Mary Beatrice Davidson Kenner nació el 17 de mayo de 1912 en la cuidad de Monroe, en Carolina del Norte, y murió el 13 de enero del 2006 en Washington DC. Fue una inventora afroamericana reconocida por haber sido la creadora del “cinturón sanitario” (el primer apósito femenino).
Mary descendía de una familia de inventores. Su padre, a quien ella acreditó su interés por los “descubrimientos”, fue Sidney Nathaniel Davidson (1890-1958), el inventor de la primera plancha trasportable, de un limpiador de ventanas de trenes y de la camilla con ruedas para ambulancias. Su abuelo materno (mezcla de angoleño, germano e irlandés), anteriormente, había inventado una señal luminosa para trenes (creación que le fue expropiada) y su hermana, Mildred Davidson Austin Smith (1916-1993), a mediados de la década del 70, creó y comercializó el juego de mesa “Family Treedition” (un juego genealógico de 64 cartas que tenía como objetivo ganar puntos colocando en un tablero tres cartas que representaran una relación específica entre parientes consanguíneos).
En 1924, la familia Kenner migró a Washington DC donde Mary terminó la escuela en el Dunbar High School en 1931 y comenzó a asistir a la Universidad de Howard, la cual se vio obligada a abandonar al año y medio por problemas financieros. Después de varios trabajos ocasionales, en 1941, Mary encontró empleo en el gobierno federal. Trabajó para la Oficina del Censo y luego para la Oficina de Contabilidad General por casi una década. A principios de 1950 abrió su propio negocio de arreglos florales en el cual bregó durante 23 años mientras inventaba cosas en los ratos libres.
Su primera patente recién la obtuvo en 1957 con el cinturón sanitario (originalmente creado en la década de 1920, pero impatentable para ella en ese momento histórico por razones tanto raciales como económicas). En 1976 patentó un accesorio para un andador o silla de ruedas que incluía una bandeja de superficie dura y un bolsillo blando para llevar artículos. En 1982, ella y su hermana inventaron un soporte para papel higiénico, el cual patentaron al año siguiente. Su patente final, otorgada el 29 de septiembre de 1987, fue para una lavadora de espalda montada y masajeador.
Mary murió a los 93 años sin haber recibido ningún premio ni reconocimiento formal por su trabajo, pero habiendo allanado el camino para innovadoras afrodescendientes posteriores.