Félix Luna

Como escritor; casi 30 libros publicados lo insertaron entre los más prolíficos. Como historiador y agrego que para él, la historia argentina fue una pasión y casi uno de los motivos de su existencia. Recordaré obras como “Soy Roca”, la más difundida, “Sarmiento y Sus Fantasmas”, “Perón y Su Tiempo”. Estas obras lo ubicaron en los primeros peldaños entre los historiadores de nuestro país.

Obtuvo docenas de premios, entre ellos el de “Ciudadano Ilustre de la Ciudad de Buenos Aires”; el premio “Trayectoria” otorgado por la Academia del Folklore, que obtuvo pocos días antes de morir y que recibió en su nombre su hija Felicitas, pues Félix Luna ya estaba internado en un sanatorio.

También logró, a los 32 años, el Premio al mejor cuentista, otorgado por la Dirección Nacional de Cultura.

Al principio de esta nota mencionaba que los diarios aludían a su condición de escritor, de historiador y de poeta. Y sobre este último aspecto de su personalidad quiero mencionar que tenía casi 40 años, cuando escribió la que para él fue su obra más trascendente. Y lo sintió así, por su dimensión universal y simbólica, por la belleza de sus paisajes y por su respetuoso sentido religioso.

Resultó un verdadero hito del folklore argentino.

Se llamó la “Misa Criolla” y fue el punto de despegue de una dupla de talentos, que integró con un inspirado músico: Ariel Ramírez.

Cinco años después, hicieron ambos un disco en el que campea la ternura. “Mujeres Argentinas” se llamó.

Félix Luna respetó y amó el folklore, como también respetó y amó la amistad, la música, a Capilla del Señor, ciudad que sintió como suya.

“Falucho”, así le decían los que lo trataban, creó en 1967 una revista que se llamó “Todo es Historia” y que al igual que su fundador y director, fue un compendio de seriedad en sus notas, de reflexión y de objetividad.

Luna también ocupó cargos públicos. Entre ellos fue Secretario de Cultura de la Ciudad de Buenos Aires, desde donde impulsó el plan cultural en barrios, con conciertos gratuitos y al aire libre.

Era de familia riojana, pero había nacido en Buenos Aires el 30 de septiembre de 1925.

Pero quiero cerrar esta nota con una breve anécdota.

Lo traté poco a Félix Luna. Nos encontramos 4 ó 5 veces coincidiendo en algún canal de TV. En una ocasión, el historiador, quien les habla, y otros dos escritores, habíamos sido invitados a una mesa redonda en canal 13.

En un intervalo de la entrevista que nos hicieron, que fue extensa, me comentó: -“¿Sabe Ud. Narosky, que hay en mi vida un contrasentido?. Y agregaba: “Tengo décadas de historiador y de escritor. Publiqué docenas de libros. Y di letra a “La Misa Criolla” que se ejecuta en 40 ó 50 países”.

“Y en la Argentina soy más conocido, por una zamba que se llama Alfonsina y El Mar, con música de Ariel Ramírez, que por todo el resto de mi obra. ¿Qué le parece?”, terminó diciéndome.

No recuerdo que le respondí. Pero la respuesta, quizás esté en los versos de esta bellísima zamba, de la que me voy a permitir repetir brevemente algunos de sus versos.

“Por la blanca arena que lame el mar/Su pequeña huella no vuelve más.”

Y el estribillo, una verdadera joya:/”Te vas Alfonsina con tu soledad

¿Qué poemas nuevos fuiste a buscar?/Una voz antigua de viento y de sal

Te requiebra el alma y la está llevando/Y te vas hacia ella como en sueños

Dormida Alfonsina, vestida de mar.”

Y el aforismo final para este intelectual que protagonizó sus ideales:

“El verdadero escritor, permuta sus emociones en palabras”.

felix luna

Ultimos Artículos

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí

TE PUEDE INTERESAR

    SUSCRIBITE AL
    NEWSLETTER