William Pío White

Nació en Boston (EE.UU.), el 11 de octubre de 1770. Fueron sus padres don Evenic White y doña Abigail Porta. Dedicado al comercio se dice que también era contrabandista y negrero. Vino a Buenos Aires en 1797, procedente de la isla Mauricio donde tenía negocios, y en 1802, trajo de allí un barco “La Concepción”, en sociedad con el comerciante Martin Bickam. En Montevideo las autoridades se apoderaron del barco, y como resultado debió sostener un célebre pleito con su socio, siendo defendido por su apoderado Bernardino Rivadavia. Vinculado con Popham, que entonces era capitán mercante en la India, realizó negocios con él, y en 1806, le escribió para que viniera a Buenos Aires, dándole detalles de los tesoros que las autoridades enviarían a España. En 1807, era comisario de presas y encargado del “surtimiento de víveres”. Intervino en las Invasiones Inglesas, acompañó a las tropas británicas, y se vinculó con los jefes del ejército; con Saturnino Rodríguez Peña y Manuel Aniceto Padilla, participó en la fuga de Beresford. Lo ayudó en toda forma tanto a él como a Whitelocke, por lo que se le procesó. Su casa que fue la anterior quinta de Liniers, se convirtió en Cuartel General del Estado Mayor del general Whitelocke, en junio de 1807, y estaba ubicada sobre la actual calle Liniers, entre Victoria y Belgrano. A White se le instruyeron procesos, en setiembre de dicho año, en representación del Cabildo por sospechas de amistad con los ingleses, y luego por su intervención en una negociación de cien mil libras de cascarilla de la Real Hacienda y sobre rendición de cuentas. A pesar de que quiso defenderse en su escrito, expuso en algún párrafo de la misma su actuación en el proceso de la independencia, señalando que se había trasladado a Montevideo a causa de sus intereses en la otra orilla, lo que podía atestiguar el general Beresford. Si Embargo, White había sido acusado de haber auxiliado a los ingleses, levantando planos de la ciudad y sondeado el río. Fundado en los vicios de nulidad de formas de los procesos a White, el 14 de junio de 1809, el Virrey Liniers lo absolvió a raíz de que no resultó probada la denuncias formuladas contra él. El 19 de setiembre, el nuevo Virrey Cisneros, por los informes reservados que le dieron a su llegada lo mandó nuevamente a arrestar. Fue su apoderado Rivadavia quien le aseguró al Virrey que White tenía muchas y fundadas reclamaciones de cuantía contra la Real Hacienda, y de sus bienes en Montevideo. En mérito a ello, fue puesto en libertad. En ese año, se vio comprometido en el levantamiento de Álzaga, y en la causa criminal que se le siguió a este y a Sentenach se mandó con respecto a él, que fuese extrañado de estos dominios sin que por motivo alguno pudiese volver a ello. Fue socio de Rivadavia en algunos negocios, que luego se disolvieron por haberse dado cuenta que era demasiado despierto. Apenas estallada la Revolución de Mayo prestó importantes servicios a la causa nacional, proveyendo de armamentos al ejército. Fue él, quién recomendó a Guillermo Brown ante Larrea, para organizar la escuadra que tomó a Montevideo en 1814, y en la que hizo grandes erogaciones de su peculio. A pesar de ello, en 1815, la Comisión Civil de Justicia le siguió una causa precediendo al embargo de sus bienes, a raíz de sus manejos cuando la formación de la escuadra. Sufrió la persecución de los gobiernos que le confiaron sus bienes, y emigró a Montevideo. En 1835, recibió una pensión alimenticia concedida por el gobierno de Rosas “mientras se acuerda el pago de sus cuentas”. Radicado en Dolores desde tiempo atrás, con motivo del fallecimiento de doña Encarnación, le agradeció con otros a Manuelita Rosas, en 1839, el obsequio de la divisa federal recibida por intermedio del coronel Vicente González. Fue una discutida personalidad que murió pobre en Dolores, el 3 de enero de 1842. Estaba casado con doña Rosa Larnomiers. En el gobierno del general Mitre se celebró un convenio con el Ministro residente en EE.UU., que fue aprobado por ley Nro 63 del 3 de octubre de 1863, por el cual se pagó a los herederos de White la cantidad de 350.000 pesos en metálico, expidiéndose a su favor títulos de los fondos públicos. El 16 de noviembre de 1883, en una reunión de altos jefes del Ejército y la Marina, presidida por la figura patricia de Mitre, el historiador Ángel J. Carranza habló sobre los gloriosos hijos de la Armada, y rindió ferviente tributo a la inestimable labor de White en esas horas difíciles. Fue abuelo del ingeniero White. Un óleo de la escuela inglesa de pintor anónimo se halla en el Museo Histórico Nacional.

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