A modo de Revisionismo Histórico… Existió mucha controversia sobre su nombre por más de cien años, ya que el músico firmaba su nombre de modo abreviado “Dmi.go” o “D. Zipoli” sospechando que quizás se llamaba Domingo pero esta hipótesis es corregida por un panfleto (publicada en Roma) de música fechada en 1716, con el nombre de DOMENICO ZIPOLI. Por otro lado, varios jesuitas lo nombraron “Dominicus”, palabra en latín pero su traducción en italiano quiere decir Domenico (hoy lleva tilde en la “e”). Y, traducido en español, quiere decir “Domingo”.
Su completo nombre es refutado en el acta de bautismo:
“A di 17 detto (ottobre 1688). – Domenico di Sabatino di Angioli Zipoli, della Cura del Duomo, e della Eugenia di Sebastiano Varrocchi sua moglie, nacque a hore 7 la notte precedente, et il suddetto giorno fu portato alla Cattedrale, e dal Curalo fu battezzato. Compare, Antonio di Francesco Giullari.”.
La aparición del acta ocurrió en 1941 cuando el musicólogo Víctor de Rubertis lo publica para un artículo; El mencionado texto lo podemos refutar ya que se halla actualmente en el Archivo del Estado de Prato. Libro de nacimientos, bautizados. Signatura Nº 3.016 (no es 3.026). Página Nº 55. Correspondiente al tercer renglón.
“Ottobre 1688”
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“A Di i 17.
-Dom : Di Sab. Di Anglo Zipoli . Della Cura del Duomo sobb
e Della Eugenia Di Sebo Varrochi Sua moglie . nacque
a hora 7 la notte Preced . et il suddo . g fu portato alla
Cattle . e da me curato fu Batt.o Comp. Ant. Di
Fran : Giullari. Pbro.”——————————————————–
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En el mismo archivo, también pudimos constatar que Zipoli fue confirmado en 1699 por el monseñor Leone Strozzi, Obispo de Pistoia y Prato. Así mismo observamos un apartado del libro de nacimientos, bautizados que narra lo siguiente:
1688: “-Domenico di Sabatino Zípoli de’Sobborghi-lí 17 ottobre detto.”.
Con la aparición del acta, también se devela la verdadera fecha de su nacimiento, ya que también fue una duda durante siglos. Si el músico nació en la mencionada localidad y año, demuestra (por entonces) que toda la región era gobernada por Cosme de Médici III, Gran Duque de Toscana.
No nos ocuparemos de narrar sobre los viajes y educaciones que recibió Zipoli, ya que nuestro interés hace insistencia en responder ¿En dónde falleció Zipoli?. Lamentablemente no hay documentación en donde narre el lugar exacto del fallecimiento, por ello debemos basarnos en conjeturas que ayuden a esclarecer el lugar de deceso y responder ¿En dónde se hallan sus restos?.
Pedro Grenón, en su libro NOTICIA DE DOMINGO ZIPOLI, comentará: “Era tiempo de vacaciones y estaba en la Estancia de Santa Catalina, Estancia y punto serrano, en el Departamento Totoral, de veraneo de los jóvenes jesuitas y novicios.”. Si bien no hay documento que afirme sobre el deceso de Zipoli en Santa Catalina, Grenón concluye que pudo fallecer allí al conjugar sobre la posible fecha de muerte, su estadía en la ciudad de Córdoba y las fechas de salidas por parte de los jesuitas. Posteriormente (en 1963) el P. Guillermo Furlong proporcionará erróneamente un dato: “Est. Córdoba, 1726” cuando en realidad es “H. Domgo Zipoli, est. Ibid. .725”… La palabra abreviada “est” pensó que era ESTANCIA, cuando es ESTUDIANTE. “Ibid” corresponde a “Córdoba” y el número “725” es la fecha de su deceso “1725”, no 26… este documento se halla en el Archivum Romanum Societatis Iesus (ARSI), Carta del Padre Provincial. Manuel Querini.
