Independencia de Bolivia

La independencia boliviana, lograda tras siglos de dominio colonial español, fue un proceso que se extendió durante más de 15 años, desde 1809 hasta 1825, e implicó numerosas batallas e innumerables muertes. La lucha por la independencia comenzó a nivel local y más tarde Simón Bolívar y Antonio José de Sucre le dieron cohesión a una causa, que había estado fragmentada y desorganizada. En última instancia, el nuevo e independiente país, Bolivia, recibiría su nombre de Simón Bolívar, el líder militar y político que cambió el curso colonial de América del Sur.

Bolivia, durante el siglo XVIII, era conocida como el Alto Perú, una región autónoma dependiente del Virreinato del Perú. El gobierno local estaba a cargo de la Real Audiencia, dirigida por un Presidente. Esta audiencia era conocida como Audiencia de Charcas. Como ocurría en otros lugares, los obispos españoles se mantenían completamente ignorantes de la situación de la población y se consideraban superiores a los indígenas. No era raro que estos oidores hiciesen que la población se inclinase ante ellos.

En 1776 España ordenó una reorganización de los territorios y el Alto Perú se unió al Virreinato del Río de la Plata en contra de los deseos del Virreinato del Perú, que perdería los valiosos recursos naturales y el dinero que vendría con ellos. Esto rompería amargamente la relación entre estas dos regiones. Aún dividió más las bases del poder la implementación del sistema de intendencia que subdividía el poder del virrey y creó luchas de poder internas entre intendentes y virreyes.

LA INDEPENDENCIA EN AMÉRICA DEL SUR

En el inicio del siglo XIX se produjo un perfecto cúmulo de circunstancias para avivar las llamas de la independencia en América del Sur. En 1807, Napoleón invadió España en un intento de aumentar su imperio. Esto creó un enorme vacío de poder y control en América del Sur que permitió que los movimientos de independencia comenzasen su lucha en serio, mientras que la monarquía española se encontraba distraída con sus propios problemas de casa.

La primera ola de levantamientos nacionalistas en Bolivia se produjo en 1809, cuando se formaron las Juntas de gobierno de Charcas y La Paz como una reacción a los acontecimientos en España (la caótica, casi anárquica situación en España se estaba duplicando en Bolivia). La junta en Charcas fue creada por la destitución del Presidente, Ramón García León de Pizarro, por la Audiencia ya que los oidoresespañoles sospechaban que deseaba unirse con Portugal. Los representantes de la monarquía decidieron convertir el Alto Perú en una junta que se mantendría leal a España en espíritu mientras se aislaba políticamente de las otras regiones circundantes incluidas en el Virreinato del Perú. En La Paz, la junta hizo un esfuerzo por liberarse completamente del dominio español y obtener una completa independencia respecto de cualquier potencia europea. Estas juntas terminaron siendo de corta duración, sin embargo, y pronto cayeron de nuevo bajo control de España, gracias a la intervención del Virrey del Perú y de los realistas mejor equipados que derrotaron fácilmente a los nacionalistas, que carecían de dinero, recursos y experiencia militar.

La derrota de las juntas no marcó el final del movimiento de independencia; son una parte importante de la historia de Bolivia. Las juntas fueron capaces de promover y fomentar el movimiento de independencia que se mantenía vivo gracias a seis ejércitos guerrilleros que se formaron lejos de las ciudades y tomaron el control de varias regiones de Bolivia. En 1810, estas seis regiones separatistas habrían llegado a ser conocido como republiquetas, cada una de las cuales estaba encabezada por un caudillo (un jefe militar o un dictador). Estas regiones tenían poca o ninguna influencia en las áreas circundantes, pero fueron lo suficientemente fuertes como para resistir cualquier intervención de las fuerzas realistas durante más de 15 años.

SIMÓN BOLÍVAR

Con la guerra de independencia norteamericana aún fresca en la mente de todos, especialmente en América del Sur, que estaba bajo el dominio colonial español, la gente comenzó a cuestionar la legitimidad de la ocupación española. En 1807, un pensador sudamericano aristócrata y liberal acababa de regresar de sus viajes por Europa. En Venezuela este hombre, Simón Bolívar, estaba comenzando una revolución en pos de la independencia de América del Sur de España. Su lucha lo llevaría por toda América del Sur y su causa ganaba adeptos día a día y a ojos vista. Después de haber liberado Colombia, Venezuela y Ecuador, Bolívar ya estaba cerca de liberar Perú en 1821.

En el Alto Perú, después de 1817 hubo una relativa calma cuando el poder de los caudillos y el virrey del Perú llegó a un punto de equilibrio. En 1820 este equilibrio se rompió cuando el general conservador, Pedro Antonio de Olañeta, se negó a reconocer la Constitución española de 1812 y rompió con el Virreinato del Perú. También se negó a unirse a los ejércitos rebeldes de Bolívar que empezaban a acercarse al Alto Perú porque él se consideraba “el único defensor del trono y el altar” en la región. Con la caída del Perú a los pies de Bolívar, éste inmediatamente se concentró en el Alto Perú. En la segunda mitad de 1823 las fuerzas de Bolívar cruzaron Bolivia y el 9 de diciembre de 1824 las fuerzas rebeldes bajo el mando de Antonio José de Sucre derrotaron al ejército realista en la batalla de Ayacucho.

Las fuerzas realistas restantes fueron derrotadas fácilmente en El Callao, pero quedaba todavía un último obstáculo militar: el general Olañeta. Como último reducto de resistencia, intentó entregar el Alto Perú a Brasil en un esfuerzo postrero para mantener el control español en la zona, pero fue en vano. En una batalla final, el 09 de abril de 1825 Olañeta y Sucre se encontraron en el campo de batalla. Las tropas de Olañeta, sabiendo que estaban abocadas a la derrota, lo asesinaron en el campo de batalla y se rindieron ante el ejército rebelde. El último reducto de España en América del Sur se había perdido para siempre.

Se convocó un congreso constituyente el 6 de agosto del 1825 para crear una nueva Carta Magna llamando a este nuevo país independiente Bolivia en honor del aristócrata metamorfoseado en libertador Simón Bolívar. Desde el 12 de agosto al 29 de diciembre de 1825 Bolívar llevó a Bolivia por el camino de la democracia y la independencia y cuando él renunció, su compañero y héroe de guerra, Antonio José de Sucre, continuó en la presidencia.

Hoy, el día de la Independencia de Bolivia se celebra cada año el 6 de agosto. Se celebran fiestas en todo el país y es un espectáculo común ver a los escolares que desfilan por las calles con sus uniformes escolares mientras ondean con orgullo la bandera boliviana.

TEXTO PUBLICADO ORIGINALMENTE EN EL SITIO https://www.donquijote.org/es/cultura-boliviana/historia/independencia/

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