1780-1799 | Primeros antecedentes: el Protomedicato de Buenos Aires
Las cuestiones vinculadas al ejercicio de la Medicina y a la defensa de la sanidad pública en Buenos Aires dependieron del Protomedicato de Lima, que tenía una delegación en Buenos Aires a cargo de un Teniente de Protomédico. El Protomedicato era una vieja institución española cuyos orígenes se remontan al Medioevo.
El Tribunal del Protomedicato de Buenos Aires, cuerpo colegiado como su nombre lo indica, fue creado por el virrey Juan José de Vértiz en 1779 e inaugurado el 17 de agosto de 1780 en una audiencia en la cual el primer Protomédico, doctor Miguel Gorman, dio una alocución en latín. Funcionó precariamente hasta que fue autorizado por un Real Decreto del año 1798.
Sus atribuciones eran amplias en cuanto a la dirección de la política sanitaria y el control del ejercicio profesional, y por ello se dividía en secciones tales como: el Protomedicato propiamente dicho, el Protocirujanato, el Protofarmaceuticato (o Protoboticariato), el Protoalbeitarato (que se ocupaba del control de los veterinarios) y el Protobarberato (control de los barberos y practicones).
Varios años después de su creación, el Protomedicato de Buenos Aires incorporó a sus funciones la tarea de formar médicos y cirujanos. Surgió así en 1799 la Escuela de Medicina del Tribunal del Protomedicato de Buenos Aires, que inauguró sus cursos hacia 1801 (algunas fuentes hablan también de 1800 y de 1802).
1799-1813 | La enseñanza de la medicina en el Virreinato del Río de la Plata y en los albores de la nacionalidad
Veinte años antes del inicio de los estudios universitarios, la ciudad de Buenos Aires contó con escuela médica, al iniciarse los cursos de la Escuela de Medicina del Protomedicato. Ésta tuvo su figura inspiradora en el ya nombrado Dr. Miguel Gorman, médico irlandés humanista que otorgó a la enseñanza un acentuado rasgo ecuménico, integrando influencias no sólo hispánicas, sino también británicas y francesas. Ello mucho antes de los intentos -rivadavianos primero y sarmientinos después- de incorporar maestros, profesores y científicos provenientes de Francia, Alemania, Italia, Bélgica, Holanda, Suiza, de otros países europeos y hasta de los E.E.U.U., a nuestras instituciones de enseñanza (primarias, secundarias, terciarias y universitarias) y de investigación. Ecumenismo anticipado, también, al pronunciado fenómeno inmigratorio, posterior a 1876, que transformaría la identidad de nuestro territorio y la composición de nuestra población.
Junto a Gorman, otros prestigiosos médicos y cirujanos contribuyeron a los primeros pasos de la enseñanza de la medicina y la cirugía en nuestro territorio, tales como el licenciado Agustín Eusebio Fabre (catedrático de cirugía) y el Dr. Cosme Mariano Argerich (segundo en la “dinastía familiar” de médicos con ese apellido, nacido en Buenos Aires y graduado en España, sucesor de Gorman como profesor de medicina).
Al producirse la primera invasión inglesa, los alumnos de la Escuela de Medicina prestaron valioso aporte a los “hospitales de sangre”. Con el transcurso de los años, el alumnado de esta primera escuela fue disminuyendo, con actividad prácticamente nula hacia la época de la Revolución de Mayo. Luego de producida ésta, el Primer Triunvirato, en 1812, suspenderá los sueldos a los catedráticos de medicina y cirugía “hasta que se hagan útiles y oportunas tales erogaciones”.
