Fridtjof Nansen nació en 1861 en Christiania (o Kristiania, hoy Oslo), estudió zoología en el Museo de Bergen, tuvo una sólida formación humanista y científica que lo llevó a ser un innovador en varias disciplinas y fue uno de los pioneros en el esquí deportivo. Nansen, que viajó a Groenlandia como estudiante en 1882, estudió especialmente en ese viaje todo lo relacionado con el deslizamiento del hielo, lo que luego lo llevaría a desarrollar la teoría de la existencia de una corriente este-oeste a través del océano Ártico.
En 1888, Nansen había diseñado un plan para cruzar por tierra Groenlandia de este a oeste (“The west coast or death”). A contramano de lo habitual para la época, Nansen había armado esa expedición con sólo cinco personas además de él, destacándose entre ellos Otto Sverdrup, un marino afín a sus ideas que lo acompañaría luego a lo largo de los años en otras expediciones. Nansen y su grupo encararon la primera travesía este-oeste de Groenlandia, un recorrido de unos 500 km sobre glaciares con una temperatura de -45°C. El barco no pudo dejarlos en la costa este y eso los obligó a tratar de alcanzarla en botes, pero la corriente los alejó 380 km hacia el sur del punto en donde los había dejado el barco. Recién ahí tocaron tierra, pero estaban demasiado al sur para empezar el cruce. Empezaron a remar contra la corriente y entre los hielos hacia el norte, y después de remar 200 km durante doce días Nansen decidió empezar allí el cruce, aunque estaban bastante más al sur del punto que tenían previsto para empezar. El cruce fue de altísima y permanente dificultad; habían perdido mucho tiempo, el verano ya había avanzado mucho y el último barco que abandonaría Christianhaab (punto de la costa oeste al que aspiraban a llegar) zarparía a fines de septiembre, por lo que no serían capaces de alcanzarlo a tiempo. Nansen ordenó un cambio de dirección al oeste, hacia Godthaab, lo que acortaba el viaje en 150km. Pero el tiempo fue muy hostil, las temperaturas eran de -42ºC y el terreno era muy accidentado. Llegaron a Godthaab a principios de octubre, luego de cruzar Groenlandia durante siete semanas, realizando durante el viaje mediciones meteorológicas y geográficas de toda esa región inexplorada hasta entonces.
Como no llegaría a Gotdhaab ningún barco hasta la siguiente primavera, Nansen y su equipo pasaron los siguientes siete meses (invierno) en Groenlandia, lo que les permitió relacionarse estrechamente con los esquimales (inuit), con los que convivió muy amigablemente, mientras observaba y aprendía de y sobre ellos. Nansen desarrolló un enorme respeto y una gran admiración por la cultura inuit, lo que destacó permanentemente en sus escritos y conferencias posteriores. “No sin pena abandonamos este lugar y a esta gente, con quienes nos lo hemos pasado tan bien; en muchos aspectos, su cultura y sus conocimientos son superiores a los nuestros”, dijo cuando finalmente regresó a Noruega.
Aquella travesía de Groenlandia y lo que aprendió con los inuits reforzó en Nansen la idea de la existencia de la corriente este-oeste en el Ártico, y los meses entre los inuits impulsaron su interés por adentrarse en el océano Ártico para llegar lo más al norte que se pudiera. La búsqueda del “Paso del Noroeste” (una ruta marítima que permitiese rodear América por el norte para llegar hasta el Pacífico), que se había cobrado tantas vidas (resaltando la trágica Expedición Franklin de 1845), era un agregado más a las intenciones científicas de su proyecto.
Pero Nansen estudió la situación de manera diferente. Para obtener resultados diferentes a los repetidos fracasos de tantas expediciones anteriores, había que pensar en estrategias diferentes. Y Nansen lo hizo.
El innovador plan de Fridtjof Nansen consistía en un diseño de barco diferente, que le permitiera dejar intencionalmente que el barco se congelara sobre las heladas aguas del océano Ártico. La primera respuesta a ello fue que era “una idea suicida”, ya que ningún barco podría soportar la presión del hielo. Pero el Fram refutó ese pensamiento gracias a su excepcional construcción.
El problema no era la resistencia de la proa o la capacidad de rompehielos del barco, sino la forma del casco. Hasta entonces, cuando un barco era rodeado por el hielo, la presion lateral del hielo rompía el casco del mismo.
Para evitar eso se diseñó y construyó un casco muy especial: redondeado y no plano, con laterales de superficie lisa para que el hielo no pudiera “agarrarse” y presionar el barco hacia abajo. Esa forma aseguraba que al aumentar la presión lateral, la curva del diseño del barco desviara la fuerza hacia arriba en vez de aplastar y hacer colapsar el barco. Se buscaba que el hielo “empujara” el barco hacia arriba, como una cáscara de nuez ovalada al ser apretada con los dedos. Es cierto que esa forma de nuez hacía que, además de ser lento, el barco no fuera tan fácil de gobernar. Pero eso sí: resistía el empuje del hielo.
