El capitán Juan de San Martín, recientemente casado con Gregoria Matorras, se trasladó a la Banda Oriental como funcionario del imperio español para hacerse cargo de la administración de la Estancia de las Vacas, propiedad de 100.000 hectáreas recientemente confiscada a los jesuitas. Estos se habían instalado a orillas del río Juan González, y construido una iglesia (cuyos restos aún existen) en 1741. Allí se desarrolló un pueblo, donde se alojaban los sacerdotes con sus esclavos. Estos se dedicaban, además de llevar adelante las tareas agrícolas-ganaderas, a la elaboración de cal que fue utilizada en la construcción de varias iglesias porteñas.
La familia San Martín llegó a la Estancia del Río de las Vacas (como se llamó originalmente) en 1767. Allí nacieron los tres hermanos mayores de José.
La familia se trasladó a Yapeyú (Corrientes) en 1777, cuando la propiedad pasó a manos de Las Religiosas de la Caridad. Con los ingresos de la estancia las hermanas mantenían a niñas expósitas, de allí que pasó a llamarse “La Calera de las Huérfanas”, como se la conoce hoy en día.
Este poblado fue trasladado en 1816 a la desembocadura del Arroyo de las Vacas por orden de Artigas y se convirtió en la ciudad de Carmelo.
Desde la década del 70′ comenzaron a circular varias versiones sobre el nacimiento de San Martín: que había nacido en la Banda Oriental, que era hijo de Diego de Alvear con una indigena llamada Rosa Guarú y que no habría llegado a este mundo el 25 de febrero de 1778.
¿Nació José de San Martín en Carmelo? No se ha podido confirmar que así fuera, porque según la versión circulante, la hoja de registro de bautismo de 1778 había sido arrancada. Pues esto no es así, ya que si se va al Museo y Archivo de Carmelo, los registros se encuentran prolijamente foliados y pueden constatarse los nacimientos de María Elena (1771), Manuel Tadeo (1772) y Juan Fermín (1774). Rufino nació en Yapeyú un año antes que el Libertador naciese. Conclusión, el general no nació en la hermana República del Uruguay.
En cuanto a la versión de que nuestro prócer no haya sido hijo del matrimonio San Martín-Matorras, fue divulgada por el historiador Hugo Chumbita, basada en una serie de rumores que corrían en la familia Alvear recogidas en su libro El secreto de Yapeyú, el origen mestizo de San Martín.
Joaquina de Alvear Quintanilla y Arrieta (nieta de Diego de Alvear e hija de Carlos María), cuenta que don Diego de Alvear y Ponce de León, un destacado marino español, participó en los conflictos con los lusitanos por la Banda Oriental y vivió por 30 años en el virreinato del Río de la Plata, donde tuvo una destacada participación en la delimitación de las fronteras entre las colonias portuguesas y españolas.
En uno de sus viajes llegó a Yapeyú y se hospedó en la casa de los San Martín donde servía la joven Rosa Guarú. Al parecer, las relaciones que mantuvo con Rosa culminaron con el embarazo y subsecuente alumbramiento de Francisco José (con este nombre fue bautizado pero por costumbre lo llamaban José). Como no estaba bien visto que un caballero de alcurnia como Alvear tuviese relaciones con una mujer de menor status social, este solicitó que su subalterno, el capitán San Martín, mantuviese el secreto y criase al niño como propio, comprometiéndose a mantenerlo.
El niño fue criado por Rosa, pero cuando Juan de San Martín fue destituido de su cargo por un conflicto con los aborígenes del lugar (vaya ironía), se llevaron a José, prometiéndole a la madre que la mandarían a buscar para no separarla de su hijo… pero esto no aconteció y el jovencito viajó a España con su “familia”.
Rosa vivió muchos años y supuestamente sobrevivió a su hijo. Según algunas versiones conoció los logros del Libertador y usaba un relicario con la imagen de San Martín.
¿Puede ser que San Martín, haya sido el hijo natural de don Diego de Alvear?
En primer lugar, José Francisco no se parecía a sus padres que eran de piel muy blanca y Juan tenía ojos azules que contrastaban con la piel morena y ojos negros del futuro general.
Su aspecto de mestizo le había ganado el mote de “Cholo”, tal como se referían despectivamente los españoles a los aborígenes.
Aparentemente, el parentesco entre San Martín y Carlos María de Alvear – supuestamente su medio hermano – fue la razón del apoyo que le brindó Carlos María para introducirlo en la sociedad porteña.
Por último, Joaquina de Alvear cuando reveló esta filiación, no gozaba de una integridad psíquica que asegurase la veracidad de su testimonio, razón por la cual persisten dudas sobre el origen del Libertador.
Las dudas persistirán por la justicia, que ha rechazado la solicitud de la familia Alvear para constatar, mediante un examen de ADN la relación entre San Martín y los Alvear.
Y por último, si bien oficialmente se afirma que el general nació un 25 de febrero, no existe la fe de bautismo del prócer ya que la ciudad de Yapeyú fue destruida por los brasileros en 1817 y las llamas devoraron ese documento. En la primera biografía de San Martín (que no fue la de Mitre sino la del historiador chileno Benjamín Vicuña Mackenna) dice al referirse al desastre de Cancha Rayada, “en la mañana del 16 de marzo, aniversario del natalicio de San Martín…”. ¿Nació el 25 de febrero o el 16 de marzo? Y si queremos agregar mas confusión a la ya existente, Pacífico Otero, el fundador del Instituto Sanmartiniano sostiene que no nació en 1778 sino en 1777, basada su afirmación en una supuesta acta de bautismo que Otero tuvo en sus manos. Ahora, si nos guiamos por su acta de casamiento en 1812, San Martín declara tener 31 años, aunque la hoja de servicios en el ejército español dice que el Libertador fue dado de baja con 34 años, edad que tenía al llegar al país. Haga usted las cuentas y decida qué fecha elige.
Como ven, lo dicho al inicio es válido: detrás de cada gran hombre existen una serie de versiones cuya legitimidad no siempre pueden verificarse.
