El suicidio de Getúlio Vargas

Un pistolero a sueldo al atentar contra la vida del periodista Carlos Lacerda mató al acompañante de éste, el mayor de aviación Rubens Vaz, cuando intentaba repeler la agresión. Así se inició una de las peores crisis en la historia del Brasil. Era el 5 de Agosto de 1954.

Legisladores opositores y diarios de la misma tendencia acusaron al Presidente Getulio Vargas de ser responsable de ese suceso, creándose un clima de alta tensión. Al mismo tiempo, la Aviación adoptó una actitud decidida, reclamando el castigo de los culpables.

Sus propios oficiales fueron deteniendo a todos los que participaron del atentando, miembros algunos, de la guardia personal del Presidente. Hábilmente explotado el momento vivido en el Brasil, comenzó a hablarse de la renuncia presidencial.

La marea fue subiendo inexorablemente y llegó hasta el mismo Palacio de Gobierno. Vargas, sereno frente a los acontecimientos, se negó ante todas las instancias. “Jamás renunciaré. El pueblo me eligió por un periodo de 5 años y pienso completarlo”

Más tarde cercado por sus enemigos expresó: “Solo muerto saldré del Palacio. Ni las instancias de sus propios amigos políticos, deseosos de evitar mayores males ante la creciente amenaza de una contienda civil, hicieron declinar esa posición.

Cuando en el Parlamento se levantaron voces acusatorias, el Jefe de Estado se limitó a afirmar que la única víctima en el atentado es él mismo. “En lugar de tirar sobre mis enemigos me han metido una bala en la espalda”…

SOLEDAD

Lo que se hizo a continuación es buscar una fórmula transaccional que el Vicepresidente Café le lleva al mandatario a su residencia, en el curso de una entrevista cuyos pormenores no se divulgaron.

Los respectivos puntos de vista eran, sin duda, irreconciliables, pues su primer colaborador se recluyó en su domicilio y quedó al margen de la crisis. Posiblemente este es el instante que Vargas se siente más solo que nunca.

La pasión política bulle en las calles. El Presidente no rehúye, sin embargo, él combate y asiste a un acto público en Minas Geraes, aunque los estudiantes realicen manifestaciones contrarias en el mismo lugar.

Por unos días, el viejo luchador se yergue y parece que triunfará, pero la reacción opositora se advierte de inmediato. Hay focos de agitación en todas partes. Uno de sus íntimos le oye decir a Vargas: ¿Qué quieren de mí?

SUICIDIO

Su resistencia moral y física está sometida a una prueba tremenda. Su corazón es una cuerda tensa. Todo parece indicar que graves acontecimientos se sucederán de un momento a otro y de forma contundente.

En la madrugada del 24 de Agosto de 1954, un dramático Consejo de Ministros se realizó El alejamiento del presidente podía dar solución a la crisis, de lo contrario, el país corría el peligro de precipitarse en una guerra civil.

Vargas accedió. Era necesario evitar el derramamiento de sangre. Instantes después reunió a su familia: “Voy a descansar”, le dijo a su hijo. Y a las 9.35, una detonación de bala puso fin a su vida. La noticia corrió como reguero de pólvora.

Viejos amigos del luchador inmolado lloraron junto a su cadáver. El pueblo salió a las calles, viviendo Rio de Janeiro jornadas de violencia. Mientras tanto, quedaba un documento para que la historia juzgara.

Era la carta escrita momentos antes por el suicida: “Una vez más las fuerzas que los intereses contra el pueblo coordinaron, se desencadenan sobre mí. No me acusan, me insultan. No me combaten, me calumnian. No me dan derecho a defensa. Necesitan sofocar mi voz e impedir mi acción, para que no siga defendiendo al pueblo y principalmente a los humildes. Sigo el destino que me es impuesto. Después de decenios de dominio y explotación de los grupos económicos y financieros, fui jefe de una revolución y triunfé…

TRAGEDIA

Fluye la tragedia de un pueblo en las apretadas líneas escritas con pulso firme. “A la campaña subterránea de los grupos internacionales, se juntó la de los grupos nacionales rebelados contra el régimen de garantía del trabajo. La ley de lucros extraordinarios ha sido detenida en el Congreso. Contra la justicia de la revisión del salario mínimo, ha desencadenado odios contra mí”.

