La legendaria estrella de Tamla Motown ha bromeado sobre su invidencia y ha dicho que va a «revelar la verdad» sobre la misma este año.
Stevie Wonder no nació ciego, perdió la vista poco después de nacer, sietemesino, a causa de un exceso de oxígeno en la incubadora en la que le metieron. Se quedó ciego por una Retinopatía de prematuridad.
En 1999 Stevie habló sobre la posibilidad de someterse a una operación para recuperar algo de visión. Le iban a ser implantados unos chips en la retina. La cosa, al parecer, finalmente no prosperó.
Más recientemente se ha dicho que le podría haber sido implantado el ojo biónico Argus II, sistema con dos componentes separados, una cámara y una unidad de procesamiento visual que lleva el paciente, y una antena receptora y electrodos implantados quirúrgicamente.
El cantante topó hace unos años con sitio web estadounidense TMZ que le preguntó si alguna vez le gustaría participar en un reality show. La respuesta de Stevie es que eso sería «demasiado invasivo».
Y continuó asegurando que ha pilotado dos aviones, y que de hecho aterrizó uno de ellos…
El reportero de TMZ entonces bromeó y le dijo a Wonder que podía un día decir que él realmente puede ver, llevando Wonder a decir, seguramente en broma:
«Este año, revelaré la verdad».
Las declaraciones de Wonder fueron carnaza para los teóricos de una conspiración que afirma que no es realmente ciego, o al menos que no lo es del todo.
Se basan, entre otras cosas, en algunos testimonios de músicos como Boy George, que contó, incrédulo, como Wonder se le acercó en una fiesta hace años e intentó estrangularlo en broma. George no se explica cómo Wonder pudo saber exactamente donde estaba si es completamente ciego.
También en el famoso tropezón de Paul McCartney en un concierto en la Casa Blanca en el que Stevie cogió al vuelo un micrófono que se caía mientras cantaba la coda de «Hey Jude».
Tampoco se explican por qué Stevie va a tantos partidos de baloncesto si no puede ver nada.