Su interés por el comportamiento de los animales comenzó ya en su infancia, pues a tan solo una hora de caminata de su casa, en Viena, se hallaban extensos bosques y ríos, con una abundante fauna especialmente rica en aves. Inició sus estudios de Medicina en Estados Unidos en la Universidad de Columbia. Tras el regreso a Austria los continuó en la universidad de Viena donde se graduó en 1928 en Medicina y en 1933 en Zoología.
Entre 1940 y 1973 ejerció, de manera ininterrumpida, la docencia universitaria en diferentes centros de educación superior: Universidad de Königsberg, Instituto de Etología Comparada de Altenberg, Instituto Max Planck de Fisiología en Seewiesen, entre otros.
Sus intereses investigativos se concentraron principalmente en el estudio de los procesos de aprendizaje de las aves, especialmente los gansos silvestres. Después de años de observación y estudio descubrió una etapa crítica en la que los polluelos aprenden a reconocer y a seguir a los padres, incluso si éstos son adoptivos, siempre y cuando estén presentes ciertos estímulos auditivos o visuales, la impronta, que provoca la reacción de los jóvenes. Sus novedosos métodos de trabajo, el estar en contacto directo con su objeto de estudio, hicieron posible el conocimiento y la comprensión de muchos patrones de conducta animal.
Todas estas investigaciones que fueron un gran adelanto en el conocimiento del comportamiento animal y de las pautas de adaptación y supervivencia de la especie dieron como fruto una ciencia nueva: La Etología. En 1939 Lorenz junto con Nicolaas Tinbergen, un etólogo holandés, fundó la famosa Escuela Etológica del Comportamiento Animal.
Era un denodado defensor del medio ambiente y dirigente del movimiento ecológico que sabía apreciar la importancia de la belleza natural y la de la creación humana: La belleza de la naturaleza y la belleza del entorno cultural creado por el ser humano son, evidentemente, ambos necesarios para mantener la salud del alma y del espíritu del ser humano.
Por todo su trabajo científico y de investigación y sobre todo por sus descubrimientos sobre la organización y las respuestas del comportamiento instintivo, tanto desde el punto de vista individual como social en 1973 fue galardonado con el Premio Nobel de Medicina-Fisiología que compartió con Karl von Frisch y Nicolaas Tinbergen.
La figura y la obra de Konrad Lorenz han sido grandes inspiradores de varias generaciones de científicos en el mundo entero. Su conocimiento universal, la genialidad innovadora, el interés y el rigor investigativo, sirvieron de modelo para muchas entidades académicas en organizar los procesos de construcción del conocimiento trasversal e interdisciplinario.