Unos dicen que era griego, aunque otros aseguran que nació en Rusia. En lo que la mayoría de las fuentes se ponen de acuerdo es que Vasileios Zacharias nació en 1849 y que su familia cambió después su apellido por el de Zaharoff. Con él nació uno de los mayores traficantes de armas de toda la historia e, incluso, se le acusa de instigar más de una guerra para enriquecerse.
Antes de eso, Basil creció en el seno de una familia muy pobre y desde pequeño tuvo que buscarse la vida por las calles de Estambul, entonces Constantinopla, para poder comer, aunque lo hizo siempre al filo de la ley. Primero, llevando turistas al barrio de las prostitutas; después, haciéndose bombero, pero creando él mismo los fuegos porque, por entonces, eran los ricos quienes pagaban a estos profesionales por poder salvar sus pertenencias en caso de incendio.
Con la mayoría de edad comenzó a trabajar para su tío en un comercio de telas. Lo mandó a Londres a estudiar y con 21 años le nombró representante de su empresa en el Reino Unido. Sin embargo, dos años más tarde, ese mismo tío le acusó de robo, aunque no llegó a ir a juicio por la querencia de los griegos afincados en Inglaterra a lavar sus trapos sucios fuera de los tribunales. Le absolvieron con la condición de que permaneciera en el país, pero huyó a Atenas poco después utilizando un nombre falso.
Un traficante de armas legendario
En Atenas, Basil Zaharoff se hizo amigo de un diplomático llamado Stefanos Skoulodis que, a su vez, tenía amistad con una persona que trabajaba para Thorsten Nordenfelt, un conocido fabricante de armas sueco. Cuando este último dejó su trabajo recomendó a Zaharoff para el puesto y así comenzó, casi por casualidad, su ya histórica relación con el mundo de las armas de fuego.
En 1877, Zaharoff fue nombrado agente de Thorsten Nordenfelt para los Balcanes. La empresa creció en toda Europa y en 1888 se fusionó con la de Hiram Stevens Maxim, el inventor de la ametralladora automática. Entonces, Zaharoff pasó a ser el representante de la Maxim Nordenfelt Guns and Ammunitions Company Limited en Rusia y toda Europa del Este. En 1897, la empresa era absorbida por la británica Vickers, Sons and Company, por lo que la influencia de Zaharoff no hizo más que crecer.
Pero lo que hizo a Zaharoff famoso fueron sus métodos de venta. Tal y como explica la BBC a modo de ejemplo, vendió un submarino a Grecia ofreciendo formas de pago muy generosas; después, convenció a Turquía del peligro que suponía que Grecia tuviera un submarino y los turcos compraron dos; pero eso no quedó ahí: se fue a Moscú y les habló del nuevo riesgo que suponía que hubiera tres submarinos en el Mar Negro, una zona dominada por Rusia, que terminó comprando otros dos submarinos. Ninguno de ellos llegó nunca a entrar en acción.
Pero si hay algo que ha hecho que Zaharoff haya entrado en los libros de historia es su supuesta facilidad para instigar guerras. Se le acusa de estar detrás de la guerra ruso-japonesa que se vivió entre 1904 y 1905, de las sublevaciones contra el Imperio Británico en Asia y África e, incluso, de la Guerra del Chaco, que enfrentó a Paraguay y Bolivia de 1932 a 1935.
De hecho, el escritor uruguayo Gervasio Posadas señala que su novela ‘El mercader de la muerte’ está basada en la vida de Zaharoff y fue el gran artífice de aquel conflicto bélico. Además, también tuvo contacto con España: después de casarse por primera vez en Inglaterra y de repetir boda en Estados Unidos con una famosa heredera sin haberse divorciado, llegó a nuestro país.
Se casó con María del Pilar Muguiro y Beruete, duquesa de Villafranca y una de las mujeres más ricas del país. Primero se vieron en secreto hasta que ella enviudó en 1923 y decidieron casarse. Sin embargo, ella murió tres años después y él se fue a vivir a Mónaco, donde se dice que controlaba el casino de Montecarlo, aunque nunca jugaba. Allí murió en 1936, a los 87 años, dejando atrás una vida de leyenda.
Este texto fue extraído del sitio: https://www.elconfidencial.com/alma-corazon-vida/2020-12-23/historia-basil-zaharoff-traficante-armas-guerra_2882716/