¿DÓNDE NACIÓ CERVANTES?

“Guárdate pluma mía para que los pueblos y

lugares de La Mancha se disputen la gloria de

haberme mecido”.

¿Sabían que la primera biografía que se escribió de Cervantes no se hace hasta transcurridos 123 años después de su muerte?

Así es. Cervantes muere en 1616 y no es hasta el año 1738 que el conde de Granville encarga al historiador Gregorio Mayans i Siscar, bibliotecario de Su Majestad, una biografía que rellene el vacío existente sobre tan ilustre personaje. Y escribe Vida de Miguel de Cervantes Saavedra, natural de Madrid, situando el año de su nacimiento en el 1549, deduciéndolo del prólogo a las Novelas Ejemplares. Y su muerte el 23 de abril de 1616.

Si leemos una biografía convencional nos encontraremos que “oficialmente” Cervantes fue el cuarto entre siete hijos de Rodrigo y Leonor, siendo bautizado en la localidad madrileña de Alcalá de Henares el 9 de octubre de 1547, es decir, dos años antes de lo que asegura su primer biógrafo. Incluso en el mes hay discrepancias. Algunos autores apuntan que tal vez la fecha de su nacimiento pudo ser el 29 de septiembre, día de San Miguel, aunque no cuestionan el lugar.

A pesar de la abundancia de datos que existen sobre nuestro genio literario, al igual que ocurre con Shakespeare o Colón, es mucho más lo que desconocemos de lo que sabemos. El ensayista Américo Castro ya nos decía que “la biografía de Cervantes es tan escasa de noticias como llena de sinuosidades. Sus biógrafos completan esta situación con su empeño de hacer de Miguel una figura ilustre y sin tacha en su vida mortal, y estorban así la tarea de hacer comprensible su obra imperecedera”.

La verdad sea dicha es que apenas sabemos nada de su infancia hasta el año 1568 que es cuando empiezan a surgir datos un poco más fiables.

Su partida de bautismo

Los argumentos que se han esgrimido para sostener que Cervantes nació en Alcalá de Henares se sustentan en una partida de bautismo existente en la iglesia de Santa María la Mayor de un tal Miguel de Carbantes, que suponen corresponde a nuestro Miguel de Cervantes, así como una declaración en la Partida de Rescate de Argel de 1580 con unas sospechosas raspaduras.

Por otra parte, los defensores de su origen alcalaíno mencionan la obra de fray Diego de Haedo, Topographia e Historia General de Argel (Valladolid, 1612), que contiene varias contradicciones, en la que recoge la declaración de que Cervantes era un hidalgo principal de Alcalá de Henares. En ella también aparece un pasaje que da cuenta de las habilidades del novelista en el arte de las fugas:

“Del cautiverio y hazañas de Miguel de Cervantes se pudiera hacer una particular historia. Dezía Hasan Bajá, rey de Argel, que como él tuviese guardado al estropeado español, tenía seguros sus cristianos, bajeles y aun a toda la ciudad: tanto era lo que temía las trazas de Miguel de Cervantes”.

Ante indicios tan poco claros, algunos investigadores han querido encontrar el origen de Cervantes lejos de Alcalá. Libros no faltan que intentan demostrarlo. Uno de ellos es el de César Brandariz, Reconstruyendo a Cervantes (1999), en el que plantea la hipótesis de que era judío y que tanto el año como el lugar de nacimiento estén equivocados. Dice que realmente nació en 1549, dos años después de lo que dice su acta bautismal, y no en Alcalá de Henares sino en un remoto pueblo de Zamora.

Del controvertido expediente de Rescate hay tres folios que afectan a Cervantes. Uno de sus mejores biógrafos, Luis Astrana Marín, escribe en su tomo tercero de la Vida ejemplar y heroica de Miguel de Cervantes Saavedra (1948-1958):

“Don Basilio Sebastián Castellanos, anticuario que fue de la Biblioteca Nacional, hábil imitador de letra antigua y falsificador torpísimo, falsificó tan importante documento con la intención de hacer a Cervantes de Madrid”.

(…) “Otros que ya se ignora quien, vuelta a raspar y a poner de Alcalá de Henares pero ahora se añade en el margen la siguiente inscripción: Miguel de Cervantes Saavedra, natural de la villa de Alcalá de Henares”.

De los documentos de rescate, la única parte que se libró de las sucesivas falsificaciones y raspaduras, comenta Astrana, fue precisamente la relativa a la edad, 31 años en 1580 y nacido, por tanto, en 1549, fecha que coincidiría con los datos que suministra Gregorio Mayans y el propio Cervantes a lo largo de sus obras.

¿Un Cervantes zamorano?

