Médicos y presidentes

Muchos de estos galenos estadistas iniciaron su carrera política con un pensamiento: “Si la patria está enferma, ¿quién mejor para intentar curarla?”. En Argentina, Brasil y España hubo un solo mandatario médico. En Uruguay hubo 2 (uno de ellos, Tabaré Vázquez, por dos periodos completos, el otro, Francisco Antonino Vidal Silva, fue seis veces presidente interino). En América Central, Costa Rica tuvo 6 y Honduras 5.

No todos tuvieron suerte en su gestión porque, al igual que con los pacientes de carne y hueso, los médicos no siempre son la solución al problema y, a veces, se convierten en el problema.

El primer médico en ejercer la primera magistratura fue Valentín Gómez Farias en 1833 en Méjico y nuevamente en 1846 durante la guerra mejicana-americana. También fue vicepresidente en tres oportunidades.

Valentín Gómez Farias

De corriente liberal, intentó limitar los poderes de la Iglesia y el ejército en defensa de las autoridades cívicas.

Como médico difundió la vacunación y fue un profesional de gran prestigio que inauguró el Establecimiento de Ciencias Médicas del país. En Méjico, el Día del Médico se celebra el 23 de octubre en su honor.

El segundo médico en asumir la primera presidencia de Nicaragua era oriundo de los Estados Unidos, William Walker. Más que un profesional del arte de curar era un mercenario, un aventurero que derrotó al presidente Fruto Chamorro Pérez con una fuerza de “filibusteros” que reconocían su mando. A pesar que fracasó en su intento de 1857, organizó nuevas expediciones para adueñarse de Nicaragua. En la cuarta oportunidad fue apresado, condenado y fusilado.

William Walker

Walker se había recibido de médico en Pennsylvania y perfeccionado en Europa. Sin embargo, prefirió estudiar derecho, dedicarse al periodismo y, por último, se convirtió en un aventurero de “aires principescos, talante de caballero, mitad ángel, mitad galán”.

Francisco Vidal fue presidente interino de Uruguay en 6 oportunidades, pero renunció al cargo  ante las presiones de Máximo Santos, en 1882, circunstancia que le granjeó el repudio generalizado de la sociedad por su falta de coraje cívico.

Vidal estudió y se recibió de médico en París donde ejerció por algunos años. Fue un profesional de gran prestigio que jamás dejó de atender durante el ejercicio de la magistratura (al igual que lo haría años más tarde Tabaré Vázquez).

Francisco Vidal

Los que conocieron a Vidal decían que era inteligente y astuto, pero sin energía. Cuentan que cuando debió operar a José Gregorio Suárez, un caudillo colorado de triste actuación durante el sitio de Paysandú, se escondió tras una cortina porque temía que “el Goyo” lo asesinara. Vidal ha sido recordado como “tan eminente médico como desastroso gobernante”.

Antonio José de Almeida fue presidente de Portugal entre 1919 a 1923. Feroz antimonárquico, de joven se atrevió a comparar al rey con un animal, chanza que le costó 3 meses de prisión. Ejerció en las colonias portuguesas donde conoció las deplorables condiciones de trabajo lo que lo llevó a “hermanarse con el sufrimiento” de sus pacientes. Fue el sexto presidente de la República Portuguesa, pero el primero en completar su mandato.

Antonio José de Almeida

Juan Negrín López, presidente de la frágil República Española entre 1937-39, fue un destacado fisiólogo, educado en Alemania especializado en el estudio del sistema nervioso. Uno de sus discípulos fue Severo Ochoa, el primer premio Nobel de España. Desde 1931 se dedicó a la política en uno de los momentos más dramáticos de la historia española. Su gestión fue discutida por ambos bandos, circunstancia que lo deprimió a tal punto que cuando murió en París pidió que su lápida no se  inscribirá su nombre.

Juan Negrín López

Enrique Hertzog Garaizábal fue el único presidente médico de Bolivia, especializado en cirugía, quien como médico militar participó de la guerra del Chaco-Paraguayo y fue fundador de la Sociedad Boliviana de Cirugía. Ejerció como ministro  en varias oportunidades y llegó a la presidencia por voto popular en 1947. No completó su periodo por cuestiones personales y fue nombrado embajador de su país en España, una forma elegante de quitarlo del medio. Murió en Buenos Aires, pobre y enfermo.

