La Escuela Salernitana de Medicina

El Medioevo abarca desde la caída de occidente en el 473 hasta la caída de Costantinopla por los turcos en 1453.

La medicina racional desaparece con Galeno a fines del siglo 2, luego Oribasio y alguno más mantuvieron similar estilo.

Unos 100 km al Sur de Nápoles, luego de visitar la maravillosa Costa Amalfitana, se arriba a Salerno, ciudad portuaria, de origen Medieval, de gente simpática, de agradable belleza, que le brindó al mundo uno  de los avances médicos mas preciados de su historia.

Lo que si es seguro es que en el siglo X la ciudad de Salerno era muy conocida por su ambiente saludable y los conocimientos de sus médicos, y acababa de obtener su independencia del Principado de Benevento, fundándose el Principado de Salerno con el beneplácito del emperador del Sacro Imperio Luis II el Joven.

De los médicos de Salerno se cuenta que no tenían cultura literaria, pero gozaban de una gran experiencia y de un talento innato. De hecho en este período la naturaleza de sus enseñanzas era fundamentalmente práctica y eran transmitidas oralmente.

La Escuela Médica Salernitana fue la primera y más ilustrada de su época, siguiéndole la de Bologna. De allí proliferaron en muchos lugares de Europa, escuelas médicas similares a ella.

La leyenda que atribuye la fundación de la escuela a cuatro maestros: el Judío Helinus, el Griego Pontus, el Árabe Adela y el Latino Salernus. Que representan en realidad las culturas más importantes que influyeron en el desarrollo de la Escuela.

En este contexto la Escuela de Salerno crece hasta alcanzar el máximo de su esplendor: Salerno se gana el título de “Hipocrática Civitas” (Ciudad Hipocrática), título del que continúa enorgulleciéndose.

La Escuela Salernitana se fundó en el siglo IX alcanzando su máximo esplendor entre los siglos X y XIII, desde las últimas décadas de poder Lombardo, hasta la caída de los Hohenstaufen. Algunos autores la consideran la primera universidad europea.

Albergaba cantidad de textos griegos y árabes. Los mas versados de su época. El Monasterio de Montecasino, que eran monjes benedictinos. Se ubica cerca de la ciudad de Salerno, albergó y alberga gran cantidad de los versículos copiados por los monjes del monasterio, que eran famosos copiadores Aunque también alimentados por textos hebreos.

Allí casi todo fue traducido al latín.

Los textos de la Escuela se encontraban en muchas Universidades del resto de Europa. Por una tarea que en un principio se debía al fino y minucioso y trabajo de los copistas.  

Aquel Monasterio de Montecasino es recordado aún más en la historia, ya que allí se libró una de las batallas más cruentas de la Segunda Guerra Mundial.

El Régimen Sanitatis Salernitanum es el tratado más famoso producido en esta escuela. La obra, en versos latinos, resulta ser un compendio de normas higiénicas, de nutrición, de hierbas y de otras indicaciones terapéuticas sugeridas por la misma Escuela y puestas al servicio de su doctrina.

Existe un texto anónimo del siglo X, un trabajador de Minori que realizó un trabajo fino y original, Historia inventionis ac translationis et miracula Sanctae Trophimenae.

El Códice Salernitano mencionaba heridas, accidentes, enfermedades, agresiones, shoks, homicidios, bendiciones, traiciones, problemas sin cura.

Problemas que también involucraban a las leyes.

Gerolamo fue un famoso médico de dicha escuela, del 800, fue ilustre y consultaba todos los volúmenes que tenia a su alcance, acerca de síntomas, enfermedades y terapias.

Algunos políticos como Alfano, contribuyeron en gran forma al desarrollo médico, ya que aparte de sus tareas de gobierno, era un gran aficionado a lo científico.

La Escuela se basaba fundamentalmente en la Teoría Humoral de Hipócrates y Galeno, aunque también en la experiencia adquirida en el ejercicio cotidiano. Además, con las traducciones de los textos árabes, se añadía a esta experiencia unos vastos conocimientos de herboristería y farmacología.

Hoy se puede visitar El Jardino de la Minerva, donde se continúan, cultivando vegetales con fines farmacológicos.

La estructura de la escuela se fue gestando con lentitud, existía ya, aunque no organizada debidamente, lo que fue consiguiendo con el correr de los años.

Deroldo y Richiero, dos famosos médicos de la Escuela llevaron su saber a distintas ciudades de Francia. Entre las anécdotas encontradas, de aquella época conocemos que un reconocido médico francés Ugo de Flavigny que fua a Salerno a curarse de cálculos renales.

Constantino el Africano, un comerciante del Mediterráneo, fue un aficionado al saber médico, considerado por gran parte de la historia como el mejor médico de su tiempo, trayendo y portando de Salerno, a otros sitios el saber del curar, experiencias, saberes y medicamentos.

El saber aunque con un transporte de la información enlentecido, ya desarrollaba un conocimiento clínico que perduraría por siempre.

Ya funciona en la ciudad de Salerno, un Museo de la Scuola Salernitana que posee más de 4000 instrumentos recolectados a lo largo del tiempo.

Bibliografía:

La Scuola Medica Salernitana. A cura di Maria Pasca. Electa Napoli. 2005.

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