Lavinia Fontana, maestra indiscutible del Barroco Italiano

Líderes de la escena artística europea, la famosa academia de arte fundada por los Carracci, destacada por su progresismo, fue un gran centro artístico durante gran parte del siglo XVI y el siglo XVII en la ciudad italiana de Bolonia. En este contexto surge Lavinia Fontana, famosa pintora por sus retratos de la nobleza y más aún por lo inédito de sus desnudos en pinturas religiosas y mitológicas.

Hija de Próspero Fontana, un exitoso pintor, Lavinia nació en 1552. Creció en el taller de su padre, en un momento en que la pintura era en gran medida una empresa familiar. Sin un hijo para el taller, fue un alivio para Próspero que demostrara una gran capacidad artística a una edad temprana, tan temprana que, a los 13 años, generaba una buena parte de los ingresos de la familia.

Varias de sus primeras pinturas, incluida La Anunciación (1575), fueron hechas usando aceite sobre cobre, un soporte costoso y técnicamente complejo que implicaba que fueran comisionados con anterioridad por los más ricos.

En 1577, Fontana se casó con Gian Paolo Zappi, de la nobleza menor. Su esposo trajo nuevos clientes y contactos, y floreció el negocio de retratos del taller. La pareja tuvo un total de once hijos, aunque como era habitual en ese momento pocos llegaron a la adultez: solo tres la sobrevivieron, y para su amarga decepción, su propia hija no vivió lo suficiente como para asumir el taller, como esperaba Lavinia. Con Fontana como la maestra del taller, los papeles principales de Gian Paolo eran la asistencia técnica de su esposa y encargado de la casa y cuidado de los niños.

A medida que madura su estilo, su uso del color se vuelve más audaz y comienza a ampliar su rango tonal. En el año 1578 se le encarga la realización de pinturas sacras para la iglesia del Palacio Real español, para lo cual se incluían estudios de modelos desnudos, algo impensable para una pintora de la época. Pintó una serie de obras que muestran a Cristo y su familia en ambientes cálidos e íntimos, como su Sagrada Familia con los Santos Margarita y Francisco. La obra fue tan exitosa que le otorgó otro trabajo para la iglesia de Santa Sabina en Roma.

Lavinia Fontana, La Sagrada Familia con los Santos Margaret y Francis (1578), óleo sobre lienzo, 127 × 104.1 cm, Museo Davis y Centro Cultural, Wellesley College, MA.jpg

 

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En 1603 la familia se trasladó a Roma por invitación del papa Clemente VII y luego obtuvo el mecenazgo de los Buoncampagni. La pintura de Lavinia fue adoptando gradualmente el estilo clasicista de los Carracci, con un colorido fuerte casi veneciano, opuestos al Manierismo y al naturalismo de Caravaggio. Su talento se expandió tanto que fue elegida para la Academia de Roma y le fue encargada una pintura de gran formato para el altar de la Basílica de San Paolo Fuori le Mura, destruida en un incendio en 1823. En Roma, el papa Paolo V en persona estuvo entre sus modelos.

Un retrato muy curioso de Lavinia es el de Antonietta Gonzales, una niña que padecía una enfermedad heredada de su padre al igual que otros tres de sus hermanos que los cubría de cabellos. En la pintura, Lavinia logró mostrar el espíritu pueril e inocente de la niña detrás de la imagen tipo licántropo.

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Retrato de Antonietta Gonsalvus, 1575. Musée du Chateau de Blois.
Retrato de Antonietta Gonsalvus, 1575. Musée du Chateau de Blois.

 

Lavinia Fontana es una gran protagonista de la Historia del Arte, no por la innovación en su trabajo, sino más por la calidad y riqueza de, por ejemplo, los ropajes y joyas pintados con gran detalle en sus retratos. A lo largo de su carrera recibió encargos públicos y privados, lo cual era extraño para una mujer de aquella época. Fue la artista más productiva anterior al siglo XVIII y aún se debate si fue ella la primera pintora exitosa o Sofonisba Anguissola, quien tuvo alguna influencia en su carrera probablemente.

Lavinia murió en Roma el 11 de agosto de 1614. Como ha sucedido con otras pintoras, muchas de sus obras fueron erróneamente atribuidas a otros pintores, en el caso de Lavinia, a Guido Carracci. Hoy contamos con 135 obras suyas documentadas, de las cuales se conservan 32 firmadas y fechadas.

Lavinia_Fontana,_1552-1614,_Bolognese_Painter_obverse.jpg

 

Moneda acuñada en su honor (1611). Realizada por el escultor Felice Antonio Casoni.
Moneda acuñada en su honor (1611). Realizada por el escultor Felice Antonio Casoni.

 

 

 

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