Enrique Hertzog Garaizábal

José Ramón Villeda fue un pediatra que llegó a la primera magistratura de Honduras en 1957. Villeda opinaba que los cuatro problemas de su país se podían resumir en las “4 ies”: insalubridad, ignorancia, indigencia e ilegitimidad. Se había perfeccionado en el arte de curar  en Alemania y en su país presidió el Colegio Médico hasta que asumió el poder ejecutivo de su país llevando adelante una de las gestiones más brillantes de su país, aunque fuera derrocado por un golpe militar.

José Ramón Villeda

Juscelino Kubitschek de Olivera fue el primero y hasta ahora único presidente médico de Brasil, y también el único urólogo en alcanzar esta distinción. Se perfeccionó en Francia y, a su vuelta, se incorporó al ejército.

Su última cirugía la hizo en 1940 y desde entonces tuvo una intensa diligencia política que culminó en la primera magistratura entre 1951 y 1961, aunque Kubitschek confesara: “soy y seré médico” (Medicus In Aeternum).

Juscelino Kubitschek de Olivera

Poco después asumió la presidencia de Argentina el doctor Arturo Umberto Ilia, un generalista que había abrazado las banderas del Partido Radical hasta que una forma casi impensable ganó las elecciones de 1963 y así fue como este médico de Cruz del Eje que soñaba con estudiar en el Instituto Pasteur de Paris terminó siendo presidente. Fue el suyo un gobierno ordenado, honesto, que luchó contras las grandes corporaciones y contó con enemigos que criticaban su parsimonia, llamándolo “Tortuga”. Al final fue destituido por los militares a quienes enfrentó con coraje. Solo salió a la calle después de ser destituido y tomó un taxi. Ilia no tenía automóvil. Dejó la medicina y asistió a un amigo en una panadería hasta su muerte.

Arturo Umberto Ilia

Salvador Guillermo Allende Gossens llevaba la política en la sangre. Fue dirigente estudiantil durante la carrera y llegó a ser senador con solo 25 años. Sin embargo hizo estudios de postgrado en psiquiatría y anatomía patológica pero creía que “la salud de un pueblo no es cuestión de medicina ni drogas sino de pan y techo”. Su tesis doctoral fue sobre “Higiene mental y delincuencia”.

Salvador Allende

Fue elegido presidente de Chile en noviembre de 1970 y a pesar de su agitada agenda dictaba clases en la Facultad de Medicina donde le preguntaba a sus alumnos: “¿Puede un médico conformarse con el dominio exclusivo de su técnica sin preocuparse por los factores que influyen directamente en la eficiencia de su tratamiento?” Catorce meses más tarde se suicidaba después de haber resistido un golpe militar.

Luis Alfredo Palacio González fue ungido presidente de Ecuador en abril de 2005. En la oportunidad dijo: “Hace más de un año advertí que el país estaba en terapia intensiva. Ahora estamos en coma y debemos cuidarnos de que alguien quiera aplicarnos la eutanasia”.

Luis Alfredo Palacio González

Este cardiólogo de larga experiencia, formado en Estados Unidos y con varios libros escritos sobre su especialidad, ya había sido ministro de salud en 1994. Durante los 2 años que ejerció la presidencia (de la que fue alejando por discrepancias con su ministro de economía, Rafael Correas) lamentó la falta de tiempo para ejercer la profesión a la que volvió al ser liberado de sus funciones y ejerció hasta su retiro.

Tabaré Ramón Vázquez Rosas fue dos veces presidente de Uruguay además de un reconocido oncólogo –especialidad que continuó ejerciendo durante sus actividades como funcionario–. Se perfeccionó en Francia, fue autor de libros sobre la especialidad y profesor de radioterapia.

Tabaré Ramón Vázquez Rosas

Durante su gestión como asesor del FMI declaró “que en el escenario internacional no hay modelos perfectos ni nadie por poderoso que sea es dueño de la verdad… Tener fuerza no implica tener razón, ser rico no implica ser próspero y ser diferentes no implica tener que ser desiguales”.

Falleció en diciembre del 2020 de un cáncer de pulmón, enfermedad que había asistido a combatir convirtiendo a Montevideo en una ciudad libre de humo.

El único médico presidente en la actualidad es Alejandro Giammattei Falla en Guatemala. Desde los 21 años padece esclerosis múltiple y se mueve con muletas convirtiéndose en el primer presidente de su país con una discapacidad.

Alejandro Giammattei Falla

No fueron ángeles ni profetas en su tierra, su formación los ayudó a tener una perspectiva distinta de los acontecimientos políticos que no siempre les ayudo a ser exitosos en sus funciones gubernamentales. Casi todos continuaron con su actividad profesional durante y después de haber dejado su magistratura, lo que confirma la apreciación de Olivera, se hace médico y se muere como tal.

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