Ludwik Lejzer Zamenhof fue un oftalmólogo polaco con una especial habilidad para los idiomas, que hablaba ruso, polaco, yidish, latín, alemán, francés, griego, hebreo e inglés, además de tener ciertos conocimientos de castellano, italiano y otras lenguas. Tras convivir durante su infancia en Białystok con comunidades de diversas procedencias llegó a la conclusión de que era necesario un idioma auxiliar para la comunicación internacional, y siendo un adolescente comenzó a trabajar en ello.
Sus primeros trabajos en torno a la que llamó Lengua Internacional fueron publicados en 1887 bajo el pseudónimo de Dr. Esperanto, lo que llevó a que finalmente la lengua fuese conocida como Esperanto. Su trabajo como médico lo llevaba a cabo principalmente con pacientes pobres, lo que, unido a su gran actividad editorial, le llevó a la ruina.
Actualmente más de 100.000 personas hablan Esperanto, existen más de 30.000 libros editados en esta lengua y ocupa el puesto n°32 en la lista de idiomas con más contribuciones en Wikipedia. Quizá el Esperanto no haya cumplido los sueños de Zamenhof, pero esta lengua construida sigue viva, ha sido reconocida por la UNESCO y es considerada Patrimonio Inmaterial de Polonia.