La Blitzkrieg Bialystok-Minsk

La primera batalla de importancia al iniciarse la Operación Barbarossa fue la del cerco de Bialystok, ciudad polaca situada entre Brest-Litovsk y Grodno a unos 250 km del punto de partida de las fuerzas del Grupo de Ejércitos Centro. Esta ciudad había ya sido ocupada por los alemanes a mediados de setiembre de 1939, pero dejada en manos de los rusos cuando en cumplimiento del pacto secreto, mediante el cual la URSS ocupó parte de Polonia.

Esta vez, con dos puntas de lanza formadas por el 3º Panzergruppe del General Hoth atacando por el norte y el 2º Panzergruppe de Guderian por el sur, el importante centro ferrocarrilero de Bialystok era un objetivo de suma importancia para el suministro de las fuerzas alemanas. Desde ese mismo centro el día 22 de junio, pocas horas antes del ataque alemán, había partido hacia Alemania el último tren con mercancías rusas.

Blitzkrieg

Ocupando el territorio soviético exitosamente a un ritmo de más de 80 Km diarios, las tácticas de la Blitzkrieg nuevamente daban los resultados esperados. El general Hoth rompió las líneas de defensa soviética en la frontera penetrando con dos poderosas puntas de lanza Panzers que a toda velocidad cercaron la ciudad de impidiendo el repliegue de las unidades del Ejército Rojo. Una vez completado el cerco, las fuerzas Panzer continuaron su marcha en dirección a Minsk, mientras la infantería motorizada consolidaba las posiciones.

Superioridad aérea

Al igual que en Polonia, los Países Bajos y Francia la Luftwaffe jugó un papel importantísimo eliminando a la aviación rusa, en sus propios aeródromos. Si bien es cierto la aviación soviética era obsoleta, en número representaba una amenaza significativa y en consecuencia era de suma importancia que la Luftwaffe obtuviera la supremacía aérea lo más rápido posible. Sólo al terminar el primer día de la Operación Barbarossa, la Luftwaffe había destruido 800 aviones rusos. En la primera noche se sumarían otros 1200.

Bialystok cercado

Los generales Hoth y Guderian se enfrentaron al 10º Ejército de Golubev que contaba con 8 divisiones de infantería y 2 divisiones acorazadas. Golubev fue tomado por sorpresa y Bialystok quedó cercado en pocas horas. No hubo intentos iniciales de retroceder puesto que las ordenanzas no consideraban el repliegue como una posibilidad, al menos durante los primeros meses de la campaña, por tanto miles de soldados rusos fueron hechos prisioneros, aunque la mayoría presentó resistencia, manteniendo ocupados a un importante número de tropas de infantería motorizada.

Hoth y Guderian hacia Minsk

Completado y consolidado el cerco el 26 de junio, las fuerzas de Hoth y Guderian procedieron a su principal objetivo: la ciudad de Minsk, capital de Bielorrusia defendida por el grueso del Frente del Oeste del general Pavlov.

Ni un paso atrás

La defensa de Bialystok fue férrea causando numerosas bajas en el ejército alemán a lo que se sumó los problemas causados por las marchas forzadas de la infantería que debía mantenerse en contacto con el veloz avance de los Panzers. La orden de Stalin fue mantenerse firmes para ganar tiempo y en el estricto contexto de la situación fue una orden acertada para permitir que las líneas posteriores pudieran tomar posiciones de defensa adecuadas con los acontecimientos que se estaban desarrollando, es decir, un ejército alemán incontenible ante unas fuerzas de defensa impreparadas. Desde el punto de vista estrictamente militar, era imposible contener el Blitzkrieg alemán, quedando sólo el frenar su marcha para ganar tiempo.

El final

El intenso calor secaba la tierra que en cualquier momento se convertía en lodazales debido a los intermitentes chaparrones. Una vez que cesaba la lluvia el sol secaba la tierra que se levantaba en forma de nubes amarillas de tierra arcillosa. Las condiciones del terreno más la insuficiencia de tropas para cercar completamente a la ciudad favoreció a los rusos que en número considerable lograban escapar cada vez que se presentaba una fisura. Aún así, el 2 julio la batalla llegó a su fin con la captura de 150 mil tropas rusas, 1200 tanques y 600 cañones.

Nada hacía presagiar que exactamente 3 años después, el 27 de julio de 1944, el importante centro ferrocarrilero de Bialystok, sería nuevamente recuperado por las fuerzas del Ejército Rojo.

Texto extraído del sitio: https://www.exordio.com/1939-1945/militaris/batallas/barbarossa/bialystok.html

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