En muchos casos son actores notables de gran trayectoria en teatro o en series de televisión, siendo sus incursiones en el cine menos frecuentes. En otros casos simplemente no han tenido un agente tan hábil como para conseguirles ofrecimientos de papeles más trascendentes. Otros han decidido manejar sus carreras de otra forma, y en otros casos simplemente su talento ha tardado más en aflorar o no ha sido del todo reconocido.
Suelen encontrarse en pequeños o no tan pequeños papeles de reparto aunque en muchos casos llegan a tener roles protagónicos en algunas películas, la mayoría de buena calidad, que no han sido exitazos de taquilla o películas mundialmente reconocidas. Puede ser entretenido hacer un brevísimo muestrario de excelentes actores y actrices que, ya sea como acompañantes de lujo o como actores principales en algún momento, han entregando su talento sin tantos spots que los iluminen.
Vale la pena comenzar con Richard Jenkins, un excelente actor con cara de hombre común que prestigia cada película en la que actúa. Fue dos veces nominado al Oscar, por su papel secundario en “La forma del agua” (era el amigo de Elisa, a quien ayuda a hacer escapar a la criatura) y por su papel principal en “The visitor”. Es el fiscal y padre de la abogada en “Jack Reacher”, el gerente del gimnasio en “Quémese después de leerse” (muy buena película de los hermanos Coen, con Clooney, Pitt y Malcovich), el abogado de Catherine Zeta-Jones y rival de George Clooney en la divertidísima “El amor cuesta caro” de los Coen, el secretario de Estado en “La caída de la casa blanca”, el protector de Chloe Grace Moretz en la gran “Déjame entrar”, además de actuar en muchos otros papeles destacados.
Otro caso es el de Ray Winstone, un gran actor inglés. Consagrado en el teatro y nominado a dos premios BAFTA, de voz gruesa, físico robusto, personalidad intimidante y una gama de recursos enorme, es inolvidable su papel en “Edge of darkness” (“Al filo de la oscuridad”), en la que sus escenas con Mel Gibson son extraordinarias. Actúa en “Los infiltrados”, es uno de los fieles e inolvidables sármatas que acompañan a Clive Owen en “King Arthur”, actúa con otros grandes actores en “44 inch chest”, esa excelente obra de teatro llevada al cine, aparece con Ben Kingsley en “Sexy beast”, con Michael Caine en “King of thieves” y en varias películas en las que obliga a reparar en él cuando aparece.
James Cromwell, otro actor de mil batallas al que todos hemos visto más de una vez… Muy alto, flaco, nariz prominente, de jovencito ya tuvo un pequeño papel en “Crimen por muerte”, y de grande… en todos lados. Es el general de “La hija del general” con John Travolta, el jefe de Tom Hanks en la prisión en “The green mile”, a cuya esposa logra sanar el gran John Coffey, el presidente Bush padre en “W” y el príncipe Felipe en “La reina” con Helen Mirren. Es el granjero de “Babe” (nominado al Oscar por ese papel), actúa en “L.A. Confidential”, “Impacto profundo” y mil más.
Marisa Tomei es una muy buena actriz que ha compuesto personajes de todo tipo en muchas películas. Ganadora de un Oscar por “Mi primo Vinny” con Joe Pesci y nominada a otros dos por “El luchador” con Mickey Rourke y “En el dormitorio” con Sissy Spaceck y Tom Wilkinson. Hermosa, simpatiquísima y con un cuerpo que le ha dado muchas satisfacciones (ha sido premiada por “mejores escenas de desnudez”), esta carismática actriz ha tenido grandes actuaciones tanto en películas dramáticas como “Antes de que el diablo sepa que estás muerto” con Philip Seymour Hoffman y “The big short” con Christian Bale y Brad Pitt, como en comedias: “Loco y estúpido amor” con Steve Carrell, en la que hace de una maestra sexualmente intensa, “Cyrus”, en la que es una madre sobreprotegida por su hijo o “Sólo tú”, en la que recorre Italia buscando su alma gemela. Y hasta hizo de abuela de Spider-Man.
Armin Mueller-Stahl es un prestigioso actor alemán, muy reconocido en teatro, que ha actuado siempre en gran forma en muchas películas importantes y taquilleras: es el amigo austríaco de Clooney en “El pacificador”, el criminal nazi defendido en un juicio por Jessica Lange en “Music box” de Costa-Gavras, el capomafia ruso en “Promesas del Este” con Viggo Mortensen, Hitler en “Conversations with the beast”, y ha actuado en “Shine” con Geoffrey Rush, por el cual fue nominado al Oscar, “The international”, con Clive Owen, “The game” con Michael Douglas, “La casa de los espíritus”, “Coronel Redl” y muchas otras. Un monstruo, el tipo.
Ian McShane es un actor inglés de pelo oscurísimo y cara expresiva de gran gestualidad; actor de teatro y televisión, sus incursiones en cine siempre dejan huella. Fue la parca en “Scoop” de Woody Allen, el encargado del hotel en “John Wick” actuó en “Piratas del caribe”, en “44 inch chest”, en la miniserie “Deadwood”, “Hellboy” y otras.
