Elizabeth Maconchy nació en Broxbourne (Hertfordshire) el 19 de marzo de 1907 y murió en Boreham (Essex) el 11 de noviembre de 1994. Fue una compositora inglesa con un talento inmenso que superó todos los obstáculos y llegó a ser la primera mujer en recrear la música clásica británica.
Maconchy nació en una familia alejada de la música que tuvo que migrar a Irlanda después de la Segunda Guerra Mundial. Allí tomó clases de piano y su maestro le aconsejó estudiar en el Royal College of Music en Londres, lo que hizo al cumplir 16. Entre sus maestros se encontraban Arthur Alendrander, Charles Wood y Ralph Vaughan Williams. Rápidamente desarrolló un estilo musical que captó la atención de varios de los músicos más afamados la época, incluyendo a Henry Joseph Wood, Donald Francis Tovey y Gustav Holst.
Debido a su interés en la música contemporánea de Europa Central, Vaughan Williams le recomendó que continuara sus estudios en Praga, donde, en 1930, se estrenó su concierto para piano, interpretado por Erwin Schulhoff. Ese mismo año, Henry Wood estrenó la pieza orquestal de Maconchy “The Land”.
Contrajo matrimonio con el erudito historiador médico William LeFanu y juntos se mudaron, en 1932, a Kent donde gracias a su voluntad se curó de tuberculosis. -Dormían todas las noches a la intemperie lloviese o nevara-. Ya curada, en 1933, escribió su primer cuarteto para cuerdas, el primero de trece que fueron escritos en un período de más de 50 años. Ese mismo año, su quinteto para oboe y cuerdas ganó un premio en la Competencia de Música de Cámara de The Daily Telegraph y fue grabado poco después por Hellen Gaskel y Griller Quartet en HMV.
Terminada la Segunda Guerra, Maconchy acogió una gran cantidad de comisiones y compuso mucha música para orquesta, grupos de cámara y Voces. Escribió tres óperas de un acto: “The Sofa” (1957), “The Departure” (1961), “The Three Strangers” (1967).
En 1977 fue nombrada Comandante del Imperio Británico. En 1984 escribió el último de sus cuartetos para cuerda y tres años más tarde fue nombrada dama comendadora de la Orden del Imperio Británico. Presidió la Sociedad de Compositores de Gran Bretaña y fue la primera mujer que ocupó la presidencia de la Society of Promotion of New Music.
No fue una compositora popular ni cómoda y muchos de sus éxitos fueron pronto olvidados, pero hoy sabemos que Maconchy escribió uno de los mejores ciclos de cuartetos de cuerda del siglo XX y que extendió las fronteras de la música clásica inglesa.