Honoré Daumier y la república alimentando a sus hijos

Cuando los argentinos nos referimos a la Revolución francesa solemos aludir a la que asoló a Francia en 1789, el primer gran movimiento antimonárquico –hecha la excepción del régimen de Cromwell que terminó con la muerte de Carlos I de Inglaterra–. Sin embargo, la de 1789 no fue la única que quebró bruscamente el orden institucional en el país galo –famoso por la violencia de sus manifestaciones populares que llegan a nuestros días. Basta escuchar La Marsellesa que insta a “que la sangre de los impuros riegue nuestros campos”, para entender, en parte, esta vehemencia.

En julio de 1830, el pueblo salió a las calles de París para reclamar la caída de Carlos X. La imagen que inmortalizó dicha gesta es el cuadro de Eugène Delacroix, “La Libertad guiando al pueblo”, donde una mujer con los pechos desnudos alzando la bandera tricolor y un arma es seguida por combatientes entre los que se incluye al mismo pintor.

La dama será conocida como Marianne, un símbolo de Francia peleando por sus derechos Luis Felipe de Orleans, llamado el “rey burgués”, ascendió al trono y aunque asistió a la industrialización del país y el ascenso de funcionarios que no eran de origen aristocrático, las cosas se le complicaron en 1848 y, una vez más, surgieron las protestas, esta vez lideradas por estudiantes y trabajadores que cortaron a las Ciudad Luz con 1500 barricadas. Cualquier conato de rebelión fue reprimido sin piedad.

Luis Felipe abdicó y el gobierno provisional proclamó a la “Segunda República”. La primera medida fue decretar el sufragio universal masculino –el de las mujeres tardaría cien años en llegar–. A fin de darle una imagen al gobierno democrático, se convocó a un concurso entre artistas. Más de 700 se presentaron, y entre los diez primeros quedó este esbozo de Honoré Daumier, “La República alimentando e instruyendo a sus hijos”.

Daumier, además de ser un pintor realista de brillante paleta, se ganaba la vida como ilustrador y caricaturista. No temía meterse en problemas con las autoridades por sus descarnados dibujos. Uno de ellos, “Gargantúa”, basado en el célebre glotón de François Rabelais, retrató al recientemente elegido Luis Felipe devorando a las clases acomodadas dadas las enormes necesidades y ambiciones económicas del nuevo monarca, al que esta caricatura no le causó ninguna gracia. Por tal razón, Daumier pasó seis meses encerrado en la prisión de Sainte-Pélagie.

En 1835, su actividad como caricaturista se vio limitada por una ley de censura que prohibía todo tipo de manifestación crítica al gobierno. Su carrera cambió drásticamente y se dedicó a la pintura bucólica. Poco le duró este periodo de tranquilidad, ya que al poco tiempo volvió a la denuncia social.

En esta obra, que solo es un esbozo para el concurso, la República es representada como una mujer fuerte, casi voluptuosa, que sostiene la bandera de Francia mientras alimenta a dos niños con sus pechos. A sus pies, otro jovencito lee adoptando la postura propia de un pensador. La alegoría es clara: no solo la República debe nutrir a sus hijos sino que también otorgarles una buena educación.

En nuestro país, también existe una alegoría mamaria, pero en lugar de los pechos de la bella Marianne de Delacroix, recreada por Daumier, impera el concepto de una ubre vacuna que debe ser ordeñada hasta la caquexia del animal.

En lugar de esta República de Daumier, el gobierno de la Segunda República –encabezado por Luis Napoleón (conocido como el príncipe presidente)– eligió la imagen de una matrona romana con su cabeza coronada y sus pechos cubiertos. La Segunda República sólo duró cuatro años porque Luis Napoleón se convirtió en Napoleón III, cabeza del Segundo Imperio, que resultó ser una mala caricatura del primero.

La frase de Karl Marx sobre la repetición de la historia, primero como tragedia y después como farsa, surge en este contexto político…. que seguirá repitiéndose mientras las Repúblicas no sean vistas como madres a respetar sino como vacas a expoliar.

+

Esta nota también fue publicada en Clarín

Ultimos Artículos

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí

TE PUEDE INTERESAR

    SUSCRIBITE AL
    NEWSLETTER