En el libro mencionado del P. Grenón comenta que (en 1724) Zipoli “…disfrutaba de salud completamente buena.”. Si la afirmación es correcta, el músico debió enfermarse en 1725 ya que murió en enero de 1726, pues Grenón indaga en el Catálogo de 1720 (Carta Annua) en donde dice nos dice que ya había hecho los primeros votos y había ya cursado dos años de filosofía; En el Catálogo de 1724, nos informa que para entonces había cursado los tres de filosofía, como también tres de los cuatro de teología. Si en aquel año cursó el cuarto, pudo ordenarse de sacerdote, a fines de ese mismo curso, como era normal. Por otro lado, es posible que ya haya estado enfermo mientras cursaba las materias.
Si nos remontamos a las poquísimas interpretaciones de textos de época, revelaremos que no hay indicios del lugar exacto de su fallecimiento, es decir que pudo morir en cualquier lugar no obstante, recordemos que el músico era un estudiante jesuita, por ello dormía, estudiaba, comía, entre muchas cosas… en el predio de la manzana jesuítica, ciudad de Córdoba.
Se comenta que Zipoli falleció el día miércoles, 2 de enero de 1726 por entonces los estudiantes ya se hallaban vacacionando en algunas de las estancias pero ¿Cuál de ellas?; Los jesuitas de Córdoba eran propietarios de las siguientes reducciones: Caroya, Jesús María, Santa Catalina, Alta Gracia, La Candelaria y –en 1726– adquieren la de San Ignacio para que funcionase como Casa de Ejercicios Espirituales, sin embargo la de Santa Catalina era administrado por el Noviciado… por entonces ya se hallaba funcionando en la manzana jesuítica. Y Zipoli era novicio, si la hipótesis es correcta, debió estar en la estancia al momento de morir. Si el músico hubiera sido estudiante del colegio Montserrat (con “t”), hubiera vacacionado en la estancia La Caroya.
Otra conjetura, supone que Zipoli nunca fue a la estancia ya que se hallaba enfermo, muriendo en una celda del Colegio Máximo ubicado en la ciudad de Córdoba; Por entonces el Padre Provincial Luis de la Roca era el rector (1720-1726) quien llegó a conocerlo, de hecho existe un documento resguardado en el archivo de los jesuitas en Roma, en donde De la Roca redacta que Zipoli falleció en Córdoba, el 2 de enero de 1726 (ARSI).- Memorial de Ordenes que el Padre Visitador Luis de la Roca redactó para el Colegio de Córdoba el 26 de diciembre de 1726, no obstante De la Roca no dice ¿En dónde falleció?. Posteriormente Pedro Lozano comentará lo mismo… quizás porque leyó las notas de De la Roca.
Su muerte
Se ha comentado que la posible causa de muerte del músico, fuera Tisis (tuberculosis pulmonar) una enfermedad cuyas bacterias se transmiten de una persona a otra por el aire. En la documentación que aporta el P. Lozano: “…maligna tabe, qua annum integrum laboraverat, consumptus, placidissime, ut vixe- rat, spiritum Deo reddidit.”. No especifica que padecía tisis de todos modos, deja en claro que se trató de una enfermedad contagiosa. Posteriormente comentará que murió de tisis por una suposición suya.
Sino murió por tuberculosis, es un motivo para afirmar que el hermano estudiante Zipoli falleció en la estancia Santa Catalina, lugar destinado para los novicios. Otros dicen que se cayó de un caballo o murió de insolación pero estos datos carecen de fuente fidedigna.
A nuestro criterio, los padres superiores debieron mandarlo lejos debido a la enfermedad contagiosa; Por entonces ya se sabía que el clima seco, los espacios abiertos y ventilados ayudarían a la persona mejorar levemente, además de ser bien atendido por los esclavos. Allí Zipoli encuentra la muerte a sus 37 años, siendo enterrado o colocado en una hornacina, cubierto de cal apresuradamente debido al calor y contagio. Años luego, retiraron sus huesos para trasladarlo hasta la iglesia jesuítica de Córdoba, allí dieron sus palabras y colocaron sus restos en un osario.