Luego añade: “Hice crear la libertad nacional de potencialidad de nuestras riquezas a través de Petrobras y fue entorpecida hasta la desesperación. No quieren que el trabajador sea libre… Ganancias de empresas extranjeras del 500% anuales, fraudes comprobados de 100 millones de dólares” La presión ante la valorización desfilan luego en amargos párrafos. “Os di mi vida-dice por último- y ahora ofrezco mi muerte”.

En las calles siguen los tumultos. El pueblo con certero instinto grita su indignación, mientras un avión lleva los restos hasta San Borja. Allí nació y se hizo popular. Ahora la madre tierra cubre sus restos y el Presidente descansa en paz. El pueblo brasileño sigue convulsionado.

Vargas fue, probablemente, el más importante y polémico político brasileño del siglo XX. Su influencia se extiende hasta hoy cuando la herencia política es reclamada, al menos, por dos partidos actuales: el Partido Democrático Trabajista (PDT) y el Partido Trabalhista Brasileiro (PTB).

POPULISMO

Se trata del creador del populismo en ese país. A partir de 1946 hasta 1964, esta corriente política tomó impulso, teniendo entre sus principales exponentes a los siguientes políticos: Adhemar de Barros, Janio Quadros y Joao Goulart.

En los últimos años, el representante del populismo con mayor proyección resultó Leonel Brizola del PDT. Actualmente, partidos con participación en la caída del régimen militar de 1964 como el PMDB, el PT y el PSDB, oriundo del PMDB, asumieron un papel fundamental en el juego político, al lado del PFL , heredero del UDN, y de las antiguas agrupaciones de apoyo a los militares: ARENA y PDS .

La política sobre el trabajo llevada a cabo por Getulio Vargas generó polémicas aún hasta la actualidad. Fue condenada como “paternalista” por intelectuales de izquierda, que acusaban al presidente suicida de usar pequeños beneficios reformistas para intentar anular la influencia de la izquierda sobre el proletariado.

Lo que deseaba era transformar a la clase obrera en un sector bajo su control, y asumir el movimiento obrero de forma análoga a la “Carta del Lavoro” del fascista Benito Mussolini, según dicho pensamiento.

Por su parte, los defensores de Vargas contraatacaban y decían que, en ningún otro momento de la historia del Brasil, hubo avances comparables en los derechos de los trabajadores.

EXPONENTES

Los exponentes máximos de esta posición fueron Joao Goulart y Leonel Brizola, siendo este último considerado el último heredero político del “Getulismo”, o de la “Era Vargas”, en el lenguaje político de de los brasileros

La crítica de la derecha, y de los liberales, apuntaba a probar que estas leyes del trabajo perjudicarían a los trabajadores en el largo plazo- porque aumentaría el llamado “Costo Brasil”, sobrecargando los precios de producción de muchas empresas y causando una inflación que destruiría los valores de los salarios

Asimismo haciendo que las empresas brasileñas contrataran a menos trabajadores y se volviera difícil invertir. Según la crítica liberal, las leyes pro-trabajador generarán, a largo plazo, inflación y desempleo entre los trabajadores brasileños por muchos años.

Vargas resultó cuatro veces Presidente de la República del Brasil: en 1930 a 1934, durante el Gobierno Provisorio. 1934- 1937, en el curso del gobierno constitucional. 1937-1945, cuando se denominó el Estado Novo. 1951-1954, mandatario electo por voto directo.

Texto extraído del sitio: http://miscelanea-rafo.blogspot.com/2015/10/el-suicidio-de-getulio-vargas.html?m=1

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