Las embajadas del Reino Unido y Alemania inauguraron este domingo un nuevo portón que conectará de ahora en más a los cementerios británico y germano en el sector de disidentes del Cementerio de la Chacarita, en un emotivo acto de reconciliación a 100 años del armisticio que puso fin a la Primera Guerra Mundial.
La separación había sido instalada en 1920 después del fin de la guerra y con motivo de la profunda rivalidad que había separado a ambos países y que fue potenciada durante la Segunda Guerra Mundial.
“Es un momento de recuerdo y para llorar, pero también para seguir juntos. Este es un acto de reconciliación, lo que estamos recordando cambió al mundo para siempre”, abrió el encuentro el reverendo Gregory James Venables, jefe de la iglesia de Inglatera en América Latina. “Fue el fin de la ideal del progreso ininterrumpido del siglo XIX. Hay algo en el ser humano que no lo permitió y debemos cambiarlo”, agregó.
Los niños del coro del colegio St. George cantaron una versión de la canción “Imagine”, de John Lennon, y la banda militar “Tambor de Tacuarí” del regimiento de infantería N°1 “Patricios” ejecutó diferentes obras, incluyendo “It’s a long way to Tipperary”, una popular melodía entre las tropas británicas durante la Gran Guerra.
Después el agregado militar de la embajada de Francia en Argentina, teniente coronel Pierre-Ives Derangére leyó, sin apresurarse y dejando que cada nombre resonara, la lista de los cerca de 300 argentinos de ascendencia francesa que murieron en la Primera Guera Mundial.
Justo detrás de él, el monumento británico rendía homenaje a los cerca de 600 caídos argentinos que pelearon en las filas del Reino Unido.
La intensa lluvia que inundó sectores de Buenos Aires el día anterior perdonó la conmemoración de este domingo y hasta pareció realzar la vegetación frondosa de este sector de la Chacarita.
Al finalizar esta primera parte del acto, los embajadores Mark Kent, del Reino Unido, y Jürgen Mertens, de Alemania, cortaron el listón para inaugurar el portón que conecta a ambos cementerios.
“Nos hemos reunido en memoria de los millones de muertos y mutilados no sólo durante la Primera Guerra Mundial, si no en todas las guerras del siglo XX y XXI“, señaló Mertens frente al monumento a los 170 caídos argentinos de origen alemán en la guerra, al otro lado del portón.
“El futuro necesita memoria, la historia es parte del presente. Al principio de la Primera Guera Mundial los jóvenes veían como romanticismo el sacrificio de sus propias vidas, desconodiendo el horror inflingido por las armas modernas“, explicó.
“Pero en retrospectiva podermos ver un largo período de tiempo en Europa y América Latina sin guerras, esto no es casualidad, es fruto de la memoria”, agregó.
En esta última parte de la conmemoración le tocó el turno a los niños del colegio alemán Instituto Ballester, que cantaron la tradicional canción irlandesa “Oh Danny Boy”, también popular en tiempos de la guerra. Además, alumnos de colegios secundarios alemanes, ingleses, franceses y estadounidenses leyeron cartas escritas por soldados de sus países y enviadas desde el frente.
Los sectores británico y alemán del Cementerio de la Chacarita fueron concedidos en 1892 por la entonces Municipalidad de Buenos Aires dentro de un espacio de 45.000 metros cuadrados destinado a disidentes.
Los terrenos reemplazaron al antiguo cementerio Protestante de Victoria y durante mucho tiempo, a pesar de estar separados por nacionalidades, en la nueva sede en Chacarita compartieron entrada, administración y capilla.
Pero tras el estallido de la Primera Guerra Mundial, el 28 de julio de 1914, este acuerdo se rompió y los sectores fueron separados primero por un cerco vegetal y luego por un muro, hoy retirado parcialmente.
La Gran Guerra, que parecía entonces un conflicto europeo, alcanzó a todos los rincones del mundo y en Argentina movilizó a los numerosos inmigrantes e hijos de inmigrantes de origen europeo para volver al continente y pelear por sus naciones. Aunque es difícil llevar un conteo preciso, se estima que cerca de 42.000 argentinos marcharon a pelear, entre ellos 4800 de ascendencia británica y 5800 de familias francesas.
El Cementerio de la Chacarita es escenario de numerosos actos de memoria de las colectividades europeas, como explica Hernán Vizzari. “Sobre la explanada que da a la Av. Elcano, se encuentra el monumento en Memoria de Los Caídos en la Primera Guerra Mudial, inaugurado en 1922. Con los años también se convirtió en recordatorio de los Caídos durante la Segunda Guerra”.
“Frente al mismo, la comunidad alemana celebra anualmente el ‘Día del Duelo Nacional’, en honor a los caídos en combate y recordando a las víctimas de la violencia. El último domingo de mayo, la colectividad húngara igualmente se reúne en este lugar, donde los compatriotas caídos en contiendas por la libertad de su país son recordados por sendas placas”, señaló.
La conmemoración por el centenario del fin de la Primera Guerra Mundial continuó el domingo en la embajada francesa en Buenos Aires, donde tuvo lugar una recepción ofrecida en conjunto por los gobiernos de Francia y Alemania.
“¿Cómo es posible que después de la Primera Guerra Mundial hallamos caído en la Segunda? Debemos continuar con la cooperación y apoyar el multilateralismo”, expresó el embajador galo Pierre Henri Guignard.
“Este 11 de noviembre debe recordarnos que la paz nunca está adquirida y debe mantenerse como una llama. Europa unida en base a la reconciliación de Francia y Alemania es la que ha preservado la paz en 60 años“, concluyó, en un discurso en sintonía con el ofrecido por el presidente francés Emmanuel Macron este domingo en París.