Nació el 22 de febrero de 1900 en Murray (Iowa), bajo el apellido Wharton (era hija legítima de William Winston Wharton), en el seno de una familia de activistas sociales y políticos. Su infancia fue bastante nómada e inusual, Meridel se crió en un clima de activismo social: su madre, Marian “Mary Del” Lucy (profesora universitaria), y su padrastro, Alfred Le Sueur (abogado y fundador de Industrial Workers of the World, quien la adoptó y así le dio el apellido con el que pasó a la historia), trabajaron para apoyar los ideales socialistas que se desarrollaron en el Medio Oeste estadounidense a principios del siglo pasado. Su idealismo de toda la vida quedó arraigado a una edad temprana, razón que la llevó a vivir una vida mucho más libre que la mayoría de las mujeres de su época. Tras estudiar danza y educación física durante un año en la American College of Physical Education de Chicago, se mudó a Nueva York, donde vivió en una comuna anarquista con Emma Goldman y Alexander Berkman, y estudió en la American Academy of Dramatic Arts.
Para 1925, Meridel se afilió al Partido Comunista y para financiar su existir empezó a escribir para diarios liberales sobre el desempleo, los trabajadores inmigrantes y la lucha por la autonomía de los nativos norteamericanos. Al igual que otros de los escritores que le eran contemporáneos (tales como John Steinbeck, Nelson Algren y Jack Conroy), Le Sueur escribió sobre la lucha de la clase obrera durante la Gran Depresión. Publicó artículos en los periódicos New Masses y The American Mercury. También escribió varios libros para niños (tras haber sido puesta en la “lista negra” por comunista durante el mandato de McCarthy) y las biografías: Nancy Hanks of Wilderness Road, The Story of Davy Crockett, The Story of Johnny Appleseed, y Sparrow Hawk. Sus obras más conocidas son North Star Country, Salute to Spring, la novela The Girl (que escribió en los años treinta pero no se llegó a publicar hasta 1978) y el libro de poesía Rites of Ancient Ripening (que ilustró su hija y donde plasmó ideas sobre espiritualidad de “la Diosa”[1]).
Murió en Hudson (Wisconsin), el 14 de noviembre de 1996. Vivió mucho y coloridamente (pasó por toda la escala cromática y acromática repetidamente, sosteniendo períodos ‘azules’ y ‘negros’ por no muy espaciados momentos, además de ‘rosas’ y ‘rojos’ ardientes al extremo). Se escribió mucho sobre ella, sobre lo que decía, pensaba, hacía y causaba. Ejemplo de esto son las siguientes palabras: “Meridel era una gran fuerza de energía pocas veces vista. Cuando entraba en una habitación, toda la dinámica cambiaba automáticamente. La gente se sentía atraída por su calidez, por su misma presencia. Ella contagiaba combatividad e idealismo al unísono. Era imposible no amarla y admirarla. Ella siempre se involucraba, compartía su información, enseñaba, energizaba y desafiaba a crear un mundo nuevo basado en la justicia social, el respeto mutuo y el amor por nuestro hogar, la tierra”.
Links a varias de sus obras:
Women on the Breadlines (1932): http://historymuse.net/readings/womenonbreadline.html
My People are my Home (1976). Película escrita por Le Sueur que trata sobre los trabajadores, las mujeres desempleadas y los derechos de los nativos norteamericanos: https://archive.org/details/mypeoplearemyhome
The Girl (1932, publicada en 1978): https://archive.org/details/girl00meri
Biografías relacionadas a la vida de Meridel Le Sueur:
William Winston Wharton: no hay datos concretos sobre su nacimiento ni sobre su muerte. Solo se sabe que fue un ministro de la Iglesia de Cristo (iglesia independiente que se identifica con un movimiento religioso que tiene por objeto restaurar la Iglesia tal como se muestra en el Nuevo Testamento de la Biblia).
Marian “Mary Del” Lucy: (1877-1954) fue una feminista sufragista y activista socialista por los derechos obreros estadounidense.
Alfred Le Sueur: (1887-1850) fue un abogado y activista por los derechos obreros estadounidense.
Emma Goldman: (1869-1940) fue una anarquista de origen lituano (en ese momento perteneciente a la URS) judía. Algunos historiadores del anarquismo consideran que su papel propagandístico fue clave para dar a conocer el anarco comunismo en Norteamérica y parte de Europa, especialmente en las primeras dos décadas del siglo XX, a través de sus artículos, sus manifiestos y sus mítines. También ha sido considerada una figura indispensable del movimiento por la emancipación de la mujer.
Alexander Berkman: (1870-1936) fue un escritor anarquista lituano (en ese momento perteneciente a la URS) que dejó en sus escritos una crítica rapaz al comunismo ruso y al capitalismo estadounidense (país del cual fue deportado por alborotador político).
John Steinbeck: (1902-1968) fue un escritor estadounidense ganador del Premio Nobel de Literatura y autor de conocidas novelas como De ratones y hombres, Las uvas de la ira, La perla y Al este del Edén.
Nelson Algren: nacido como Nelson Ahlgren Abraham (1909-1981) fue un escritor estadounidense. Entre sus más populares obras se encuentran The Man with the Golden Arm de 1949 (apareciendo en la pantalla grande en 1956) y Walk on the Wild Side de 1956 (apareciendo en la pantalla grande en 1962). También publicó una afamada colección de cuentos llamada The Neon Wilderness en 1947. Estuvo vinculado amorosamente por un largo periodo con Simone de Beauvoir. Esta relación está altamente documentada en el libro A Transatlantic Love Affair: Letters to Nelson Algren. Desde 1947 hasta 1964, Simone de Beauvoir escribió cientos de cartas de amor al escritor estadounidense.
Jack Conroy: nacido como John Wesley Conroy (1899-1990) fue un escritor estadounidense de izquierda, también conocido como Worker-Writer, mejor conocido por sus contribuciones a la “literatura proletaria”, ficción y no ficción sobre el vida de los trabajadores estadounidenses durante las primeras décadas del siglo XX.
[1] El movimiento de “la Diosa” es una tendencia general en las creencias o prácticas religiosas o espirituales que surgieron de la segunda ola feminista, sobre todo en América del Norte, Europa Occidental, Australia y Nueva Zelanda en la década de 1970. Estimulados por siglos de religión organizada dominada por los varones (o una deidad suprema mencionada por pronombres masculinos, como “él”), algunas mujeres y varones abrazaron la idea de una deidad femenina, que estaba más de acuerdo con las creencias feministas tradicionales y el valor inherente de la mujer. Un tema unificador del movimiento fue que el género de la deidad caracteriza el sesgo político de género de la religión, por lo que una religión que adora a la Diosa es considerada matriarcal y una religión que adora a un “Dios” es considerada patriarcal.
