El 2 de abril de 1872, moría Samuel Finley Breese Morse, el creador del mundialmente famoso sistema telegráfico basado en puntos y rayas, poco antes de cumplir los 81 años. Este invento, el método de comunicación a larga distancia mas sencillo y rápido que se había ideado hasta la fecha, había catapultado a la fama a su inventor y posteriormente se utilizaría en múltiples campos: desde la comunicación durante las guerras hasta el famoso tono de los mensajes sms de los teléfonos móviles.
Nacido en Charlestown, Boston, Estados Unidos, en 1791, Samuel Morse era el hijo de un pastor calvinista y destacado geógrafo, que trató siempre de que el muchacho recibiera la mejor educación posible. Durante sus primeros años como estudiante, el joven Samuel descubrió su vocación por la pintura –su obra más conocida es un retrato de La Fayette– además de desarrollar un gran interés por los descubrimientos científicos más recientes y por los experimentos con la electricidad.
Código Morse, una nueva forma de comunicación
Ese interés de Morse por la electricidad culminó cuando regresaba de un viaje por Europa en 1832. Durante el trayecto conoció a Charles Thomas Jackson, un médico e inventor muy interesado por los últimos adelantos en el campo de la electricidad y buen conocedor de los experimentos de André M. Ampère (un matemático y físico francés que contribuyó al desarrollo del galvanómetro, el primer telégrafo eléctrico). Ambos charlaron extensamente, y Morse empezó a concebir la idea de un sistema en el que un impulso eléctrico tuviera la capacidad de moverse a través de un alambre. La idea no era nueva, pero hasta el momento nadie había logrado llevarla a cabo. El 6 de enero de 1833, Morse realizó la primera demostración pública de su método.
Morse pasó varios años perfeccionando tanto su aparato telegráfico eléctrico como su código a base de puntos y rayas –un sistema que llegó a conocerse mundialmente como Código Morse–, con la ayuda de su colega, el maquinista e inventor Alfred Vail. Tras varios intentos fallidos, Morse consiguió que el Congreso de Estados Unidos aprobara un ley para financiar la construcción de una línea telegráfica de 60 kilómetros.
Así, la prueba definitiva para mostrar la eficacia de su invento llegaría el 1 de mayo de 1844, cuando a través del telégrafo se difundió la noticia de la nominación del senador Henry Clay como presidenciable. La noticia viajó desde Baltimore, donde tenía lugar la Convención del partido Republicano, hasta el Capitolio, en Washington. Pero la fama de Morse alcanzaría su apogeo a partir del 24 de Mayo de 1844, cuando transmitió a través del telégrafo la frase bíblica “What hath God wrought” (lo que Dios ha creado).
Antes de fallecer de una neumonía, Samuel Morse se vería envuelto en varios litigios con otros países y con diversos científicos para la obtención de los derechos de su sistema, derechos que finalmente le serían concedidos por la Corte Suprema de Estados Unidos en 1854.