Brandariz, por lo que se refiere al lugar de nacimiento, comenta como “datos objetivos”, que el propio Cervantes en obras separadas entre sí unos veinte años, narra el lugar de procedencia de sus “alter ego” literarios: el Damón de La Galatea y el cautivo de El Quijote. En ambos casos declara que proceden de las Montañas de León, al igual que el cautivo de la comedia El trato de Argel, llamado Aurelio, que ratifica su condición de montañés. Y concluye que en las Montañas de León, comarca de Sanabria, existen dos pueblecitos próximos denominados uno Cervantes y otro Robleda-Cervantes. En el primero, antiguo refugio de judíos, “existe una tradición antiquísima, de la que no les gusta mucho hablar, de que Cervantes era natural de dicho pueblo, pueblo en el que los bautismos no se empezaron a inscribir hasta el 1588”.

En la misma zona existe otra localidad, Santa Colomba del Terroso, donde el apellido Saavedra es muy abundante. Asimismo, el término “Mancha” —siguiendo la tesis de Brandariz— es utilizado por Cervantes en un doble juego de acepciones: como lugar geográfico y como baldón de la etnia, la judía, los “manchados”, a la que él pertenecía por origen. Por último, concluye a modo de resumen diciendo:

“La acumulación de evidencias y el encadenamiento lógico de las informaciones expuestas pide que se reconozca, de una vez para siempre, que las Montañas de León de Sanabria entorno al pueblecito llamado Cervantes, es el auténtico lugar de procedencia de Miguel de Cervantes Saavedra por mucho que, unas veces por pasividad e inercia y otras por obcecación en chauvinismos trasnochados, se enmarañen argumentos imposibles”.

El ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha – Ilustración de Gustave Doré – 1863

Brandariz, erre que erre, escribió también Cervantes decodificado (2005) en el que añade que el escritor aprendió a leer y escribir no en Sevilla, sino a los once años y durante cuatro inviernos, hasta 1564, en la acrópolis de Monterrey, fundación de jesuitas en la que puso gran empeño Francisco de Borja.

Brandariz no es el único que defiende esta hipótesis. El catedrático emérito de Derecho Internacional de la Universidad de Ginebra, Leandro Rodríguez, afirma que Cervantes podría ser zamorano y judío y así lo expone en su obra Cervantes en Sanabria. Ruta de Don Quijote de la Mancha (2004). Explica que, según unas investigaciones que le han llevado cincuenta años de estudio, los escenarios que aparecen en la obra de Cervantes se desarrollan en diferentes puntos de la geografía zamorana.

Otra cuna: Alcázar de San Juan

Otras teorías aseguran que su natalicio fue en Alcázar de San Juan (Ciudad Real), aportando incluso pruebas de que fue bautizado en la capilla de Santa María la Mayor donde se conservaría su partida de bautismo.

En la ciudad alcarreña hay un monumento erigido en honor a su nombre con los personajes de Sancho y Don Quijote. Así, Alcázar de San Juan se llamó durante una cierta etapa histórica Alcázar de Cervantes, pues no son pocos los historiadores que piensan que esta ciudad es la auténtica cuna del escritor.

En el lugar donde estuvo la casa en la que supuestamente vivió el narrador español, hoy derrumbada por su mal estado y reconstruida años después, se puede ver una placa conmemorando tal nacimiento. El cronista Juan Leal Atienza es uno de los que apoyan esta teoría en una obra titulada: Fin de una polémica. III centenario de Cervantes (1916):

“Porque tenemos una partida de bautismo donde se ve explícito el apellido Saavedra, y mientras ella haga fe, la creemos más auténtica para apropiarla al autor de El Quijote que la existente en Alcalá. Además, la tradición señala la casa donde nació Cervantes en esta ciudad: Plazuela de la Rubia del Rosquero, número 1. Los albañiles Eleuterio Casero y Eusebio Bautista, con motivo de una reparación hecha en ella, por los años 1870, vieron una inscripción que decía: Este es el aposento donde nació Miguel de Cervantes Saavedra, autor de la historia de D. Quijote de la Mancha”.

Al final, con tanto jaleo bibliográfico, no se sabrá si nuestro ilustre “manco de Lepanto” (aunque nunca le cortaron su mano izquierda sino que se le anquilosó) fue oriundo de Alcalá, de Alcázar o de algún otro pueblo manchego o zamorano, pero lo que sigue siendo un auténtico misterio es que los dos mejores escritores de todos los tiempos, Cervantes y Shakespeare, murieran un mismo día del mismo mes del mismo año: 23 de abril de 1616. ¿O no fue así? Ya llegará el momento oportuno donde intentaremos aclararlo.

