Escritores… y algo más

William Faulkner trabajó como cartero en la Universidad de Misisipi. Se quedaba dormido, no entregaba las cartas en tiempo y forma, y además leía la correspondencia antes de entregarla. Lo echaron.

T. S. Eliot fue profesor de francés y alemán en un colegio; luego se doctoró en filosofía y fue nombrado profesor ayudante de filosofía en Harvard.

Charles Dickens se ganaba la vida trabajando en una fábrica de betún para el calzado.

Mark Twain tuvo trabajos variados antes de dedicarse a la escritura:  fue tipógrafo en varias imprentas, trabajó en un barco de vapor, fue minero en las minas de plata de Nevada, comerciante de madera y periodista.

James Joyce trabajaba tocando el pieno y cantando en bares, mientras le rechazaban “Dublineses” una y otra vez.

Ernest Hemingway trabajó como conductor de ambulancias durante la Primera Guerra Mundial, fue periodista durante muchos años y fue editor asociado de la revista mensual Cooperative Commonwealth.

Ernest Hemingway

Franz Kafka, que se doctoró en leyes, trabajaba en el Instituto de Seguros contra Accidentes para Trabajadores de Praga, todos los días de 8 a 14hs. Por las noches, escribía.

Pío Baroja era médico y además trabajaba con su hermano en la panadería familiar.

Anton Chéjov también era médico, profesión que ejerció mientras escribía. “La medicina es mi esposa; la literatura, solo mi amante”, decía.

Alexandre Dumas, que tenía escasos estudios, trabajó como mensajero,  fue vendedor de tabaco y pasante en una notaría.

Robert Louis Stevenson estudió ingeniería pero abandonó la carrera para estudiar abogacía; se recibió de abogado y trabajó en esa profesión durante bastante tiempo.

Fiodor Dostoievski se recibió de ingeniero, y después de adquirir el grado militar de subteniente se incorporó a la Dirección General de ingenieros de San Petersburgo.

Julio Cortázar obtuvo el título de traductor público de inglés y francés, y trabajó por un tiempo en la traducción de libros.

Julio Cortázar

Louis Ferdinand Céline era médico y trabajó como tal en forma aislada.

Henry Miller fue jefe de personal en la compañía de teléfonos y telégrafos Western Union Telegraph Company.

Antonio Machado fue durante algnos años profesor de Gramática Francesa en el Instituto de bachillerato de la Universidad de Baeza; también fue titular de la cátedra de Francés en el Instituto General y Técnico de Baeza, del que luego fue subdirector. Finalmente, obtuvo una cátedra de francés en Madrid.

José Saramago trabajó dos años en una herrería mecánica y luego trabajó como empleado administrativo en la Seguridad Social.

Arturo Pérez Reverte fue periodista y corresponsal de guerra durante veinte años.

Carlos Ruiz Zafón fue un destacado publicista en una de las agencias de publicidad más importantes de Barcelona.

J.R.R. Tolkien fue lexicógrafo del Nuevo Diccionario Inglés, profesor de Lengua Inglesa en la Universidad de Leeds y de literatura anglosajona en el Pembroke College de Oxford.

J.R.R. Tolkien

C.S. Lewis fue profesor de Lengua y Literatura Inglesa en la Universidad de Oxford.

Vladimir Nabokov era entomólogo, y fue quien desarrolló la colección de mariposas de la Universidad de Harvard.

Haruki Murakami trabajó en una tienda de discos y tuvo un bar de jazz en Kokubunji, Tokio, que manejó durante siete años junto con su esposa.

Umberto Eco era doctor en Filosofía y Letras. Además fue editor cultural para la RAI y también fue profesor de comunicación visual y semiótica y estudios humanísticos en las universidades de Torino, Florencia, Milán y Bologna.

Primo Levi era químico industrial.

Margaret Atwood, licenciada en Filología inglesa, trabajaba en una cafetería.

Alice Munro hacía manualidades y artesanías para ganarse la vida, y trabajó en una librería.

Michel Houellebecq se recibió de agrónomo con especialización en “Desarrollo del entorno natural y ecología”; además trabajó como fotógrafo y fue gerente de contratos en el departamento de tecnología del Ministerio de Agricultura.

Gabriel García Márquez estudió Derecho, no terminó sus estudios, y trabajó como periodista.

Mario Vargas Llosa trabajó como asistente de un historiador y fue bibliotecario y periodista.

Roberto Bolaño fue lavaplatos, vigilante nocturno, camarero, y trabajador del servicio social municipal.   

Thomas Pynchon fue marinero y más tarde fue redactor de los manuales técnicos de los aviones de la compañía Boeing.

Kurt Vonnegut se licenció en Bioquímica, estudió Antropología, trabajó como periodista y finalmente puso un negocio de venta de autos que lo llevó a la quiebra.

Charles Bukowski hizo algunos trabajos de periodismo y trabajó en una oficina de correos hasta los 49 años.

Charles Bukowski

Paul Auster trabajó traduciendo narrativa y poesía francesas.

