Marc Chagall es un artista plástico francés de familia judía lituana, nacido en Bielorrusia. De carácter Alegre, religioso, nostálgico y optimista, realizó pinturas y obras de diversas disciplinas: cerámica, vitral, grabado e ilustración. Es uno de los padres del modernismo, sus obras se encuadran en un abanico de estilos modernos, especialmente surrealismo y cubismo.
Empujado por sus inquietudes vitales, a los 19 años comenzó sus movimientos por las principales capitales del arte, del mundo en aquel momento: San Petersburgo, Berlín y París.
Vivió la Primera y Segunda Guerra Mundial en primera persona, esta última provocó su huida a Estados Unidos en 1941, ya que fue considerado como objetivo nazi, tanto por su origen judío, como por su estilo arte, considerado “degenerado” para el régimen alemán.
En Estados Unidos se estableció en Nueva York, allí fue reconocido como un Grande de la pintura. En 1948, vuelve definitivamente a Francia, se asentó en Costa Azul, Niza, donde vivió hasta sus últimos días.
Cuadros de Chagall
Sus obras son peculiares, ricas en ideas inusuales, ambientes mágicos y mundos misteriosos. Se encuentran expuestas en los museos más importantes del mundo, en Rusia, Europa y Estados Unidos.
Esta es la obra más conocida de Chagall. La composición fusiona los elementos mayor carga emotiva que el artista vivió en su niñez, en el entorno rural, las afueras de Vítebsk, Bielorrusia. El trabajo de la tierra, campesinos, ganado, casas, iglesia ortodoxa, y en la parte baja un pequeño árbol simbolizando el origen y diversidad de la vida.
Aunque tiene muchos elementos del cubismo, no se puede clasificar puramente como tal, debido a la temática campestre y la utilización del simbolismo. En la opinión del artista: “Para los cubistas, una pintura era una superficie cubierta con formas en un cierto orden. Para mí una pintura es una superficie cubierta con representaciones de cosas, donde la lógica y la ilustración no tienen importancia”
Esta tela muestra claramente el carácter alegre y soñador del pintor. Tardó dos años en hacerla, comenzó en Francia en tiempos en que el ejército de Hitler comenzaba a avanzar y a arrasar las fronteras galas. Fue terminado 2 años después en Nueva York.
Chagall se autorretrató en no pocas ocasiones y ciertamente siempre lo hizo de un modo no realista. Para él la representación del estado de ánimo era lo principal.
Composición con planos quebrados, al uso del cubismo, a lo que se agregan otros elementos de cierto realismo. Al fondo describe el paisaje urbano real de Vítebsk, en primer plano una casa de madera típica de la época.
Es un cuadro divertido en sus formas y melancólico en sus colores. A la izquierda un misterioso personaje, aunque no se sabe con certeza, los historiadores ven probable que se trate de una representación del propio artista.
En la misma línea que “La casa gris” esta obra es una loa nostálgica del artista al pueblo donde creció, la pintura tiene zonas con colores muy vivos que contrastan con el entorno en tonos pardos, denotan la gran carga emotiva de la escena, en la mente del artista.
El personaje principal es una trapecista, inmersa en un mundo fantástico de música y circo, este último uno de los temas pictóricos favoritos del artista, quien dijo: “Para mí el circo es un espectáculo mágico que aparece y desaparece como un mundo”. Pintado hacia sus últimos años, demuestra un gran sentido del movimiento y ritmo.
Esta es una de la pintura religiosas más formales y pensadas del artista, por supuesto lejos del canon académico, pero estricto en el canon de la simbología judeo-cristiana. Se trata del relato bíblico del Génesis y parte de los evangelios, donde Dios completa la creación del hombre.
El cielo se presenta con luz amarilla y un sol rojo, sobre el cual gira el pueblo judío, desde antiguo, hasta la crucifixión. La parte baja muestra Adán en brazos del ángel, en medio de la creación.
Representa el día de cumpleaños del propio artista, pone de relieve sus máximas inspiraciones: el amor y la fantasía. La libertad y la alegría de vivir, eran ideas realmente novedosas en el arte, estas no se encuentran en otros autores contemporáneos.
Es un canto a la alegría y el enamoramiento. Muestra unos esposos paseando en el campo y haciendo un picnic. La mujer vuela a la derecha con un vestido violeta, cogida con gracia a la mano de su amado, quien agarra un pájaro con la otra mano y va vestido elegante, de traje y zapatos. De fondo una villa con casas en verde y un templo en rosa.