En 1927, Joseph McKee, alcalde en funciones de Nueva York, aprovechó el viaje a Cuba del entonces regidor, Jimmy Walker (mucho más permisivo que él) para enviar a la Policía al teatro Daly, en la calle 63, y detener a la compañía que ocupaba entonces su escenario. Al frente de ella, se encontraba la autora y protagonista de «Sex», la función en cartel’s 63rd Street Theatre: Mae West.
Los veinte actores pasaron la noche en la comisaría de Hell’s Kitchen y Mae West en la cárcel de mujeres de Jefferson Market. Un jurado estableció que la obra era «obscena indecente, inmoral e impura», que fomentaba la corrupción en los jóvenes, y fue condenada a diez días de prisión, que cumplió en Roosevelt Island (entonces Welfare Island) y a pagar una multa de 500 dólares. No le importó; sabía la publicidad que el escándalo le generaría, aunque la obra no volvió a levantar el telón. Llegó a prisión en una limusina llena de rosas blancas y durante su estancia en la cárcel presumió de la mas cara y provocativa ropa interior. La revista Liberty le pagó mil dólares de la época por una entrevista tras quedar en libertad.
«Sex» se había estrenado en abril de 1926, dirigida por Edward Elsner. A pesar de que las críticas no fueron nada favorables, sino más bien todo lo contrario -el New York Times dijo que era «una obra cruda e inepta, de producción barata y pobremente interpretada»-, fue vista en sus 375 representaciones durante diez meses por 325.000 personas, entre ellas miembros del Departamento de Policía con sus mujeres, jueces y varios miembros de la Fiscalía del distrito; el anuncio de que había en ella una tórrida escena de amor fue un gran reclamo».
Dirty Blondes (Rubias Sucias), una compañía de teatro independiente neoyorquina, ha vuelto a poner en pie la obra en la ciudad de los rascacielos; las cuatro representaciones han colgado el cartel de no hay billetes. Querían destacar el feminismo que, según ellos, latía en el espíritu de la obra y de su autora. «Mae West utilizó su sexualidad para obtener poder -ha dicho Ashley Jacobson, directora artística de la compañía-. Se convirtió en una artista valiente e ingeligente. No era tan solo una bomba de Hollywood, era una artista que creó las obras que ella quería para sí misma»
Mary Jane West, nombre real de Mae West, nació en Bushwick, en el barrio neoyorquino de Brooklyn el 17 de agosto de 1893. Fue una mujer explosiva y una actriz descarada, que sobresalió por su pelo rubio platino, su desvergüenza y sus curvas. Tras algunos exitos en Broadway, la fichó Paramount, compañía que se salvó de la bancarrota gracias a ella y a su éxito en «Night After Night» (1932), que recaudó dos millones de dólares en apenas tres meses.
A ella se le atribuyen frases como «¿Tienes una pistola en el bolsillo o es que te alegras de verme?», «Cuando soy buena, soy muy buena, pero cuando soy mala, soy mucho mejor« o «Las chicas buenas van al cielo, las malas a todas partes».