Los cinco temas el disco (“So what”, “Freddie Freeloader”, “Blue in Green”, “All blues” y “Flamenco Sketches”) son un prodigio de precisión e inventiva. Diferentes entre sí pero unidos por la sensación de lo inesperado a la vuelta de cada compás.
El grupo era irrepetible: Miles Davis en trompeta, John “Trane” Coltrane en saxo tenor, Julian “Cannonball” Adderley en saxo alto, Bill Evans en piano (en un tema toca Wynton Kelly), Paul Chambers en bajo y Jimmy Cobb en batería. Considerado por muchos como el más importante disco de jazz de todos los tiempos, Chick Corea alguna vez afirmó que “con este disco Miles creó, prácticamente, un nuevo lenguaje musical. Eso es una proeza”.
Bill Evans había dejado la banda un tiempo antes, pero fue fundamental en la grabación del disco. “Fuimos al estudio a grabar “Kind of Blue” el 2 de marzo de 1959. En febrero había encontrado un nuevo pianista, Wynton Kelly. Era de Jamaica y había tocado brevemente con Dizzy (Gillespie). Se nos unió poco antes de que garbeáramos el disco, pero yo ya tenía planeado aquel álbum en torno al piano de Bill Evans, quien había aceptado tocar con nosotros.”
En discos anteriores, Davis había grabado algún tema siguiendo la música modal que había descubierto al escuchar al pianista Ahmad Jamal. Aquí quiso que lo modal estuviera presente en todo el disco, y para eso era fundamental la presencia de Bill Evans.
Otra de las influencias fue el Ballet Africaine, la compañía nacional de baile de Guinea. Mientras todos alababan el disco, Davis pensó que había fracasado. “En Kind of Blue no conseguí lo que me proponía. Fallé en mi intento de incorporar al sonido final el sonido exacto del finger piano africano. Cuando digo esto todos me miran como si estuviera loco”.
Davis no escribió detalle por detalle la música de “Kind of Blue”, sino que aportó esquemas de lo que pretendía que tocara cada miembro del grupo; quería espontaneidad en la interpretación, exactamente lo mismo que pensaba que existía en la interacción entre los bailarines, los tambores y el “finger piano” del Ballet Africaine. Prácticamente todo se hizo en una sola toma, lo cual indica el altísimo nivel de calidad y de comprensión alcanzado por los músicos.
“So What”, primer tema del disco, tiene una estructura inicial de 16 compases en una escala, 8 de otra y luego 8 compases más de la primera, seguidos de un piano y un bajo en un desarrollo rítmico libre. “Freddie Freeloader” es una especie de blues de 12 compases con una simplicidad melódica y rítmica que le da una personalidad especial, única. “Blue in Green” tiene una introducción de 4 compases, seguida de 10 compases que se repiten circularmente. “All Blues” es una estructura de 12 compases en 6/8, que produce su clima especial gracias a unos pocos cambios modales introducidos por Miles buscando un concepto melódico diferente. “Flamenco Sketches” consta de series de 5 escalas, cada una tocada con la duración que cada solista haya decidido darle.
La falsa modestia de Miles Davis tenía que agregarle una pizca de locura a esa expresión del genio. Kind of Blue es el mejor ejemplo de la idea en la que un artista trabaja con formas y estilos muy distintos, siempre buscando, siempre desafiando al status quo. Esa noción de cambio permanente “es” Miles Davis. Aventurarse a lo desconocido y diferente puede generar algo especial. Y eso es “Kind of Blue”. Flexibilidad, no rigidez. Riesgo, no seguridad. Búsqueda permanente.
Decía Bill Evans: “Miles nos mostró esquemas exquisitos y geniales por su simplicidad, que contenían todo lo necesario para estimular nuestra capacidad creativa, siempre alrededor de su concepto inicial. El grupo nunca había tocado esas piezas antes de la grabación, sin embargo, cada uno de los temas se grabó en una sola toma. Eso fue genial, y todos lo sentimos así. Cada pieza resultó un reto para cada uno de nosotros, y creo que estuvimos a la altura”.
Sí, Bill. Sí. Estuvieron.