Hoy se conmemora el 174 aniversario de la Batalla en el Castillo de Chapultepec en donde, según la historia de México, seis cadetes mexicano, conocidos actualmente como los Niños Héroes, murieron al intentar proteger el recinto del los invasores estadounidenses.
El 13 de septiembre de 1847 los cadetes Juan de la Barrera, Juan Escutia, Agustín Melgar, Fernando Montes de Oca, Vicente Suárez y Francisco Márquez, murieron tras una batalla cuerpo a cuerpo con soldados invasores de Estados Unidos.
Según un comunicado del gobierno mexicano, en el apartado sobre la Guerra a México de Estados Unidos, de su libro Historia de México, el académico michoacano José Bravo Ugarte señala que, después de 16 meses de declarada la guerra a México (13 de mayo de 1846), las tropas estadounidenses avanzaron hacia la capital del país.
En la nota agrega que el general estadounidense Winfield Scott determinó, en su carácter de comandante en jefe de la fuerza invasora, llevar a cabo el asalto de la Ciudad de México por Chapultepec, el 11 de septiembre de 1847, con intensos bombardeos de artillería.
Según la Secretaría de Gobernación, la defensa de Chapultepec corrió a cargo de 200 cadetes del Colegio Militar a las órdenes de los generales Nicolás Bravo y Mariano Escobedo, así como de 632 soldados del batallón de San Blas bajo el mando del coronel Santiago Xicoténcatl.
De acuerdo con la depedencia, con el fin de reforzar la defensa mexicana, el general Antonio López de Santa Anna envió al pie del cerro a dos mil 450 hombres, sin embargo, los soldados estadounidenses eran más de siete mil.
El Instituto Nacional de Antropología e Historia señaló que el 8 de septiembre los invasores se apoderaron del Molino del Rey, para ir al último reducto militar mexicano en su camino a la Ciudad de México: el Castillo de Chapultepec, el cual era la sede del Colegio Militar en el que se encontraban más de 50 cadetes -la mayoría con edades de entre 15 y 18 años-.
“La defensa del Castillo fue confiada al general Nicolás Bravo, antiguo insurgente; sin embargo, el general contaba con más de 800 soldados para defender la fortaleza contra los más de 7 mil soldados de Estados Unidos”, indicó.
Según el INAH (Instituto Nacional de Antropología e Historia mexicano), el general Bravo ordenó a los cadetes menores de edad que se retiraran, pero la mayoría no lo hizo.
“La madrugada del 12 de septiembre de 1847 las baterías estadunidenses iniciaron un intenso bombardeo sobre el Castillo, el efecto fue devastador. Al anochecer el general Bravo solicitó al presidente Santa Anna refuerzos, petición que fue negada”, agregó.
En la mañana del 13 de septiembre las fuerzas estadounidenses otra vez bombardearon el Castillo de Chapultepec, sin embargo a las 9:00 horas, según el INAH, el fuego cesó y los soldados invasores iniciaron el ascenso al cerro por la parte oeste.
“La lucha se libró cuerpo a cuerpo, los mexicanos combatieron con fiereza pero los invasores ganaban terreno y lograron llegar al Castillo por el lado occidental”, contó.
Cuando llegaron los norteamericanos al Castillo de Chapultepec sólo unos cuantos soldados y cadetes permanecían en el edificio.
“La historia guarda memoria, muy en especial, de seis de ellos a quienes recordamos como los Niños héroes, que ofrendarían su vida en el asalto estadunidense al Castillo de Chapultepec, el 13 de septiembre de 1847”, agregó el NAH.
Destacó la historia de Juan Escutia, originario de Nayarit, quien en medio de la batalla tomó la bandera nacional, se envolvió en ella y se arrojó por el acantilado para evitar que el símbolo patrio cayera en manos de los estadounidenses.
“De acuerdo con los reportes de guerra, el cadáver del cadete fue hallado en las faldas del cerro”.
El Instituto Nacional de Antropología e Historia destacó estas acciones de los demás cadetes mexicanos:
Vicente Suárez: Se enfrentó a los norteamericanos y murió valientemente luchando cuerpo a cuerpo.
Fernando Montes de Oca: En la batalla, el cadete intentó saltar por la ventana para apoyar la defensa de la entrada al bosque; sin embargo fue baleado por soldados de Estados Unidos.
Francisco Márquez: Tenía 13 años de edad cuando ocurrió la batalla en el Castillo. Era el más joven de los cadetes y su cadáver fue encontrado a un lado de su compañero Juan Escutia.
Juan de la Barrera: Murió heroicamente con sus 32 zapadores (soldados especializados en construir trincheras) en la calzada de Tacubaya.
Agustín Melgar: El cadete intentó detener al enemigo en una escalera, fue perseguido, herido y llevado al hospital de sangre donde murió al día siguiente.
En honor a los seis cadetes caídos en la Batalla de Chapultepec se instituyó, desde 1881, la celebración, cada 13 de septiembre, como fiesta cívica en México; además, sus nombres se encuentran inscritos con letras de oro en el Muro de Honor del Salón de Sesiones del Congreso de la Unión.