El Fram fue construido por Colin Archer, en estrecha colaboración con Nansen y Sverdrup, que sería la segunda autoridad a bordo. Archer era un experto constructor naviero noruego que construyó más de 200 barcos de distinto tipo y que captó inmediatamente las ideas de Nansen.
El timón y el propulsor, ambos en la popa, podían elevarse para protegerse del daño producido por el hielo; construyeron una especie de hélice-molino en la cubierta para obtener energía y la eslora reducida facilitaba las maniobras en el hielo y le daba más potencia al barco. El motor a vapor de 220 caballos de potencia permitía alcanzar velocidades de hasta 7 millas náuticas por hora en aguas calma. El Fram tenía 39 metros de eslora y 11 metros de ancho (es decir, un barco más bien pequeño), 5.5 metros de calado y un desplazamiento de 800 toneladas cargado. La popa y la proa fueron especialmente reforzadas, teniendo la popa un espesor de 1.25 metros de madera de roble. Los laterales tenían un espesor de 70 a 80 cm y se componían de tres capas: dos capas interiores de roble y una exterior de madera de guayacán. El espacio entre las maderas fue rellenado con una mezcla de brea, alquitrán y aserrín, y el interior estaba reforzado por vigas de roble, pino y olmo americano. La madera empleada era más resistente, robusta y compacta que la de cualquier barco construido hasta entonces.
Los miembros de la Expedición Fram, todas personas con grandes cualidades humanas, lo que contribuyó y mucho al éxito de la expedición, fueron: Anton Amundsen (no relacionado con el gran explorador Roald Amundsen), ingeniero; Adolf Juell, cocinero; Theodor Jacobsen, marinero; Sigurd Scott-Hansen, marino miembro de la Armada noruega; Peter Hendriksen, marinero; Lars Petterson, ingeniero naval; Fredrik Hjalmar Johansen, un multitask: deportista, acróbata, guardia, granjero, militar; Ivar otto Mogstad, encargado de los perros; Henrik Blessing, médico y botánico; Bernt Bentsen, marinero; Bernhard Nordahl, ingeniero eléctrico y meteorólogo. Ocho de ellos estaban casados y tenían entre todos 27 hijos.
Fridtjof Nansen era ante todo un científico y la expedición tenía por lo tanto fines científicos. Además del objetivo de demostrar la teoría de la corriente este-oeste, de encontrar su dichoso Paso Noroeste y, de ser posible, rellenar algunas de las “áreas en blanco” de los mapas de entonces, el Fram tenía un programa científico a bordo que incluía observaciones y mediciones relacionadas con oceanografía, meteorología, geología marina (muestras del fondo del mar), gravedad, geomagnetismo, aurora boreal, flora, fauna, condiciones climáticas y hasta formas de vida en el pasado.
Nansen planificó detalladamente los 3 a 5 años que duraría la expedición del Fram, dándole tanta importancia a la comida y al ocio necesario como a las actividades científicas. Consultó al fisiólogo Sophus Torup sobre las pautas adecuadas de nutrición y se aseguró de que la comida fuera tan abundante como variada. Gracias a ello, durante la travesía los miembros de la expedición ganaron peso y no hubo ningún caso de escorbuto. Una colección de 600 libros fue donada al barco y destacados artistas noruegos donaron pinturas para el salón y los camarotes. Llevaron también varios instrumentos musicales (entre ellos un órgano semiautomático con unas 100 melodías pre-seleccionadas), juegos de damas, ajedrez y juegos de cartas. En el tiempo libre a bordo se hacían juegos, concursos, apuestas, debates, se escribían diarios y se cantaba.
El Fram partió de Vardø el 21 de julio de 1893. Llegó al Paso del Noroeste y se adentró en el hielo dos meses después. Elevaron el timón y el motor para ponerlos a salvo del hielo y utilizaron el molino para tener energía eléctrica. Si bien en enero de 1895 hubo momentos de inquietud porque el hielo bloqueó un costado del barco, la tripulación sólo tuvo que abandonarlo, instalándose en el hielo, retornando al barco a los pocos días.
Después de un año y medio, el 14 de mayo de 1895 Fridtjof Nansen y Fredrik Hjalmar Johansen abandonaron el Fram con la intención de llegar al Polo Norte en una travesía por el hielo, algo que ya había sido convenido al inicio del viaje en el caso de que el Fram no lograra seguir avanzando por el hielo. Para ello dispusieron de tres trineos, dos kayaks cargados en ellos, provisiones, material científico (un total de 220 kg de carga) y 28 perros para emprender la travesía hacia el Polo Norte. Cuando la comida de los perros se acabó, tuvieron que empezar a sacrificarlos de a uno para poder alimentar a los perros que iban quedando. Llegaron hasta los 86º latitud norte, hasta que e sus relojes y sus brújulas se detuvieron y ya no podían calcular ni interpretar su posición.