Maura Tierney es una deliciosa actriz de cara perfecta y mohínes irresistibles. Es la dueña del hotel en el que se aloja Al Pacino en “Insomnia” (“Noches blancas”), es Abby en la serie “ER” (nominada al Emmy) y actúa en “Liar, liar”, con Jim Carrey, en “Beautiful boy” con Steve Carell, fue figura principal en “Oxygen” y ha actuado en muchísimas series de televisión.
El notable Frank Langella ha tenido una carrera algo irregular, entre papeles gloriosos que casi lo excluirían de este repaso y personajes sin pena ni gloria. “Frost-Nixon” es sin duda el hito más importante, fue nominado al Oscar por esa memorable actuación. Pero ha tenido muchos interesantes papeles: es el suegro de Viggo Mortensen en “Captain Fantastic”, el misterioso Steward en “The box”, el no menos tenebroso Boris Balkan que encarga a Johnny Depp la búsqueda de un libro diabólico en “La novena puerta”, el venal juez en “El juicio de los siete de Chicago”, y… “Drácula”, nada menos. Un actor que impone presencia donde sea que aparezca.
Michael Madsen: candidato habitual para personajes de tipos rudos, desalmados, cínicos, de pocas palabras y violencia con ganas. En ese tono se lo puede ver en películas de Quentin Tarantino como la extraordinaria “Reservoir dogs” (“Perros de la calle”), la hiper-taquillera “Kill Bill” o “Los ocho más odiados”. También es un personaje oscuro en “Sin city”, un investigador medio raro en “Especies”, un esposo molesto en “Thelma y Louise”, además de varias películas en las que interviene para hacer algún daño.
Anna Kendrick es una actriz joven realmente muy talentosa; de cara delgada y pequeña en la que resalta su nariz, ha hecho un extraordinario papel como la compañera de George Clooney en “Up in the air”; similar calidad mostró en su papel de contadora junto al autista Ben Affleck en “El contador”. También ha actuado en “A simple favor” con Blake Lively y en comedias como “La mesa 19” y la trilogía “Pitch perfect”.
Steve Buscemi es un actor genial. Con su cara extraña de ojos saltones y dientes torcidos y su voz semi-arrastrada siempre hace que uno se fije en él. Puede ser tan desopilante como tierno, tan bizarro como amenazante. Su papel como secuestrador idiota en “Fargo” es inolvidable, como también su Mr. Pink en “Perros de la calle”. Es Nikita Kruschev en la divertidísima “La muerte de Stalin”, un perverso criminal en “Con Air”, un bodrio taquillero con Nicholas Cage; Donnie, el amigo inútil de Dude en “El gran Lebowski” con Jeff Bridges, forma parte del grupo de Bruce Willis en “Armageddon”, un muy lindo papel en “El gran pez”… todas películas trascendentes por calidad o por taquilla. Y muchas más. Un actorazo.
Ciarán Hinds es un actor norirlandés de cara alargada y mueca inmediatamente reconocible, voz grave y mirada intensa. Fue el abuelo en “Belfast” (nominado para el Oscar), el capitán Franklin en “The Terror”, el presidente ruso en “La suma de todos los miedos”, un espía en “Red Sparrow” y “Tinker Taylor Spy”, un agente secuestrador en “La deuda”, y he tenido papeles en “Munich”, “Petróleo sangriento”, “Harry Potter y las reliquias de la muerte”, “Veronica Guerrin”, “Road to Perdition” con Tom Hanks y Paul Newman.
Rosamund Pike es otra excelente actriz. Dueña de las mejores cejas de Hollywood, lo que le da a su cara una expresión única, es la abogada de “Jack Reacher” con Tom Cruise, la esposa perversa y malísima en “Perdida” con Ben Affleck, la esposa incondicional en “Hector y la búsqueda de la felicidad” con Simon Pegg y actuó en películas tan diferentes como “007: otro día para morir” y “Orgullo y prejuicio”.
Michael Shannon es un duro. Ya desde la cara (angulosa, severa, casi enojada) intimida. Y sus personajes suelen ir por ese lado. Fue nominado al Oscar por su papel de sheriff justo pero impiadoso en “Animales nocturnos” con Amy Adams y por su papel en “Revolutionary Road” con Leonardo DiCaprio y Kate Winslet. Es el perseguidor implacable en “La forma del agua”, es Zod, el enemigo de Superman que viene de Kriptón (“Superman”, “Batman vs Superman”), y es protagónico en “El hombre de hielo”, interpretando a un asesino despiadado que es a la vez un padre y esposo ejemplar. Y hay bastantes más.
Tom Wilkinson es un extraordinario actor. Su trabajo suele ser de elevado nivel actoral; fue nominado al Oscar por su papel de padre doliente y vengativo en “En el dormitorio” y por su papel en “Michael Clayton” con George Clooney. Ha sido villano en “Batman”, mafioso en la excelente “Layer Cake” y sacerdote en “El exorcismo de Emily Rose” con Laura Linney, entre muchas otras.
