Se podría decir que todo empezó con una cachetada, cachetada que probablemente ni siquiera ocurrió. Según la mitología de la cultura popular latinoamericana, Libertad Lamarque le habría propinado ese castigo a Eva Duarte —la legendaria Evita, futura esposa del presidente Perón— lo que daría pie a su eventual exilio a México.
Quizás los detalles no importen tanto como el resultado final. En su autobiografía, Mis memorias (1986), Lamarque niega vehementemente haber lanzado ese cachetazo. Pero sí cuenta que le negó su amistad a Evita, cuando Duarte era una simple actriz de reparto durante la filmación de la película La cabalgata del circo, en 1945.
Si fue o no ese rechazo a Evita lo que después paró, al menos de momento, su carrera en su natal Argentina, lo cierto es que Libertad Lamarque decidió buscar fortuna en otros horizontes… sellando así su destino y convirtiéndose en una estrella internacional.
Luego de una gira por Cuba, Puerto Rico y varios otros países, Lamarque llegó a México en 1946, cuando comenzaba la edad de oro del cine mexicano. Se transformó rápidamente en una de las actrices más cotizadas y respetadas del cine latinoamericano, compartiendo papeles protagónicos con gigantes como Pedro Infante, Jorge Negrete y Pedro Armendáriz.
“Libertad Lamarque tuvo la fortuna de tomar un conjunto de buenas decisiones que la colocaron siempre en el lugar correcto”, explica Eduardo Quijano Tenrreiro, experto en cine mexicano y profesor en la Universidad de Guadalajara. “Además, se ganó a los mexicanos con la idea de no aceptar ir a Hollywood y en cambio elegir a México como su nueva patria”.
De Argentina al mundo
Nacida el 24 de noviembre de 1908 en la ciudad de Rosario, Lamarque comenzó a actuar en obras teatrales desde niña y pronto pasó a formar parte de una generación de grandes cantantes femeninas de tango que incluía a Tita Merello, Mercedes Simone y Ada Falcón. Firmó contrato para grabar discos con la RCA Victor y cobró un papel protagónico en todos los medios de comunicación de su época: la radio, el teatro y el cine.
“El papel fundamental de Libertad fue el papel de madre”, explica Quijano Tenrreiro. “Pero no era una madre canónica y sumisa. Interpretó siempre a una madre que la pasa mal, que debe adoptar comportamientos negativos para lograr lo que quiere, como por ejemplo recuperar a su hijo”.
Quizás fue el sufrimiento de la juventud que le permitió interpretar a mujeres de gran temple emocional. Su primer matrimonio casi terminó en la tragedia. Estando de gira en Chile y abrumada por una depresión, intentó suicidarse y saltó por el balcón de la pensión donde se hospedada con su esposo. Según lo cuenta en su autobiografía, el incidente significó el fin del matrimonio, y el comienzo de una lucha para conseguir la tenencia de su única hija.
“En sus mejores películas, Libertad encarnó a una dama esforzada, aventurera, pero nunca procaz como las otras”, comenta Quijano Tenrreiro. “Casi siempre eran mujeres abandonadas que tenían que ganarse un lugar en la vida. En gran parte de estos filmes, Libertad lo conseguía con su talento. Desafiaba al mundo con su voz. Recuperaba su hogar cantando bien”.
A lo largo de su fructífera carrera, Lamarque protagonizó más de 60 filmes. Dejó grabados más de 800 temas, entre tangos, boleros y canciones populares. También en la televisión fue pionera con El Show de Libertad Lamarque, que salió al aire por primera vez en 1964, y luego se consagraría en el género de la telenovela, notablemente como protagonista de Soledad, novela mexicana de 1981.
Lamarque continuó trabajando hasta el final de su vida. Falleció en Ciudad de México a los 92 años, el 12 de diciembre del 2000, mientras participaba en la telenovela Carita de ángel. Será recordada siempre con el apodo de “la novia de América”, por su costumbre de vestir trajes típicos de países latinoamericanos para interpretar los géneros folclóricos del cancionero popular.
“Logré conquistar el cariño y el aplauso ininterrumpido de todos los pueblos de Iberoamérica”, asegura en su autobiografía. “Es el premio mayor y más codiciado que ya nadie podrá quitarme”.