Barbara Strozzi: una bastarda en LA mayor

Barbara Strozzi, también conocida como Barbara Valle, nació en Venecia el 6 de agosto de 1619 y falleció en Padua el 11 de noviembre de 1677. Hija de Isabella Garzoni, una sirvienta apodada “La Greghetta”, y de padre no reconocido oficialmente, Barbara fue adoptada por Giulio Strozzi, prominente poeta, libretista y figura central en el desarrollo de la ópera veneciana. Strozzi, hombre de letras vinculado a los círculos libertinos e intelectuales de la época, asumió un papel determinante en la formación musical e inserción social de Barbara, presentándola como una especie de experimento artístico y cultural propio.

Gracias a la mediación de Giulio, Barbara recibió una formación privilegiada para su tiempo, estudiando canto con Francesco Cavalli, uno de los principales compositores de ópera veneciana y figura clave en la consolidación del género como espectáculo público. Una vez alcanzada una sólida preparación vocal e instrumental, Barbara comenzó a participar activamente en la Accademia degli Unisoni, institución fundada por su padre adoptivo, donde se desempeñó como intérprete, anfitriona y también como autora, en un espacio eminentemente masculino.

En 1644 publicó su primer libro de madrigales, con textos de Giulio Strozzi, marcando un hito en la historia de la música impresa: fue la primera mujer en Italia que firmó una obra musical con su propio nombre, sin recurrir al anonimato ni a seudónimos masculinos. Este gesto de autoría explícita representó una transgresión significativa respecto a las convenciones sociales y editoriales vigentes.

Entre 1644 y 1664, Barbara publicó ocho colecciones de música vocal que reúnen más de cien composiciones, cifra que la sitúa entre los autores más prolíficos de su época. Su producción incluye madrigales, arias, ariettas y especialmente cantatas profanas, género que cultivó con particular originalidad. De hecho, diversos estudios la reconocen como una de las principales impulsoras del desarrollo de la cantata solística en Venecia, contribuyendo a su afirmación como forma musical autónoma.

A pesar de su reconocimiento como compositora, Barbara Strozzi fue objeto de juicios morales y estigmatizaciones. Fue acusada de “cortesana”, en parte debido al retrato que Bernardo Strozzi realizó de ella —“La intérprete de la viola da gamba” (1630–1640)—, donde aparece representada con el torso semidesnudo, en actitud desafiante y mirada directa. Esta imagen fue interpretada en su época como prueba de su supuesta conducta licenciosa, aunque puede entenderse también como afirmación de agencia, poder artístico y autonomía femenina. Barbara fue madre de cuatro hijos, a quienes crió y mantuvo sin vínculo matrimonial conocido, lo cual también alimentó rumores y sanciones sociales.

En un contexto de hegemonía masculina tanto en la esfera pública como en la producción artística, ella logró construir una trayectoria singular. Su obra destaca por una notable sensibilidad melódica, una expresividad emocional marcada y un dominio estilístico que le permitió sobresalir en un campo reservado casi exclusivamente a varones. La recuperación crítica de su figura en las últimas décadas permite situarla entre las compositoras más relevantes del barroco europeo, no sólo por su legado musical, sino también por su posición pionera en la reivindicación de la autoría femenina.

 

 

Links:

Il Primo Libro de Madrigali Di Barbara Strozzi:

https://es.scribd.com/document/625306677/Il-Primo-Libro-de-Madrigali-Di-Barbara-Strozzi

 

Barbara Strozzi – Il Primo Libro de’ Madrigali, Op.1 (selección)

 

 

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