Paula Patton es una bellísima actriz de gran talento. La hemos visto en “Misión Imposible IV: El protocolo fantasma” con Tom Cruise, es la maestra empática en “Precious”, la chica en “Armados y peligrosos” con Mark Wahlberg y Denzel Washington, con quien también actuó en “Deja vu”. Actuó con Will Smith en “Hitch” y fue protagónica en una comedia liviana (“Baggage claim”, flojita).
Robert Carlyle es un actor escocés de larga trayectoria y muy buenos trabajos actorales. Es el protagónico en “The full monty”, película más que recomendable; en “Trainspotting” es el único de los amigos que no se droga pero el más malo de todos, actúa en la de James Bond “El mundo no es suficiente”, en “La playa” y en muchas películas británicas, casi siempre haciendo de tipos alterados o desencajados.
John Goodman es un actor de primera clase, de enorme tamaño y con un carisma que se impone en la pantalla de manera natural. Es Sobchak, el amigo delirante de Dude en “El gran Lebowski”, el desopilante fumigador en “Aracnofobia”, el loco del refugio en “10 Cloverfeld Lane”, uno de los que arman el operativo de rescate en “Argo” y es Pedro Picapiedra en “The Flintstones”. Ha actuado en “Barton Fink”, “Flight” y muchas películas más que interesantes, dejando siempre una muy buena actuación.
Hugo Weaving, actor de cara impertérrita, rasgos duros y frente amplia, es el agente Smith que persigue a Neo en “Matrix” y el elfo de “El señor de los Anillos”. Actúa en “Hearts and bones” y es el mismísimo V en “V de Vendetta”, en la que aparece con máscara todo el tiempo.
Gary Busey es un tipo grandote y hosco al que le cae bien el papel de villano, como “Alerta máxima” con Steven Seagal y “Arma mortal” con Mel Gibson. Es el jefe de Keanu Reeves en “Punto de quiebre”, el agente Keyes en “Depredador 2” y fue protagónico en “The Buddy Holly story”, por el que fue nominado al Oscar, además de actuar en muchas películas pochocleras.
Christina Applegate es una actriz que supera el nivel de las películas en las que suele actuar, sobre todo en comedias; su impronta personal le da un toque de distición a sus papeles. Muy bueno su personaje de mujer manipuladora en “Empleado del mes” con Matt Dillon y genial como la esposa liberada-pero-no-tanto en “Pase libre”, ha actuado en muchas comedias medianas (“La cosa más dulce”, “Vacaciones”) que mejoran cuando ella aparece en pantalla.
Sean Bean es un actor inglés muy respetado, que ha hecho grandes papeles secundarios. Es Boromir en “El señor de los anillos”, el tipo que queda afuera del grupo en “Ronin”, el terrorista en “Juego de patriotas”, el asesino de la carretera en la segunda versión de “The hitcher”, el doctor perverso en “La isla”, el villano en “007 Goldeneye”, uno de los que quiere traer de regreso a Matt Damon en “The Martian” y mil más.
David Morse, actor altísimo, rubio y de rasgos aniñados, ha sido el compañero de Tom Hanks en “The green mile”, el lugarteniente de Ed Harris en “La roca”, el hombre que transporta el virus en “12 monos”, el marido secuestrado en “Prueba de vida” con Russell Crowe, el traidor en “16 blocks” con Bruce Willis, el coronel en “The hurt locker”, el vecino asesino en “Paranoia” y ha actuado en muchísimas películas interesantes. Siempre cumple.
Ron Perlman es un actor de un mentón enorme y una cara simiesca inconfundible. Es el actor protagónico en “Hellboy” y en “La bella y la bestia”, el general de pocas pulgas que debe encargarse del meteorito en “No miren arriba” con Leonardo DiCaprio, un monje oscuro en “El nombre de la rosa”; actúa en “El callejón de las almas perdidas”, en la muy interesante “La última cena” y en muchas películas conocidas.
Hay muchos otros actores muy buenos, a quienes reconocemos por sus caras y no tanto por sus nombres. El eterno malo Michael Ironside (“Scanners”, “Vengador del futuro” y otras), el leal pero áspero Will Patton (“The punisher”, “Sin salida”), el malo Peter Stormare (“Fargo”, “Constantine”, Jurassic Park 3”), la interesantísima Anne Archer (“Atracción fatal”, “Juego de patriotas” y otras), el habitualmente funcionario corrupto Harris Yulin (“Peligro inminente”, “Día de entrenamiento”), el versátil William Macy (“Fargo”, “Magnolia”, “The Lincoln lawyer” y otras), Oliver Platt (“Propuesta indecente”, “Tiempo de matar”, “2012”, “Los tres mosqueteros”), John C. Reilly (“La langosta”, “Boogie nights” y otras), Gary Sinise (“Apollo 13”, “Forrest Gump”), John Leguizamo (“Moulin Rouge”, “JohnWick”, “Super Mario Bros”), Ioan Gruffudd (“King Arthur”, “Los cuatro fantásticos”) y muchos más excelentes actores.
Como para que cada uno agregue algunos más.
