El 1 de febrero de 1968, Robert Walker y Echol Cole, dos recolectores de basura de Memphis murieron aplastados por la maquinaria de un camión de basura que sufrió un desperfecto. El incidente echó luz sobre las malas condiciones y los bajos salarios de los trabajadores de saneamiento, que motivados por la muerte de sus compañeros se unieron en una huelga multitudinaria.
Los trabajadores de recolección de residuos, todos afroamericanos, abandonaron sus puestos de trabajo el 12 de febrero y establecieron piquetes, con carteles que decían: “Soy un hombre” (I AM A MAN).
Martin Luther King, un ministro bautista y el activista de derechos civiles más famoso del país, había oído hablar del paro laboral y decidió ir a Memphis para llamar la atención nacional sobre la huelga. Ya había logrado fama nacional al liderar el boicot de autobuses en Montgomery, Alabama, en 1955, después de que una mujer afroamericana llamada Rosa Parks fuera arrestada por negarse a cederle un asiento de autobús a un hombre blanco. En la década posterior al boicot, King se convirtió casi en una estrella de rock de los derechos civiles que organizaba protestas no violentas pidiendo igualdad racial y económica. En 1963, organizó una marcha masiva en Washington y dió un discurso en el National Mall, criticando al gobierno federal por su “apatía e hipocresía, que son una traición a la causa de la justicia”. “Tengo el sueño de que mis cuatro hijos pequeños algún día vivirán en una nación donde no serán juzgados por el color de su piel sino por el contenido de su persona”, dijo King a la multitud.
King y su séquito se registraron el 3 de abril en el hotel Lorraine. Lorraine era uno de los pocos hoteles en Memphis conocidos por ser amistoso con los afroamericanos.
Pocas horas después de ingresar a la habitación 306 en Lorraine, King, y a pesar de un fuerte resfriado, habló frente una multitud desbordada en la Iglesia Mason Temple. Muchos en la audiencia eran parte de la huelga de trabajadores de saneamiento. King pronunció su famoso discurso “Mountain Top”, en el que habló de su propia mortalidad, y le dijo a la multitud: “He visto la Tierra Prometida. Puede que no llegue allí con ustedes. Pero quiero que sepan esta noche, que nosotros, como pueblo, llegaremos a la Tierra Prometida “.
King y su círculo íntimo habían sido invitados a cenar en la casa del Reverendo Samuel Billy Kyles, un ministro de Memphis. Alrededor de las 6 de la tarde, King, vestido con su traje y corbata oscura que se habían vuelto su marca registrada, salió de la habitación 306. Andrew Young, su amigo y compañero activista, le pidió que tomara su abrigo porque el clima se había vuelto demasiado frío. Antes de que pudiera responder a Young, sonó un disparo. Una bala impactó a King en la mejilla derecha, rompiéndole la mandíbula, varias vértebras y cortándole la médula espinal. Fue llevado al Hospital St. Joseph, donde fue declarado muerto a las 7:05 p.m.
El asesinato de King provocó disturbios en más de 100 ciudades de todo el país, incluidas Chicago y Washington DC. Más de 35 personas murieron en el marco de las protestas por el asesinato del líder.
El presidente Lyndon Johnson, que había firmado la Ley de Derechos Civiles en 1964 luego de la presión ejercida por el movimiento encabezado por King, designó el 7 de abril de 1968, como luto nacional. Al día siguiente, la viuda de King, Coretta Scott King, fue a Memphis y condujo a los trabajadores sanitarios en huelga en una marcha pacífica. El 8 de abril, se celebró un funeral por King en la Iglesia Bautista Ebenezer en Atlanta. Entre los asistentes se encontraban la ex primera dama Jacqueline Kennedy y el vicepresidente Hubert Humphrey. Decenas de miles de seguidores se agolparon en las calles de Atlanta para ver cómo el ataúd de King era llevado por dos mulas a Morehouse College, el alma mater de King, donde se llevaría a cabo el velorio público. Una semana después, la huelga de saneamiento en Memphis terminó cuando el concejo municipal acordó aumentar los salarios de los trabajadores y mejorar las condiciones de trabajo.
James Ray, un convicto de 40 años que se había escapado poco tiempo antes de prisión, fue identificado como el asesino de King luego de que se encontrara su huella en el rifle utilizado en el asesinato, descartado cerca de la escena del crimen. La policía cree que Ray le disparó a King desde una pensión frente al Motel Lorraine, después de perseguir al líder de los derechos civiles durante más de dos semanas.
Fue arrestado en Londres el 8 de junio de 1968 y extraditado a Estados Unidos para enfrentar el proceso judicial. En marzo de 1969, Ray se declaró culpable en un tribunal de Memphis por el asesinato de King para evitar la pena de muerte. Fue sentenciado a 99 años de prisión. Murió de una enfermedad renal el 23 de abril de 1998, a la edad de 70 años.