Unity, la amante que influenciaba a Hitler

Swastika es un pequeño pueblo minero de Ontario, Canadá. Fue fundado en 1908, alrededor de una mina de oro. Le fue dado este nombre por una palabra en sánscrito que significa “muy auspicio”. El símbolo estaba muy difundido en la India a punto tal que Rudyard Kipling lo usaba de ex libris en su biblioteca. Entonces no tenía las connotaciones que tendría después de las atrocidades del nazismo.

Esta mina pertenecía a David Freeman-Mitford II, barón de Redesdale, casado con Sydney Bowles (su padre había fundado la revista Vanity Fair). El matrimonio fue a visitar sus posesiones en Canadá y en este pueblo concibió a la quinta de sus hijas a la que llamaron, a instancia del padre de David, Unity Valkyrie, como las divinidades de la mitología nórdica quienes conducían a los guerreros caídos valerosamente en combate al Valhalla.

Si este nombre condicionó a Unity o si era premonitorio es una discusión que va más allá de las intenciones de este texto, lo cierto es que impresionó profundamente a quien sería su amante.

Unity fue desde muy joven una ferviente admiradora de Adolf Hitler, con inclinaciones fascista y antisemita. No todas sus hermanas compartían esta ideología, es más, Jessica fue integrante del Partido Comunista (le decían la “oveja roja” de la familia) y se fue a EEUU después de casarse con Esmond Romilly -sobrino de Churchill- quien también era miembro de dicho partido.

Como Jessica compartía el cuarto con Unity, lo habían dividido con una línea para que cada una expresara sus inclinaciones partidarias. De un lado la esvástica, del otro la hoz y el martillo. Otra de sus hermanas, Diana, había abandonado a su marido Bryan Guinness (Baron de Moyne) para unirse a Oswald Mosley, el fundador de la Unión Británica de Fascistas. Mosley había estado casado con Lady Curzon, hija del exvirrey de la India. A la muerte de su esposa se casó con Diana, razón por la cual su padre prohibieron a sus otras hijas contactarse con ella. Unity desobedeció las órdenes paternas y frecuentó a la pareja convirtiéndose “en el miembro más extrovertido” del Partido Fascista Inglés.

Las hermanas Mitford fueron un grupo muy especial no sólo en lo político sino en lo literario y social. Mientras Diana y Unity asistían a las reuniones del partido fascista o irrumpían en los mítines comunistas vistiendo sus camisas negras y profiriendo insultos contra Lenin, Stalin, y consignas antisemitas, Nancy publicaba obras como “La caza del amor” y Deborah “Wait for me”. Nancy se casó con Gastón Palewski quien llegaría a ser jefe del gabinete del general De Gaulle. Pamela después de algunos fracasos matrimoniales se casó con otro fascista, Derek Jackson, quien terminó, a pesar de su ideología, colaborando con los aliados durante la guerra. Deborah se casó con el Duque de Devonshire pero mantuvo una relación muy estrecha con John F. Kennedy y hasta posó para Lucian Freud. El único hijo varón, Thomas, murió luchando para Inglaterra en Birmania.

La admiración de ambas hermanas por Hitler las llevó a asistir al Congreso de Núremberg de 1933, oportunidad en la cual Unity pudo escuchar al Führer. Su convicción se convirtió en adoración y una obsesión por conocerlo personalmente. A tal fin se instaló en Alemania y literalmente persiguió a Hitler hasta que, finalmente, la invitó a comer a la Osteria Bavaria en Múnich. Ambos quedaron prendados, especialmente Hitler cuando se enteró que esta joven inglesa se llamaba Valkyrie, y que su abuelo había sido amigo de Richard Wagner y de Stewart Chamberlain, uno de los ideólogos del antisemitismo.

Adolf y Unity se volvieron cercanos a punto tal que Eva Braun empezó a tener celos de la inglesa y realizó un intento de suicidio para atraer la atención de su amante.

Mitford, por su lado, ganó prestigio dentro del círculo cercano del Führer y públicamente pronunció discursos furibundos contra el “peligro judío“. Su devoción a la causa le ganó una esvástica dorada que el mismo Hitler le otorgó y un palco privado para presenciar los Juegos Olímpicos de 1936. Unity lo acompañó al Führer cuando anuncióla anexión de Austria y fue arrestada en Praga por distribuir propaganda nazi. Toda esa actividad generó sospechas en el servicio secreto inglés que siguió los pasos de esta aristócrata tan cercana a Hitler. Sus acciones habían quedado al borde de la traición a la patria.

Sin embargo, Unity trató por todos los medios de convencer a Hitler de no entrar en guerra con Inglaterra. De hecho, según Albert Speer, ella insistía en que se podía lograr un acuerdo entre ambas naciones. Durante los veranos que pasó junto al Führer en el Berghof (su casa de montaña) discutió más de una vez la posibilidad de una alianza anglo-alemana y hasta llegó a proveer una lista de británicos que podrían asistir a lograr a ese fin. Entra en el campo de especulaciones hasta que punto la prédica de Unity influenció en Rudolf Hess para realizar el misterioso viaje que haría en plena guerra con la intención de lograr la paz con el Reino Unido .

Durante el Festival de Bayreuth de 1939, Hitler le advirtió a Unity y Diana que el inicio de las hostilidades era inevitable. Esta noticia empujó a Unity al suicidio ya que no podía resistir ver a dos países que ella amaba destrozarse en una guerra. Por tal razón Unity se adentró en el Jardín Inglés de Múnich y se disparó en la cabeza con una pistola que el mismo Hitler le había regalado. Éste se hizo cargo de la atención de Unity y la visitó frecuentemente durante su internación.

Finalmente, Unity fue enviada a Berna donde su madre la buscó para llevarla a Inglaterra. Los médicos no se atrevieron a operarla para extrae la bala y las secuelas del impacto le impidieron recuperarse completamente.

Hubo varias versiones sobre este intento de suicidio a punto de negarlo. Otros sostienen que poco después de llegar Inglaterra, Unity dio a luz un niño que sería hijo de Adolf Hitler. El niño habría sido dado en adopción. ¿Acaso un descendiente del Führer vive en Gran Bretaña?

En 1943 Unity expresó su deseo de ver a su hermana Diana que permanecía bajo estricta vigilancia en Holloway Prison junto a su esposo Oswald Mosley. Meses después su condición se complicó con una meningitis que la llevó la tumba. La amante de Hitler está enterrada en Swinbrook bajo una lápida que reza “no digas que la lucha no sirve de nada”.

Ultimos Artículos

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí

TE PUEDE INTERESAR

    SUSCRIBITE AL
    NEWSLETTER