalvarsán fue conocido durante mucho tiempo como «Ehrlich 914» por tratarse del 914º compuesto preparado por Ehrlich y su ayudante para combatir esas enfermedades.

Logró eliminar así a los gérmenes causantes de enfermedad sin lesionar al organismo mediante la inyección de un producto en la sangre. Es lo que antes se ha llamado “balas mágicas”. Este conjunto de trabajos significó su gloria y el comienzo de una fase revolucionaria para la farmacología y, por tanto, para la terapéutica. En poco tiempo siguieron las sulfamidas y después los antibióticos, y toda una serie de productos orgánicos con eficacia terapéutica.

Categorías de la terapéutica experimental

Ehrlich dividió la terapéutica experimental en tres categorías:

  • la organoterapia o estudio de los órganos o sus extractos, o lo que se podría llamar hormonas;
  • la bacterioterapia o el uso de agentes inmunológicos; y
  • la quimioterapia experimental, la más nueva y, quizás, la más difícil de las tres.

Para él ésta última se basaba en el concepto de afinidad selectiva. Para que una droga actuara sobre un microorganismo, primero debía fijarse a él. Lo que pasa es que estas sustancias también suelen “fijarse” a las células normales. De ahí la extraordinaria dificultad en encontrar moléculas que no dañaran al organismo pero sí actuaran sobre la causa.

Títulos honoríficos

Fue nombrado doctor honoris causa de las universidades de Chicago, Göttingen, Oxford , Atenas y Breslau, y también fue condecorado en Alemania, Rusia, Japón, España, Rumania, Serbia, Venezuela, Dinamarca y Noruega.

Fue miembro ordinario, honorario o corresponsal de, al menos, ochenta y una academias y sociedades científicas (Austria, Bélgica, Brasil, Dinamarca, Egipto, Finlandia, Francia, Alemania, Gran Bretaña, Grecia, Hungría, Italia, Países Bajos, Noruega, Rumania, Rusia, Serbia, Suecia, Turquía, los E.E.U.U. y Venezuela).

Premios

  • 1887: premio de Tiedemann del Senckenberg Naturforschende Gesellschaft en Frankfurt/Main.
  • 1906:premio honorífico durante la celebración del quincuagésimo congreso internacional de Medicina en Lisboa.
  • 1911: medalla Liebig de la sociedad química alemana, y
  • 1914: premio de Cameron, de Edimburgo.
  • En 1908 compartió con Metchnikoff la distinción científica más alta, el Premio Nobel.

Texto extraído del sitio: https://www.ecured.cu/Paul_Ehrlich

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