Si los restos de Zipoli estuvieron dentro del primitivo cementerio o sus huesos se mezclaron junto a otros en el osario, será muy difícil de recuperarlos. Otro punto que debemos aclarar, es el aspecto de las estructuras edilicias, por entonces la Estancia e iglesia jesuítica Santa Catalina no lucían con el estilo barroco, tampoco existían los enormes muros que rodean la huerta y demás dependencias. De hecho, el actual cabildo de Córdoba aún no se había construido y la Catedral se hallaba en construcción respecto a las bóvedas de las tres naves. En el año del fallecimiento de Zipoli pero el 22 de junio, se destinaba como “Casa de Ejercicios Espirituales” el antiguo noviciado de la ciudad de Córdoba.
Descripción física
Al embarcarse –desde Cádiz, España– para las indias (América) e ingresar a las Misiones del Paraguay, el joven fue registrado del siguiente modo:
Renglón nº 27 (no es 28): “H°. Domingo Tipoli, philosopho natural de Prato, Obispado de Florencia de edad veinte y ocho años.”.- Archivo General de Indias, Sevilla. CONTRATACION, 5469, N.2, R.30.
“28. Domingo Tipoli, mediano, dos lunares en el carrillo izquierdo.”.- Archivo General de Indias, Sevilla. Microfilme.
Este expediente (lista fechada el 17 de febrero de 1717) corresponde a Información y licencia de pasajero a Indias de Bartolomé Jiménez, Padre Compañía de Jesús, Procurador Superior, a Paraguay (por Buenos Aires), con 43 religiosos y 13 coadjutores.
Son las únicas existentes en donde hace mención sobre su aspecto físico, sin embargo también debemos comentar que usaba siempre la vestimenta jesuítica: sotana, alzacuello con su característico gorro. Todo su conjunto era negro, se caracterizaba por ser una indumentaria informal pero elegante. Como todo jesuita, se afeitaba y tenía el pelo corto además suponemos que (al ser italiano) sus ojos y pelo eran de color negro. Mientras residía en el continente europeo, al ser un adolecente, nunca uso peluca y tampoco cuando ingresó a la orden jesuítica; Era bilingüe, es decir que podía hablar el italiano y español.
Durante la gobernación de Justo Páez Molina (1963 – 1966) se expropió la estancia Santa Catalina, en dicho momento se labró una placa de piedra con la siguiente inscripción “DOMENICO ZIPOLI / MÚSICO – JESUITA / FALLECIÓ AQUÍ / 1726”. Y fue colocado en el lateral izquierdo del portal de ingreso del cementerio de los esclavos. Presumiendo, que quizás sus cenizas se hallan detrás de la placa (dentro del muro) pero es erróneo. Así mismo -en fecha incierta- se difundió la posible “habitación de Zipoli”, una pequeña pieza contigua al coro de la iglesia en donde supuestamente estuvo pero este dato no tiene sustento documental (fuente fidedigna) ya que era raro que algún Jesuita muriera de un accidente, pues fallecían llegados a la vejez o de una enfermedad.
Los jesuitas siempre se adaptaron a las circunstancias que se le presentaban, no es extraño pensar que Zipoli pudo ser enterrado en el cementerio de los esclavos de la estancia Santa Catalina; Por otro lado, debemos considerar la posibilidad de que no fue trasladado porque estaba enfermo, quedándose recluido en su celda, encerrado y en una habitación fría (a pesar de ser verano), casi a oscuras, rodeado de muchas personas y con una enfermedad contagiosa.
Otra hipótesis, sugiere que el H. jesuita fue trasladado al Hospital Santa Eulalia (también Olaya, Olalla…) que estuvo administrado por los hermanos de San Juan de Dios, pertenecientes a la Obra Hospitalaria, vigente hasta 1737. El joven adulto fue diagnosticado de tísico pulmonar, causado de un golpe en el pecho, de un esfuerzo violento o por una pulmonía… padecimiento mortal y contagioso, dependiente de la situación de su contagio. No obstante, son hipótesis que merecen ser analizadas.
Web del autor: https://federicogbordese.wordpress.com/