Peter Carl Fabergé

Carl Fabergé nació el 30 de mayo de 1846 en San Petersburgo, Rusia.

Trayectoria

Desde muy joven demostró una gran habilidad para trabajar con toda clase de materiales y estilos artísticos, que más tarde incluyó materiales preciosos, semipreciosos o joyas para dar esquisites a los motivos inspirados en el arte griego, barroco, ruso antiguo o el art nouveau, que se encontraban muy de moda en la época.

En 1870 Fabergé se puso al frente de la joyería familiar. Doce años después, obtuvo una medalla de oro con una muestra de sus obras en la Exposición Panrusa de Moscú le valió, donde también, se le otorgó el reconocimiento de los zares, que le nombraron orfebre oficial de la Corte Imperial Rusa.

Muerte

Murió el 24 de septiembre de 1920, en Lausana, Suiza. Amargado por los estragos de la Revolución rusa, tres años después del comienzo de la revolución. Sus huevos de pascua, símbolo de ostentación y esplendor en todo el mundo.

Característica de su obra

Los huevos de pascua del artista Peter Carl Fabergé, muy imaginativos, estaban elaborados con distintos materiales preciosos y contenían miniaturas de homenaje a los zares. Con el tiempo estos huevos de pascua se han convertido en inigualable símbolo de lujo de gran valor. En 2007 uno de los huevos de pascua de Peter Carl Fabergé se subastó por 18 millones de dólares.

Los huevos de pascua eran creados en oro, plata, platino y con incrustaciones de zafiros, rubíes, esmeraldas, diamantes además de los “más refinados esmaltes, que con diseños rococó y orientales dieron toda la sofisticación a estas creaciones de Carl Fabergé para su mejor cliente, la familia Romanov, estos huevos eran pequeños testimonios del arte y de historia Rusa, también se crearon huevos conmemorativos de la coronación del zar Nicolás, de la inauguración del Ferrocarril Transiberiano y de aniversarios reales. Entre los huevos de pascua creados por Fabergé se encuentra el Blue Winter Egg, Huevo del Invierno Azul, propiedad del Filántropo y Coleccionista de Arte Freddy Novelo. La joya tiene entre sus peculiaridades el de poseer en su interior un ave fénix creada en oro de 24 quilates que se encuentra parada sobre una almohadilla de lápiz lázuli. Durante una de sus curadurías se encontraron escondidos en su interior 1753 zafiros y un collar de diamantes los cuales se cree que Carl Fabergé guardó para poder sacarlos de Rusia en 1918.

Joyería Fabergé

La joyería Fabergé llegó a ser la más grande de Rusia. Alrededor de 700 empleados trabajaban en sus diferentes filiales, ubicadas en San Petersburgo, Moscú, Odesa, Kiev y Londres.

Entre los años 1882 y 1917, el negocio de Fabergé creó alrededor de 150.000 piezas de orfebrería. Para cada uno de los huevos Imperiales, reproducidos hoy en el doodle de Google, el taller de Fabergé empleaba hasta 700 personas durante un año. Solamente para los trabajos de elaboración de la miniatura del coche de la coronación del zar, que medía tan solo 7,5 centímetros de longitud, Fabergé y sus empleados trabajaron durante 15 meses seguidos.

La mayor innovación del taller de Fabergé fue la técnica. Peter Carl Fabergé, experto en el arte de la orfebrería más exquisita, se convirtió en todo un maestro en antiguas técnicas de esmaltado, ampliando hasta 140 el reducido catálogo de tonos.

En el momento de adornar sus huevos, Peter Carl Fabergé empleaba todo tipo de piedras naturales, como el jaspe, cristal de roca, jade o ágata. Pero la sorpresa que esperaba en el interior de las piezas Fabergé también era objeto de minucioso trabajo y atención exclusiva. Miniaturas de pájaros, coronas reales o retratos del zar y sus hijas Olga y Tatiana se mantenían a la espera, siempre en secreto, en el corazón de las piezas preciosas, algunas activadas incluso de forma automática con un especial mecanismo, hasta que llegaba el momento de abrir el deslumbrante huevo.

Huevo de pascua más famoso

El huevo de pascua que llevo a Fabergé a la cúspide de la fama fue uno que le encargo Alejandro III, y que fue el primer huevo imperial. El zar quería un huevo de pascua especial para regalarle a su esposa. El resultado fue un espectacular huevo con cáscara de platino y un segundo huevo de oro en su interior, que a su vez contenía una gallina de oro coronada con una réplica en miniatura de la corona imperial rusa. La belleza de este regalo dio a inicio a la tradición de regalarle a la zarina un nuevo huevo de pascua diseñado por Peter Carl Fabergé cada año.

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En total fueron once los huevos de pascua creados por Peter Carl Fabergé para Alejandro III, una tradición que fue mantenida por su hijo Nicolás II, superando el medio centenar de piezas en total, de las cuales 42 han sobrevivido hasta nuestros días. El asesinato de Nicolás II y su familia impidió que los huevos de pascua de 1918, ya diseñados, fueran entregados a sus destinatarios.

Casa Fabergé

La casa fundada por Fabergé realizó 69 huevos de pascua entre los años 1885 a 1917, 61 de ellos se conservan 30 de mayo de 1846-24 de septiembre de 1920.

El legado de la firma familiar se prolongó tras la muerte de Peter Carl Fabergé en septiembre de 1920, hasta que fue nacionalizada por los bolcheviques y sus existencias fueron confiscadas. En 1918 el taller cerró sus puertas, llenando de incertidumbre a su creador.

Obras más valiosas de Fabergé

La obra más valiosa salida a la venta en los últimos años fue en noviembre de 1994 el Winter Egg la que alcanzó el récord de 5.600.000 dólares. Más tarde el 8 de noviembre de 2007 se presentó un huevo fabricado por Fabergé para la familia de banqueros Rothschild, que alcanzó en subasta el precio récord de 18 millones de dólares

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