23 de marzo de 1879.
Una vez ocupado el puerto de Antofagasta por las tropas chilenas, el coronel Emilio Sotomayor mostró un vivo interés por ocupar la aldea de Calama, cuya importancia militar estaba un poco exagerada. Dicha población se ubicaba en las orillas del río Loa, en medio de un oasis; dicho curso de agua presentaba dos vados, uno denominado Topater y el otro Carvajal, cuyos respectivos puentes habían sido cortados por los refugiados bolivianos que se hallaban en esta población. Estos últimos eran cerca de un centenar.
El coronel Sotomayor organizó una columna en Caracoles al mando del comandante del regimiento 2º de Línea, Eleuterio Ramírez, la cual estaba conformada por unos quinientos hombres de las tres armas; también los acompañó una sección de carpinteros que debían reparar los mencionados puentes cortados. El mismo coronel Sotomayor acompañó a estas tropas.
En una primera jornada, la columna partió de Caracoles y alojó cerca de una aguada denominada Bandera; en una segunda jornada se hospedó en las serranías de Limón Verde, desde donde partía la quebrada que bajaba hacia el rio Loa. El día 23 de marzo de 1879, la columna llegó a situarse frente a la aldea de Calama.
Sotomayor y Ramírez ordenaron que el pueblo fuera asaltado por los dos vados mencionados y que la caballería se dividiera para cortar la retirada a los refugiados. Sin embargo, en vez de enviar adelante a la infantería desplegada en guerrillas, se dispuso que su lugar fuera tomado por la caballería formada en columnas, lo cual la convertía en un fácil blanco para los tiradores que se hallaban ocultos.
La fracción chilena que atravesó el río por el vado de Topater penetró en la aldea por un callejón, enfrentando la pared externa de una máquina de beneficio de metales y pronto recibió una descarga muy mal dirigida, que apenas le causó algún daño. Algo parecido le ocurrió a la sección que atravesó el vado de Carvajal, pero esta última perdió once hombres, entre muertos y heridos. Tanto el coronel Sotomayor como el teniente coronel Ramírez ordenaron que dos compañías que estaban de reserva auxiliaran a las fracciones atacantes, lo cual efectuaron con mucha celeridad, logrando alcanzar en centro de la población y sin enfrentar una mayor resistencia. El enemigo terminó botando sus armas.
Esta acción de guerra, si bien no fue muy notable, ni tuvo una mayor utilidad militar, constituyó la primera de su tipo de la Guerra del Pacífico.(1)
Por
Eduardo Arriagada A.
Notas al Pie:
[*] En la imagen, vemos al comandante del 2º de línea don Eleuterio Ramirez Molina.
[1] Gonzalo Bulnes, Guerra del Pacífico. Tomo I. De Antofagasta a Tarapacá. Valparaíso, Sociedad Imprenta y Litografía Universo, 1911, páginas 173 – 178.
TEXTO EXTRAÍDO DEL SITIO: http://www.academiahistoriamilitar.cl/academia/combate-de-calama/