1813-1821 | El Instituto Médico Militar
Luego de un frustrado intento para la creación de una “Facultad Médico-Quirúrgica”, el Dr. Cosme Mariano Argerich presenta a la Asamblea de 1813 el plan de estudios que dio origen al Instituto Médico Militar, cuya función primordial era proveer más y mejores médicos y cirujanos para los ejércitos independentistas. Profesores y alumnos fueron considerados parte del Cuerpo de Medicina Militar. Inició sus cursos en 1815, y cumplió su tarea con cierta eficacia. En 1820 fallece su primer director -el Dr. Argerich-, asumiendo el cargo el Dr. Cristóbal Martín de Montúfar. Tuvo entre sus profesores, además de los nombrados, a Francisco Cosme Argerich, Francisco de Paula Rivero, Juan José Montes de Oca, y realizó su formación el futuro catedrático Francisco Javier Muñiz.
Pese a su breve existencia como tal (fue suprimido en 1821), el Instituto dejó sentadas las bases para la organización de la enseñanza médica universitaria en nuestro naciente país.
1821-1852 | Creación de la Universidad de Buenos Aires
Fue sin duda uno de los hechos más importantes y positivos del período de anarquía y desunión nacional que se extiende entre los años 1820 y 1835. El decreto del gobernador Martín Rodríguez fue impulsado por su ministro Bernardino Rivadavia, entusiasta representante de la corriente ilustrada y liberal en nuestro país, promotor también de la creación de la Academia de Medicina de Buenos Aires, en 1822. La flamante Universidad constituyó un intento integrador de la educación pública porteña en todos sus niveles. Uno de sus seis departamentos fue el de Medicina, cuyo “prefecto” fue el Dr. Montúfar. Se inició con tres cátedras: Instituciones Médicas (Juan Antonio Fernández); Instituciones Quirúrgicas (Francisco Cosme Argerich) y Clínica Médica y Quirúrgica (Francisco de Paula Rivero). El material de enseñanza y los textos usados en los primeros años fueron casi exclusivamente de origen francés e italiano, debido a la influencia de dos reconocidos investigadores de esas nacionalidades: Aimé Bonpland y Pedro Carta Molino, respectivamente. Luego de dos años de iniciada la carrera se contó con sala de disecciones, y el gobierno decretó un presupuesto para costear en Europa el perfeccionamiento de los estudiantes sin recursos. El alumno podía doctorarse en medicina o cirugía, para lo cual debía presentar una tesis. La primera camada de médicos se graduó en 1827.
Las labores fueron desarrolladas en momentos difíciles, que se acentuaron durante el gobierno de Juan Manuel de Rosas, al suprimirse los fondos presupuestarios en 1838, cuando su gobierno fue hostigado por la crisis económica que acompañó al bloqueo anglo-francés. Se agregarán, además, las fuertes tensiones políticas, causa del exilio de los profesores que discrepaban con la hegemonía del régimen rosista.
1852-1874 | La Facultad de Medicina
Luego de la caída de Rosas, la Escuela de Medicina fue separada de la Universidad (hasta tanto ésta fuera reorganizada), pasando a depender directamente del gobierno de la Provincia de Buenos Aires. Un decreto de octubre de 1852 creó el Consejo de Higiene Pública, restableció la antigua Academia de Medicina -que había funcionado sólo durante dos años- y dispuso, para los estudios médicos, la jerarquía de Facultad. Fue designado su primer presidente (decano) el doctor Juan Antonio Fernández (reemplazado en 1855 por el doctor Francisco Javier Muñiz). La enseñanza de la medicina era efectuada en el edificio del Hospital de Hombres, situado al lado de la iglesia de San Pedro Telmo, en las actuales calles Humberto Primo entre Defensa y Balcarce. Los años posteriores serán testigos del desarrollo de un sostenido proceso de reorganización, caracterizado por logros fundamentales. Entre los progresos visibles debe citarse la inauguración, en 1858, del nuevo edificio de la Facultad (primer solar propio, frente a la iglesia citada); la creación, en 1863, de la Biblioteca de la misma (por Juan José Montes de Oca, el tercer “presidente”), así como la creación de varias nuevas cátedras, que en general seguían el modelo de la Facultad de Medicina de París. En estos años se dieron, asimismo, los primeros pasos organizados de estudios universitarios odontológicos, obstétricos (para la formación de parteras) y farmacéuticos.