Cervantes – En Alcazar de San Juan

Teorías frikis

El filólogo Jordi Bilbeny (1961) está empeñado en destapar los orígenes ocultos y catalanistas de algunos personajes célebres de la cultura española. Empezó por Cristóbal Colón diciendo que era catalán y que las tres carabelas habían salido de Pals (Gerona) y no de Palos de la Frontera (Huelva). Y luego le tocó el turno a Miguel de Cervantes que, según él, nació en Xixona (Alicante) y respondía al apellido Servent dentro de una poderosa familia de notarios y tesoreros al servicio de la corte de ascendencia catalana. Su nombre completo sería Joan Miquel Servent y precisa aún más al decir que tuvo casa en Barcelona en un edificio que aún se conserva en el número 2 del Paseo de Colón y que ya aparece catalogado como tal en guías de la ciudad del siglo XIX.

Diez años de investigación, según Bilbeny, para decir eso, dando una patada a las pruebas históricas. Hasta se atreve a decir que “Cervantes tenía que ser catalán porque era culto, educado y tenía estudios”. Veremos a ver qué dice si algún día analiza la figura de Lope de Vega. Miedo me da.

Para colmo, el periodista Albert Torras reivindica que Miguel de Cervantes era, además de catalán, un homosexual. En su libro Gais i lesbianes de la història de Catalunya reúne la historia y las anécdotas de más de 50 famosos personajes caracterizados por ser gays. Incluye a Cervantes basándose en el hispanista estadounidense Daniel Eisenberg quien alega alegremente que los personajes de los entremeses cervantinos y la acusación de sodomía que le llevó a la cárcel de Orán (Argelia), son pruebas indiscutibles de su homosexualidad. Vamos, que Cervantes o Servent se tiene que estar removiendo en su tumba con tanta estupidez junta.

¿Dónde está enterrado Cervantes?

Si un enigma es saber dónde nació realmente, otro lo supone determinar en qué lugar exacto yacen sus huesos. Se sabe que fue enterrado en el convento de las Trinitarias Descalzas de la madrileña calle Lope de Vega, desconociéndose en la actualidad la ubicación exacta de sus huesos. No hay lápida, ni tumba, ni placa salvo la de la fachada del templo. Su biógrafo Luís Astrana Marín tampoco lo sabe: “todo el convento es hoy el gran cenotafio de Cervantes”.

En algún lugar, de cuyo nombre no me quiero acordar, descansan sus restos. Un trágico destino que han seguido otros escritores y artistas del Siglo de Oro: los restos mortuorios de Lope de Vega, Calderón de la Barca o del pintor Velázquez tampoco se saben dónde están sepultados a ciencia cierta. A Lope de Vega se le enterró en 1635 en la iglesia de San Sebastián, de la calle Atocha, y sus huesos desparecieron entre 1654 y 1658 al ser trasladados para enterrar en su lugar a la hermana del entonces párroco de la iglesia.

Los restos de Calderón sufrieron parecidas peripecias: murió en Madrid en 1681, fue sepultado en la parroquia del Salvador y, tras deambular su esqueleto por varios lugares, al final fueron depositados en la parroquia de Nuestra Señora de los Dolores situada en la madrileña calle de San Bernardo, pero en 1936, durante la Guerra Civil, el templo sufrió un saqueo, fue incendiado y desparecieron los archivos donde figuraba el lugar exacto de reposo de Calderón.

Ironías del destino.

¿Dónde está ese lugar de cuyo nombre no me quiero acordar?

Que si Cervantes nació en tal o cual sitio, que si el Quijote tiene claves esotéricas, que si Sancho Panza era un sabio, que si Dulcinea representa el amor sublime… ¿Y de dónde salió el caballero de la triste figura para empezar sus aventuras? Pues ya lo sabemos. Un equipo científico de la Universidad Complutense, integrado por expertos en Geografía, Historia, Filología, Sociología, Matemáticas y Ciencias de la Información, dirigido por Francisco Parra Luna, catedrático de Sociología, ha tratado durante dos años de hallar la respuesta. Los autores del trabajo, titulado “El Quijote como un sistema de distancias tiempos: hacia la localización del lugar de la Mancha” (2005), aplicaron diversas metodologías, entre ellas la velocidad que despliega el asno en su recorrido habitual y se llegó a fijar que la mítica morada de Don Quijote era Villanueva de los Infantes (Ciudad Real).

Estudiaron veintisiete pueblos posibles en el entorno del Campo de Montiel, antes de llegar al dictamen final. En el estudio se estima el recorrido del burro de Sancho Panza en 31 kilómetros por día en verano y 22 en invierno. Argamasilla de Alba —muy cerca de Villanueva— ha venido siendo el lugar tradicional del que se sospechaba que partió Don Quijote en su andadura. Y seguirá reclamando ese honor porque el único que podría despejar definitivamente las dudas era el propio Miguel de Cervantes.

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Texto extraído del libro Enigmas Literarios (Olmo Ediciones)

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