Luego de la extensa travesía sobre el hielo llegaron a mar abierto. Por entonces sólo quedaban dos perros, que tuvieron que sacrificar. Utilizaron los kayaks, con velas cuando había viento favorable, remando cuando no lo había. Cuando el 7 de agosto finalmente divisaron tierra firme, no sabían que en realidad se encontraban en Franz Josef Land. Pasaron casi ocho meses en una hibernación en un pequeño peñasco hasta que por absoluta casualidad (Nansen estaba reparando un agujero en su kayak producido por el ataque de una morsa cuando escuchó el ladrido de un perro) se encontraron con el inglés Fredrick Jackson el 17 de junio de 1896. Jackson era también un explorador, que tenía su propia base en Cap Flora. Así, Nansen y Johansen retornaron a Noruega en el barco de Jackson, el Winward. El Fram también llegaría de regreso a Noruega una semana después.
Las conclusiones y hallazgos más importantes de la expedición del Fram fueron varios: primero, probar la teoría de la corriente este-oeste; segundo, comprobar la resistencia del Fram a la presión del hielo; tercero, descubrir la gran profundidad del océano Ártico (las mediciones constataron una profundidad de 3.850 metros); cuarto, comprobar la ausencia de tierra en la región del Polo Norte; quinto, la comprobación casi con certeza de la influencia de la rotación terrestre sobre las corrientes marinas; sexto, importantes conclusiones meteorológicas y geofísicas que ayudarían a la comprensión de los procesos de la región y, por extensión, del planeta helado, fue un acontecimiento nacional en Noruega. Una multitud los recibió ondeando banderas y celebrando la hazaña por todo el país.
Luego del cruce de Groenlandia y de su exitosa expedición con el Fram, Nansen pasó a ser un científico polar de prestigio internacional. En 1897 Fridtjof Nansen fue nombrado catedrático de zoología por la Universidad de Oslo, pese a que por entonces Nansen estaba más interesado en la oceanografía.
Entre 1898 y 1902, Otto Sverdrup comandó la Segunda Expedición Fram. Esta expedición fue impresionante: casi 200.000 km2 de “territorio nuevo” (el archipiélago Ártico, en el norte de Canadá) fueron explorados y cartografiados, en lo que fue el resultado de interés geográfico más importante obtenido por cualquier expedición polar.
Las dos “Expediciones Fram” inspiraron y alentaron al gran explorador Roald Amundsen, que sería el primero en llegar al Polo Sur, también embarcado en el Fram, en 1911.
La fama de Nansen influyó en Noruega para desligarse de su unión con Suecia en 1905. Nansen se convirtió en un buen amigo de la nueva pareja real noruega, Haakon VII y su esposa Maud. Nansen fue nombrado embajador de Noruega en Gran Bretaña entre 1906 y 1908, y allí estableció una buena amistad con el rey Eduardo VII. En 1908 Nansen se convirtió en el primer catedrático de oceanografía en Escandinavia, pese a no poder dedicarse a la docencia por falta de tiempo. Si bien Nansen era un científico vocacional, una serie de misiones diplomáticas y humanitarias ocupaban la mayor parte de su tiempo. Nansen estaba casado desde 1889 con Eva Sars, cantante y pionera del esquí femenino. Tuvieron cinco hijos, antes del fallecimiento de Eva, a los 49 años, por una neumonía.
Después de la Expedición Fram, Nansen escribió su magna obra “Hacia el Polo”, que fue publicada en seis volúmenes. Entre 1910 y 1914 se embarcó en cruceros oceanográficos, y a pedido de la Real Sociedad Geográfica escribió años después la historia en dos tomos de sus exploraciones en la parte más septentrional del planeta (“Nieblas del Norte”).
Durante la Primera Guerra Mundial Nansen fue enviado a Estados Unidos para apoyar el pedido del gobierno de abastecimiento para Noruega, país neutral en la contienda. Las atrocidades de la guerra convirtieron a Nansen en un acérrimo defensor de la Liga de las Naciones (que luego se convertiría en la ONU). En 1920 Nansen fue nombrado Alto Comisionado encargado de la repatriación de prisioneros de guerra rusos y alemanes, y posteriormente trabajó activamente en labores humanitarias con las víctimas de la hambruna en Rusia. En 1922 fue nombrado Alto Comisionado de la Liga de las Naciones para los Refugiados y su actuación derivó en la creación del “Pasaporte Nansen” para ayudar a que los refugiados apátridas pudieran desplazarse a otros países. Este documento personalizado para refugiados ayudó a miles de personas (entre ellas artistas destacados como Igor Stravinsky, Sergei Rachmaninov y Marc Chagall) a desplazarse a un nuevo país e iniciar una nueva vida.
Por todo esto, Nansen fue galardonado con el premio Nobel de la Paz en 1922. Su última gran iniciativa fue ayudar a los refugiados armenios de Turquía, lo que lo convirtió en una personalidad muy querida en Armenia. Fridtjof Nansen falleció en 1930.