William Penn, el utópico que inventó el Parlamento Europeo

William Penn nació en Londres en octubre de 1644, durante la primera de las guerras civiles inglesas. Su propio hogar era ya una muestra de multiculturalidad europea, pues su padre era un almirante inglés y su madre una holandesa proveniente de una familia de mercaderes de Rotterdam. Durante su juventud, coincidente con la república de Oliver Cromwell, vivió en Irlanda para luego volver a Inglaterra dónde cursó sus estudios en Oxford. Fue en aquel ambiente en el que entró en contacto con la Sociedad Religiosa de los Amigos, conocidos sus miembros popularmente como ‘cuáqueros’. Dicho nombre surgió como forma de ridiculizar su ideario, pues proviene del vocablo quake (temblor) y se refería a su supuesta actitud cobarde, aunque los mismos cuáqueros adoptaron el término y lo significaron nuevamente. El ideario cuáquero, de carácter progresista, atrajo a Penn por su tendencia pacifista y opuesta a la represión religiosa.

Penn tuvo la suerte o la desgracia de criarse en una época muy turbulenta en la historia europea en que se sucedieron múltiples conflictos bélicos: las guerras civiles inglesas, la Guerra de los 30 Años, la Guerra franco-española, la Guerra de Flandes…

A partir de su entrada en la Sociedad Religiosa de los Amigos, se dedicó a viajar a Irlanda y Alemania como misionero a la vez que escribía panfletos de crítica tanto a la Iglesia Católica como a la Anglicana y a los puritanos. Dicha actividad le llevó a la detención, en 1668, y a su aprisionamiento en la Torre de Londres. Ante una muerte inminente, el padre de Penn pagó la fianza de su hijo para poder verse una última vez y dejar atrás las diferencias que les habían separado (el almirante William Penn, un hombre de carrera militar y de gran disciplina, nunca había aceptado que su hijo se uniera a los pacifistas cuáqueros).

Antes de morir, el almirante Penn solicitó al duque de York (heredero al trono) que se protegiera a su hijo nombrándolo consejero real. En la década de 1670, Penn propuso al rey y al duque de York la migración masiva de cuáqueros de Inglaterra a Norteamérica para acabar con la conflictividad religiosa. Así pues, Penn y un nutrido grupo de cuáqueros se trasladaron en 1677 a Jersey Occidental. En 1681, el rey de Inglaterra otorgó a Penn una vasta extensión de territorios (hecho que lo convirtió en el mayor terrateniente del mundo) que recibirían inicialmente el nombre de ‘Sylvania’, que Carlos II de Inglaterra posteriormente cambiaría por ‘Pennsylvania’ en honor al almirante Penn.

William Penn dotó a la joven provincia de una carta de libertades, el llamado Marco de Gobierno de Pennsylvania, que estableció en el territorio una legislatura bicameral (Consejo Provincial y Asamblea General) elegida por los hombres libres de la provincia así como múltiples derechos (juicio con jurado, educación obligatoria, elecciones libres) y libertades (religiosa, propiedad privada). Éste documento fue posteriormente utilizado como modelo para la redacción de la Constitución de los Estados Unidos de América en 1788 y marca un hito en la historia de la democracia moderna, pues se trata del primer documento de estas características.

Aunque se establecieron inicialmente con la intención de crear un territorio para los cuáqueros, pronto acudieron minorías oprimidas de toda Europa como hugonotes, menonitas, amish, judíos… Esa colonia norteamericana se convirtió en el máximo exponente del lema “Unidos en la Diversidad”.

A lo largo de las últimas dos décadas del siglo, Penn tuvo que gestionar diversos problemas en la colonia a la vez que se dedicó en Inglaterra a participar en campañas políticas reformistas con vistas a establecer una mayor libertad religiosa y de pensamiento.

Fue durante este período, en 1693, en que este pensador publica la obra Un ensayo para la presente y futura paz de Europa en que propone la creación de una especie de dieta o parlamento para lo que él mismo llama una Liga o Confederación Europea. Y no se trataba de una simple idea, Penn lo tenía todo muy pensado: desde la disposición de la sala dónde se llevarían a cabo las deliberaciones, de forma redonda para impedir que nadie se sintiera más o menos importante que nadie y con puertas en todos los extremos, al idioma de trabajo, que considera que debería ser el Latín o el Francés, pasando por las reglas de votación. ¿La motivación de su propuesta? Conseguir la paz en un continente tan marcado por las guerras fratricidas cómo lo era Europa por aquel entonces.

El documento mantiene su vigencia aún hoy día, ya que incluso trata la cuestión de la corrupción política, tema por desgracia tan presente en nuestra sociedad.

Aunque la gestión progresista de Penn había convertido Pennsylvania en una colonia próspera a nivel económico y cultural, los problemas de la política exterior lo llevaron a volver a Inglaterra en 1701. A partir de ese momento su vida fue a menos y acabó en la miseria, muriendo en 1718.

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