La leyenda de Saint-Exupéry se agigantó, era el hombre que había volado sobre el Sahara, Indonesia, La Patagonia y Rusia, el aviador que llevaba correos a zonas remotas, el hombre que a pesar de las diferencias políticas peleaba por Francia, a una edad (44 años) en que no lo consideraban apto para pilotear un avión (a pesar de su experiencia).
La guerra cambió la vida de Saint-Exupéry. Tuvo un enfrentamiento con el general de Gaulle, quien llegó a declarar que Saint-Exupéry era un seguidor de Hitler. La verdad era que Antoine discrepaba con de Gaulle a quien consideraba un hombre cuyo orgullo podía dañar a Francia. Antoine se exilió a EEUU y allí trató por todos los medios de persuadir al gobierno de ese país para que declarase la guerra a Alemania. En medio de esa crisis y con una salud deteriorada por los múltiples traumatismos que había sufrido, produjo casi la mitad de los escritos por los que sería recordado y entre ellos, El Principito. Su último libro Piloto de Guerra, llegó a ser prohibido por la falsa acusación de apoyar a Alemania.
Para evitar estas acusaciones y demostrar su intención de asistir a Francia, se ofreció como voluntario, pero solo fue aceptado como piloto de reconocimiento. Se estaban tomando fotos de las posiciones alemanas para la invasión de Provenza. El 31 de julio a las 08:15, Saint-Exupéry despegó de Cerdeña con su Ligthning P-38, que tenía una autonomía de vuelo de 6 horas. Nunca se logró detectar rastros del mismo hasta 1998, cuando un pescador del sur de Marsella encontró un brazalete que llevaba los nombres de Antoine y su mujer Consuelo.
Un buzo francés, Luc Vanrell, decidió investigar y halló en el fondo del Mediterráneo el avión de Saint-Exupéry. Sin embargo, no había ningún cadáver en la máquina.
La historia se completó en el año 2006, cuando un piloto alemán llamado Horst Rippert confesó que esa mañana de 1944, había derribado un avión de reconocimiento.
“Haz de tu vida un sueño y de tu sueño una realidad”. Y la realidad de Saint-Exupéry terminó ese 31 de julio de 1944, pero continuó en el sueño de convertirse en uno de los escritores más leídos de a humanidad.