Stephen King trabajó en una lavandería y realizó muchos trabajos part-time para pagar sus estudios. Obtuvo una licenciatura en arte en inglés, fue bedel, dio clases en un colegio secundario y enseñó inglés en la Academia de Hampden.

Arthur Conan Doyle se recibió de médico en la Universidad de Edimburgo, especializándose en oftalmología. Pero no tenía mucho éxito en su consultorio, por lo cual pasaba varias horas esperando pacientes que no llegaban; así que usaba ese tiempo… para escribir.

Edgar Allan Poe fue militar, llegando a sargento mayor de artillería; fuera del ejército, trabajó como periodista.

H.G.Wells se graduó en Zoología en Londres, pero trabajaba como empleado en una fábrica textil.

Julio Verne se recibió de abogado y trabajó durante poco tiempo en el bufete de su padre, pero no le gustaba, así que renunció y su padre dejó de ayudarlo económicamente.

Isaac Asimov tenía un doctorado en Química y trabajó investigando y dando clases.

Philip K. Dick fue vendedor de discos y presentador de un programa de música clásica de la emisora de radio KSMO.

George Orwell se unió a la Policía Imperial India en Birmania. A su regreso fue maestro de escuela, trabajó en una librería de segunda mano y fue lavaplatos en un hotel.

Ray Bradbury fue vendedor de diarios y de libros.

Don Winslow se ganó la vida trabajando primero como gerente de un cine y luego como investigador privado. Siguió estudiando, obtuvo una maestría en Historia Militar, trabajó en una empresa de safaris fotográficos en Kenia y organizando viajes de senderismo en el sudoeste de China. Luego trabajó en la producción de obras de Shakespeare en Oxford, Inglaterra. De regreso a EEUU, volvió al trabajo de investigación privada y periodismo de casos policiales.

Pierre Lemaitre estudió psicología, enseñó comunicación, cultura general, y literatura destinada a bibliotecarios.

Ira Levin se licenció en Filosofía, comprobó que no le gustaba, y se enroló en el ejército.

John Grisham era un exitoso abogado y fue miembro de la Cámara de Representantes de Misisipi; fue un caso trágico de violación el que lo llevó a dedicarse a la escritura.

Dashiell Hammett fue redactor publicitario, pero antes de eso fue investigador privado para la Pinkerton National Detective Agency en Baltimore.

Raymond Chandler, que se nacionalizó británico, trabajó en el Almirantazgo británico, fue reportero para el London Daily Express y fue contador de la empresa petrolera Dabney.

Jo Nesbø es licenciado en Economía y Administración de Empresas y trabajó como agente de bolsa; además tiene un grupo de rock, Di Derre, en el que canta y toca la guitarra.

Henning Mankell fue durante muchos años director del Teatro Nacional Avenida de Maputo, Mozambique, y viajaba constantemente entre Suecia y Mozambique para ejercer su cargo.

Agatha Christie trabajó como enfermera durante la Primera Guerra Mundial.

Agatha Christie

Michael Connelly fue periodista, fue finalista del Premio Pulitzer y trabajó en el Los Angeles Times como periodista policial y judicial.

John Katzenbach ha sido rperiodista de asuntos judiciales y policiales para Miami Herald y Miami News.

Ernesto Sábato se recibió de doctor en Ciencias Físicas y Matemáticas en la Universidad de La Plata. Obtuvo una beca para realizar trabajos de investigación sobre radiaciones atómicas en el Laboratorio Curie, en París.  Después trabajó en el MIT, en Massachusetts. Regresó a Argentina con la decisión de abandonar la ciencia, pero para cumplir con quienes le habían otorgado la beca ejerció como profesor en la Universidad de La Plata en el curso de postgrado de Relatividad y Mecánica Cuántica. Finalmente, se alejó definitivamente del área científica para dedicarse de lleno a la literatura y la pintura.

Roberto Arlt fue dependiente de librería, aprendiz de hojalatero, mecánico, vendedor domiciliario y periodista. Y era inventor, su verdadera pasión.

Rodolfo Fogwill fue publicista; fue quien creó el slogan de la cerveza Quilmes “El sabor del encuentro”. También hacía los horóscopos de los chicles Bazooka, que venían con una historieta.

César Aira fue zapatero y es muy reconocido como traductor de libros.

Guillermo Martínez es licenciado en Matemática y doctor en Lógica; completó sus estudios de postgrado en Londres y trabajó como profesor universitario.

Quienes pudieron dedicarse a la escritura a tiempo completo desde el principio habitualmente tenían un respaldo económico, ya fuera familiar (herencia, fortuna familiar) o de su entorno (ayudas, préstamos, becas, pagos por anticipado), que se los permitía; de no ser así, pasaban penurias económicas casi extremas. La mayoría de los escritores famosos o reconocidos pudieron dedicarse a la escritura en forma exclusiva luego de alguna obra exitosa que a su vez solía derivar en un respaldo editorial. Incluso en esos casos, muchos escritores mantuvieron otros trabajos o profesiones paralelamente a su desarrollo como escritores.

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