Tenía 37 años al morir. Desde los 14 había estado casada con Luis Augusto Borbón, duque de Berry y Majestad Cristianísima de Francia y de Navarra. Había pasado 24 años lejos de su familia, en una corte que le era hostil, con súbditos que la llamaban la “perra austríaca” (l’autre-chienne), acusada de derrochadora y presumida, aunque desde su casamiento fuese víctima de una constante falta de respeto de la aristocracia versallesca.
Después de tres años de casada se consumó su matrimonio, poco antes de ser consagrada “la pequeña reina”. Adolescente al fin, llevaba una vida despreocupada, con sus jóvenes amigas que seguían su tren de vida. En esa época, danzaba hasta el amanecer. A ellas, tanto como a la reina, les estaba reservado un trágico final. A la princesa de Lamballe, no solo la asesinaron en la calle, le cortaron la cabeza y los pechos, masacrada por una chusma que pedía su muerte. Su cadáver fue eviscerado y su cabeza clavada en una pica y conducida hasta la prisión du Temple, donde había sido encarcelada María Antonieta. Querían que la reina presenciase el horrendo espectáculo, pero se dice que no llegó a ver a su amiga despedazada.
No era este el último horror de su existencia. María Antonieta, nueve meses antes de morir, se despidió de su marido cuando fue conducido a la guillotina mientras escuchaba a su hijo, el nunca ungido Luis XVI, entonar las canciones soeces y antimonárquicas que le enseñaban sus captores. Entre ellas se destacaba una a la que llamaban “La Marsellesa”.
Cuentan que, al ser conducida a la prisión de la Conciergerie, esta “prisionera 208”, se golpeó accidentalmente la cabeza. El guarda le preguntó si se había lastimado. “Ahora nada puede hacerme daño”, contestó la viuda del Ciudadano Capeto.
El 14 de octubre la reina, “azote y sanguijuela de los franceses”, fue conducida al Tribunal Revolucionario, donde se la acusó de conspirar contra Francia, promover intrigas, satisfacer caprichos desmesurados, arruinar las finanzas del país y hasta haber mantenido relaciones incestuosas con su hijo. Casi no pudo defenderse. Estaba condenada antes de empezar. El fiscal Fouquier de Tinville la comparó con Mesalina, Brunegilda y Catalina de Médici. El 16 de octubre fue conducida a la ahora llamada Plaza de la Concordia, entre una multitud que la abucheaba e insultaba. Aún así, subió por sus propios medios al cadalso, frente a un público hostil. En un momento, se tropezó con el verdugo. “Perdone usted señor, no lo hice a propósito”, le dijo. Fueron sus últimas palabras. Antes de la ejecución, no quiso confesarse con el “sacerdote constitucional” que le habían propuesto. Sola, se reconcilió con el Creador, abrazando la fe de sus mayores
Fue inhumada en el cementerio de la Madeleine, antes de ser exhumada en 1815 para ser enterrada en Saint Denis junto a su esposo.
En este cementerio ahora existe un jardín de rosas, la flor preferida de la pequeña reina, que bailaba hasta el amanecer.
Marie Antoinette es una película de 2006, coproducción estadounidense-franco-japonesa, del género drama histórico, escrita y dirigida por Sofia Coppola.
La película está inspirada en la biografía histórica Marie-Antoinette: The Journey de Antonia Fraser, en una adaptación libre.