Un investigador cree haber hallado el lugar exacto en el que Vincent van Gogh pintó la última de sus obras, Tree Roots (Raíces de árbol en castellano), hace 130 años. Este hallazgo podría arrojar nueva información sobre la trágica muerte del artista, pues lo pintó pocas horas antes de dispararse.
Detrás de este estudio está Wouter van der Veen, director científico del Institut van Gogh. El experto ha explicado que todo empezó hace tan solo cuatro meses. Estaba mirando viejas postales de Auvers durante el confinamiento, cuando vio una que le llamó la atención. Aparecía un ciclista subiendo una pronunciada pendiente. El paisaje le resultó familiar y lo acabó asociando al conocido lienzo.
El encierro por la Covid proporcionó al investigador suficiente tiempo como para indagar más profundamente en el asunto. Comparó una y otra vez la pintura original, de 1890, con la postal, de 1900, convenciéndose así de que se trataba de la misma hilera de árboles en ambas imágenes. No obstante, Van der Veen ha tenido que esperar a que se levantaran las restricciones impuestas para viajar y comprobar así con sus propios ojos que existe semejante lugar.
La ubicación se encuentra a 150 metros de la posada de van Gogh, a solo dos minutos a pie. Aunque generaciones de especialistas y aficionados del artista han pasado por allí cientos de veces, nadie antes había encontrado este nexo. El académico ha ido más allá y ha planteado una hipótesis de lo que cree que sucedió el fatídico 27 de julio. De este modo, Van Gogh habría empezado su pintura esa misma mañana en el citado lugar. Pocas horas después, terminó su trabajo y regresó a la posada. Luego, explica, muy probablemente regresaría a la Rue Daubigny y el resto ya se conoce.
“Cada elemento de esta misteriosa pintura puede explicarse al observar la tarjeta postal y la ubicación: la forma de la ladera, las raíces, su relación entre sí, la composición de la tierra y la presencia de un lado empinado de una piedra caliza”, analiza el autor del descubrimiento, presentado este martes a la prensa.
El paisaje dibujado “coincide también con la costumbre de Van Gogh de pintar sitios de su entorno inmediato”, mientras que la luz del sol reflejada en el cuadro indica que las últimas pinceladas las pintó durante las últimas horas del atardecer, lo que añade aún más información sobre aquel día dramático para el artista, en el que se cree que se disparó.
Tanto Willem van Gogh, el bisnieto del hermano del artista Theo, como la directora del Museo Van Gogh de Amsterdam, Emilie Gordenker, se han mostrado confiados en el estudio, reconociendo que ven “muy plausible” que finalmente se haya encontrado el lugar en el que el artista realizó su última pintura.
También lo cree así Teio Meedendorp, investigador principal del museo Van Gogh, quien ha reconocido en la rueda de prensa que “es un descubrimiento notable. Que esta sea su última obra de arte lo hace aún más excepcional e incluso dramático. Van Gogh ya había documentado esta zona en otras pinturas. Debía pasar con frecuencia por este lugar para ir a los campos que hay detrás del castillo de Auvers, donde pintó varias veces durante la última semana de su vida”.