Hijo de un inventor, John (Milton) Cage asistió brevemente a Pomona College y luego viajó a Europa por un tiempo. Al regresar a los Estados Unidos en 1931, estudió música con Richard Buhlig, Arnold Schoenberg, Adolph Weiss y Henry Cowell. Mientras enseñaba en Seattle (1938-40), Cage organizó ensambles de percusión para interpretar sus composiciones. También experimentó con obras para danza, y sus colaboraciones posteriores con la coreógrafa y bailarina Merce Cunningham provocaron una larga y fructífera asociación.
Las primeras composiciones de Cage fueron escritas con el método de 12 tonos de su maestro Schoenberg (el inventor del dodecafonismo), pero en 1939 comenzó a experimentar con instrumentos cada vez menos ortodoxos, como el “piano preparado” (un piano modificado por objetos colocados entre sus cuerdas para producir percusión y efectos de sonido de otro mundo). John Cage también experimentó con grabadoras, tocadiscos y radios en su esfuerzo por salirse de los límites de la música occidental convencional y sus conceptos de sonido significativo. El concierto que dio con su ensamble de percusión en el Museo de Arte Moderno de la ciudad de Nueva York (MoMA) en 1943 marcó el primer paso en su surgimiento como líder de la vanguardia musical estadounidense.
En los años siguientes, Cage se volvió al budismo zen y concluyó que todas las actividades que componen la música deben verse como parte de un único proceso natural. Llegó a considerar todo tipo de sonidos como potencialmente musicales, y alentó al público a tomar nota de todos los fenómenos sónicos, en lugar de solo los elementos seleccionados por un compositor. Para este fin cultivó el principio del indeterminismo en su música. Utilizó una serie de dispositivos para asegurar la aleatoriedad y así eliminar cualquier elemento de gusto personal por parte del intérprete: instrumentos y números de intérpretes no especificados, libertad de duración de sonidos y piezas enteras, notación inexacta y secuencias de eventos determinados por azar medios como por consulta con el Yijing chino (I Ching).
Entre las obras más conocidas de Cage se encuentran 4’33 “(Cuatro minutos y treinta y tres segundos, 1952), una pieza en la que el artista intérprete o ejecutantes permanecen absolutamente silenciosos en el escenario durante ese período de tiempo (aunque la cantidad de tiempo se deja al determinación del artista intérprete o ejecutante); Imaginary Landscape No. 4 (1951), para 12 radios sintonizadas al azar, 24 intérpretes y conductor; las Sonatas e Interludios (1946-48) para piano preparado; Fontana Mix (1958), una pieza basada en una serie de tarjetas transparentes programadas que, cuando se superponen, dan un gráfico para la selección aleatoria de sonidos electrónicos; Cheap Imitation (1969), una “impresión” de la música de Erik Satie; y Roaratorio (1979), una composición electrónica que utiliza miles de palabras encontradas en la novela de James Joyce, Finnegans Wake.
Cage publicó varios libros, incluyendo Silence: Lectures and Writings (1961) y M: Writings ’67 -’72 (1973). Su influencia se extendió a compositores tan consagrados como Earle Brown, Lejaren Hiller, Morton Feldman y Christian Wolff. En términos más generales, su trabajo fue reconocido como importante en el desarrollo de tradiciones que van desde la música minimalista y electrónica hasta el arte escénico.